domingo, 2 de noviembre de 2008

Jules Laforgue por Francisco Arias Solis

JULES LAFORGUE
(1860-1887)

“¡Cómo rebosa a lo lejos la noche
de silenciosa y clara infinidad!
¡Ni un eco de los seres terrestres
bajo la mediterránea Luna!
Jules Laforgue.
Cuando pienso en el pasado, cuando pienso en la historia
LA VOZ DEL SIMBOLISMO FRANCÉS

Las primeras composiciones del poeta francés Jules Laforgue, que murió demasiado joven, responden claramente a los cánones estéticos del simbolismo –movimiento del que está considerado uno de sus principales maestros-, pero sus poemas finales, cargados de tintes irónicos e irreverentes se distanciaron de la rigurosidad métrica y se inclinaron hacia la experimentación estilística. Auténtico poeta, cuyos versos, de suma libertad en la métrica, muestran una sinceridad original y punzante.

En la obra de Laforgue hay una constante remisión al inconsciente del yo poético y una obsesión por la fugacidad de la existencia humana: su exagerado pesimismo y amargura es fiel reflejo de las inquietudes existenciales de aquel momento. Considerado uno de los padres del verso libre, su poesía llegó a ejercer una gran influencia sobre algunos de los más afamados cultivadores de este género en el siglo XX, entre ellos, Guillaume Apollinaire y T. S. Elliot.

Jules Laforgue nació en Montevideo el 16 de agosto de 1860 y falleció en París el 20 de agosto de 1887, de una tuberculosis hereditaria, recién cumplidos los veintisiete años. Su padre era profesor de letras y su madre también afincada en Uruguay, era hija de una familia dedicada al comercio del calzado. Se trasladó pronto con sus padres a Francia, concretamente a Tarbes, en el sur de Francia, donde había nacido el padre. Estudió en Tarbes y más tarde en París, colaboró en diversas revistas y de 1881 a 1886 fue lector en Berlín de la emperatriz Augusta, esposa de Guillermo I. En 1886 se casa con la inglesa Leah Lee en Londres.

Laforgue publicó en vida solo dos colecciones de poemas Las lamentaciones (1885) y La imitación de Nuestra Señora la Luna (1886), póstumamente vieron la luz sus Últimos versos (1890), y, en 1894, sus Poesías completas. Fue autor además de Las moralidades legendarias (1887), seis relatos filosóficos en prosa.

Jules Laforgue además de ser el precursor de la vanguardia simbolista difundió en Francia la obra de Walt Whitman y concibió la poesía como un instrumento de salvación personal. Su poesía no está escrita en letras muertas sino con vivas palabras. Y como decía el poeta francés: ”Versos que no son versos, poesía que no es poesía”.


Francisco Arias Solis
e-mail: aarias@arrakis.es
URL: http://www.arrakis.es/~aarias


No se debe admitir la violencia ni siquiera contra la violencia

Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:
http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm

Gracias.

No hay comentarios: