TENNESSEE WILLIAMS
(1914-1983)
“La bohemia no tiene pancartas.
Sobrevive por la discreción.”
Tennessee Williams.
LA VOZ DEL DRAMATURGO MAS ACLAMADO
Tennessee Williams, sobradamente conocido del público español, autor de Un tranvía llamado deseo, fue el dramaturgo más aclamado de su generación a pesar de la dificultad de asimilación de sus dramas, en los que la violencia, el deseo, las pasiones y la crueldad deliberada marcan la relación entre las personas. Casi todas sus obras han sido llevadas al cine, y entre numerosos premios, obtuvo dos Pulitzer. Muchas de sus piezas se han representado en España. En la mayoría de sus obras queda patente su preocupación sexual, preocupación que preside nuestra época, manifestando el deseo del hombre actual por liberarse del puritanismo ancestral. Sin embargo, a pesar de la insistente repetición del tema, ha sabido enfocarlo siempre con diversos argumentos y tantos personajes, que cada vez aporta una faceta nueva o más honda. Por otro lado, la angustia humana, la soledad, la insatisfacción, la sensación de culpabilidad, el anhelo de pureza, etc., son características del hombre de tratamiento inagotable.
Tennessee Williams es el pseudónimo de Thomas Lanier Williams, dramaturgo y novelista norteamericano, que nació en Columbus, Mississippi, el 26 de marzo de 1911 y falleció en Nueva York, el 25 de febrero de 1983. Hijo de un viajante de zapatos, su familia se trasladó primeramente a Clarksdale y más tarde a St. Louis, donde pasó gran parte de su juventud. Estudió en las universidades de Missouri-Columbia y Washington, licenciándose en Filosofía y Letras en 1938 en la de Iowa. Desempeñó diversos trabajos, entre otros muchos los de profesor de Literatura y periodista, hasta el año 1945, en el que obtuvo su primer éxito teatral. Apareció muerto en una habitación de un hotel, tras haber ingerido un tubo de pastillas contra el insomnio.
Williams se revela con su obra El zoo de cristal (1945, premio de la Crítica Teatral de Nueva York), en el que aparecen los personajes débiles y frustrados cuyos problemas mentales, sociales y sexuales, tratados con un enfoque entre realista y simbólico, constituirán la constante de su obra, en la que destacan: Un tranvía llamado deseo (1947), premio Pulitzer, que recoge, en el ambiente sórdido de los desheredados y truhanes y el conflicto de las bajas pasiones no correspondidas, La rosa tatuada (1951), dedicada a su compañero y secretario, Frank Merlo, premio Tony a la mejor obra, La gata sobre el tejado de zinc caliente (1955), premio Pulitzer, De repente, el último verano (1959), Dulce pájaro de juventud (1959), La noche de la iguana (1962, premio de la Crítica Teatral de Nueva York), En el bar del hotel Tokio (1972) y la pinteriana Creve-coeur (1978). Escribió también la novela La primavera romana de la señora Stone (1950) y el libro de poemas En el invierno de las ciudades (1956). En 1975 aparecieron sus Memorias, en las que relata sus graves problemas con el alcohol y las drogas, e hizo público su homosexualidad. Y como dijo el gran dramaturgo estadounidense: “No esperes al día en que pares de sufrir, porque cuando llegues sabrás que estás muerto”.
Francisco Arias Solis
e-mail: aarias@arrakis.es
URL: http://www.arrakis.es/~aarias
No disparar donde haya niños. Stop.
En la gloria no necesitamos más ángeles.
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL: http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm.
Gracias
miércoles, 7 de enero de 2009
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