jueves, 3 de septiembre de 2009

Arturo Cuadrado por Francisco Arias Solís

ARTURO CUADRADO
(1904-1998)

“Tuve el capricho y la suerte de entregarme a la famosa
generación del 98. Fueron mis amigos y maestros
don Ramón María del Valle Inclán, don Miguel de Unamuno,
don Pío Baroja, Ortega y Gasset. Con ellos he vivido,
con ellos he aprendido a luchar y también a vencer. Porque en mi
generación no sabemos de derrotas, no. Hemos sufrido persecución,
guerra, cárcel, exilio y todo se ha transformado en una canción.”
Arturo Cuadrado.

LA VOZ TRANSFORMADA EN CANCIÓN

El poeta Arturo Cuadrado, íntimo colaborador de Luis Seoane, veterano en tareas editoriales minoritarias y director de la revista Resol en su Compostela, había publicado un sólo libro en España, durante la guerra: Aviones. Prácticamente toda la obra poética de Cuadrado se editó en la República Argentina. Sus poemas tienen un tono, sereno y contenido, y una palabra justa, precisa, sean cuales fueran los temas, entre los que se repiten con cierta frecuencia, la comunicación, la muerte y la vida. Con un lenguaje en extremo sencillo, deliberadamente sencillo, el poeta transmite su ansia, su esperanza de vencer a la muerte y a la soledad, por medio de la comunicación. Expresa su amor hacia la madre, mezclado con el terror de la muerte de ella, lejos. “Buscaría para ti / El hábito reluciente de los dioses / La estela que deja el amor / O el recuerdo vivo del hijo muerto...”

Arturo Cuadrado Moure nació en Denia, el 3 de mayo de 1904 y falleció en Buenos Aires el 6 de agosto de 1998. Al fallecer su padre, maestro nacional, se traslada con su madre y hermanos a Agolada, Pontevedra, de donde era natural la madre. En 1920 se marcha a Santiago de Compostela, donde termina sus estudios secundarios y comienza a trabajar como dependiente de una tienda de telas de confección. Allí conoce a Luis Seone y Valle-Inclán. Ingresa en la masonería y trabaja como funcionario en el Ayuntamiento de Santiago. Se hace corresponsal de varios periódicos como El Pueblo Galllego de Vigo, El Sol de Madrid y de la revista literaria El Yunque, entre otros. Funda la revista Resol, hojilla volandera del pueblo y monta la librería y editorial “Niké”. Tiene una activa participación en la primera Asamblea para constituir la Asociación de Escritores Galegos, también participa en la redacción del manifiesto de Esquerda Galeguista. Interviene como Secretario General de la Comisión del Estatuto de Autonomía de Galicia en la redacción del mismo. La rebelión militar del general Franco le sorprende en Madrid, donde se había desplazado como miembro de la comisión gallega encargada de presentar el Estatuo de Autonomía de Galicia a las Cortes Republicanas. Cuadrado se casa con Amparo Alvajar en Valencia, siendo Castelao el padrino de la boda. Se traslada a Barcelona, desde donde emprende su exilio a Francia. En el vapor francés “Massilia”, fletado por las organizaciones solidarias argentinas, llega a Buenos Aires.

En la capital argentina, además de publicar su libro de poemas, Soledad imposible (1944), en la editorial Botella al Mar, y un ensayo testimonial, Muerte y permanencia de don Ramón del V.I., en los Estudios de la Universidad de la Plata, contribuye asiduamente a la presentación de casi todos los libros reimpresos y nuevas ediciones salidos de “sus” editoriales Emecé, con sus dos colecciones más importantes , “Dorna” y “Hórreo”, Nova, Botella al Mar y Camino de Santiago. En la revista Galicia Emigrante, una de las publicaciones de mayor alcance de las producidas en el exilio gallego, lo mismo que en sus emisiones radiales, Cuadrado colabora en casi todos sus números, ocupándose de la exaltación de los valores auténticos entre los argentinos y uruguayos oriundos de Galicia, contribuyendo de este modo a aumentar la cohesión entre exiliados y residentes en aquellos países. Sobre los últimos días de Valle Inclán, con quien convivió estrechamente en Santiago, publicó un detallado relato en la revista Galicia: “Agonía y muerte de V.I.”. En “Hórreo” publica la antología Veinte cuentos gallegos. Crítico de arte, el Centro Gallego premió un libro suyo sobre pintura gallega. Con Luis Seoane y Lorenzo Varela fundó y dirigió la importante revista quincenal El Correo Literario (1943-1945). En 1981 publica un nuevo libro de poema, Amar sin amor. En 1995, la Embajada de España lo condecoró con la Medalla del Mérito Civil. Y como dijo nuestro poeta: “En 1936, en enero, yo era Secretario General de la Autonomía de Galicia. Habíamos decidido por el 90% del voto popular que Galicia quería ser libre, gobernarse por sí misma. Los pueblos como los hombres tienen el derecho a dirigir su destino”.

Francisco Arias Solís

La primera víctima de la guerra es la infancia.

Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre.

URL: http://www.internautasporlapaz.org

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