T.S. ELIOT
(1888-1965)
“Abril es el mes más cruel: engendra
lilas de la tierra muerta, mezcla
recuerdos y anhelos, despierta
inertes raíces con lluvias primaverales.”
T.S. Eliot.
LA VOZ DEL ROMANTICISMO INTELECTUAL
En conjunto, Eliot es un poeta sugerente, agudo y profundo en el que, pese a la discreción que mantuvo en su producción artística, puede observarse cómo se manifiesta su personalidad en su poesía. Se le ha incluido, al menos parcialmente, en el movimiento denominado “Imaginismo”, que proponía utilizar el lenguaje de la conversación ordinaria, pero empleando siempre la palabra exacta; una libertad temática absoluta, y el propósito de que su poesía expresase imágenes bien concretas, nada vagas, huyendo de las generalidades sonoras en favor de una poesía precisa y clara. Los poetas imaginistas fueron los inductores de lo que había de ser el iracundismo y el frenetismo que aparecieron a mediados del pasado siglo.
El poeta, dramaturgo, ensayista y crítico británico de origen estadounidense Thomas Stearns Eliot, más conocido como “T.S. Eliot”, nació en Saint Louis, Missouri, el 26 de septiembre de 1888 y falleció en Londres el 4 de enero de 1965. Educado en las universidades de Harvard, Sorbona, Oxford y Marburg, vivió la mayor parte de su vida en Londres. En 1915 contrajo matrimonio con Vivien Haigh-Wood, quien sufriría trastornos mentales, y de la que se separaría en 1930. Fundó, junto con Ezra Pound, la revista The Egoist (1917-1919) y dirigió The Criterion (1923-1939). En 1927 se nacionalizó inglés y entra en la iglesia Anglicana. En 1948 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura. Se vuelve a casar, ahora con Valerie Fletcher, en 1957.
Eliot es uno de los poetas y críticos más originales e influyentes de la lengua inglesa, y uno de los más fieles intérpretes de su época, y si en sus consideraciones críticas fue clasicista, en las poéticas se caracteriza por un romanticismo intelectual e innovador. De los autores estudiados por él destacan Dante, Baudelaire y Pascal como aquellos a quienes dedicó análisis más penetrantes.
Su primer libro de poemas, Prufrock y otras observaciones (1917), llamó ya la atención pero su obra poética principal que le hizo famoso fue Tierra baldía (1922), dedicada a Pound, largo poema en que plantea el problema del tiempo moderno, fosilizado, sobre la base del fracaso de la relación amorosa y el dolor de la mujer; el paisaje elegido es Londres (ciudad por la que siempre sintió un gran amor), vista simbólica e irrealmente. Escribió también Los hombres huecos (1925), Miércoles de ceniza (1930) y el ciclo de poemas Cuatro cuartetos (1935-1943), considerado uno de los mejores ejemplos de poesía filosófica en lengua inglesa. Su drama poético Asesinato en la catedral (1936), inspirado en la historia de Tomás Becket, martirizado en Canterbury, le valió un gran triunfo. Traducido al español con el título de Becket o el honor de Dios, se hizo una versión musical, estrenada en La Scala, de Milán, en 1958. Otras obras teatrales: El cóctel (1949), El empleado de confianza (1954) y El anciano estadista (1959). Y como dijo el poeta británico: “ Sólo las personas que se atreven a ir demasiado lejos logran descubrir hasta dónde pueden llegar”.
Francisco Arias Solis
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La libertad no la tienen los que no tienen su sed.
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Gracias.
miércoles, 17 de diciembre de 2008
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