martes, 10 de febrero de 2009

Charles Darwin por Francisco Arias Solis

EN EL BICENTENARIO DE CHARLES DARWIN
(1809-1882)

“El hombre aún lleva impresa en su estructura corpórea
la huella indeleble de su humilde origen...”
Charles Darwin.

LA VOZ DEL DARWINISMO

Gaspar Núñez de Arce publicó en 1875 un libro de poemas titulado Gritos de combate en el que expresa ideas filosóficas en poesía, en este sentido, es particularmente interesante su poema “A Darwin”, donde revela su fe religiosa y el desconcierto que le producía época para él tan descreída. El poema a Darwin es una burla de las teorías evolucionistas que empezaron a conocerse en España a raíz de la Revolución de 1868. Núñez ridiculiza el darwinismo en nombre de la religión y la moral. En los últimos ciento cincuenta años, afortunadamente, hasta nuestros poetas han evolucionado.

Darwin plenamente convencido de que la selección era uno de los principales fundamentos para éxito de las mejoras útiles en las razas de plantas y animales, su teoría de la evolución está basada en la selección natural.

El naturalista inglés Charles Robert Darwin nació en Shreswury, Shropshire, 12 de febrero de 1809 y falleció en Downe, Kent, el 19 de abril de 1882. Hijo de una familia acomodada, su padre era un médico prestigioso y su madre descendiente de un célebre ceramista. En 1825 inicia la carrera de Medicina en la Universidad de Edimburgo, sin llegar a terminarla, y, posteriormente, los estudios eclesiásticos en Cambridge, a los que tampoco da fin. Se interesa por las ciencias naturales y publica algunos trabajos. Acepta un puesto como naturalista en la expedición científica que realiza el navío Beagle (1831-1836). Durante la travesía, elabora las ideas que le han proporcionado fama universal. El 29 de enero de 1839 contrae matrimonio con su prima Emma Wedgwood. Se establecieron en Londres hasta el otoño de 1842, cuando la familia fija su residencia en Downe, llevando un estilo de vida adecuado a sus frecuentes periodos de convalecencia debidos a su enfermedad, posiblemente contraída durante la expedición y se retira al campo dedicado sólo a sus especulaciones.

Darwin más que biólogo es un naturalista de estilo clásico. De todos modos ha sido muy discutido y criticado, dada su extraordinaria influencia en el avance de la ciencia en la historia de la Humanidad.

Durante su viaje en el Beagle observa en las costas sudamericanas, islas de Galápagos, Nueva Zelanda y Australia, que los fenómenos naturales pueden ser explicados, mejor que por creaciones sucesivas, por una evolución gradual. La fauna de las islas pequeñas, diferente de la continental, se ha podido conservar gracias a que no se ve acosada por especies más perfeccionadas que compitan con ellas. Los animales que han sobrevivido a las dificultades vitales, a los cambios ambientales o a la competencia de otras especies son aquellos que muestran variaciones favorables de sus caracteres, lo que Darwin llama “la lucha de por la existencia”. También el medio ejerce una acción selectiva, conservando a los individuos mejor dotados y eliminando a los carentes de cualidades adecuadas. “No es la más fuerte de las especies la que sobrevive –decía Darwin-, tampoco es la más inteligente la que sobrevive. Es aquella que es más adaptable al cambio”.

Sus ideas fueron expuestas en diversas publicaciones, de la que destaca por la fama adquirida El origen de las especies por selección natural (1859), que causa impresión en los medios científicos y da origen al darwinismo. En ella Darwin derroca la tesis de Lamarck, que considera que las variaciones adquiridas por los seres vivos por la acción del medio ambiente son transmisibles por herencia, y la sustituye por la acción modeladora del medio, por una selección en la que juega un importante papel la lucha por la subsistencia. El mecanismo de esa evolución lo encuentra en la lectura de Malthus acerca de los problemas de la población. Como los seres están sometidos a variaciones, se mantendrán los que en tales variaciones demuestren mayor aptitud para sobrevivir. A ello acompaña también una selección sexual, en la lucha por la posesión de las hembras.

Otras obras destacables son : La descendencia humana (1871), El origen del hombre y la selección en relación al sexo (1871), La expresión de las emociones en el hombre y los animales (1872), Las plantas insectívoras (1875), Los efectos de la fecundación directa (1877), Las diferentes formas de las flores (1879) y El poder del movimiento de las plantas (1880). Y como dijo el ilustre naturalista: “El amor por todas las criaturas vivientes es el más noble atributo del hombre”.

Francisco Arias Solis
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Paz y libertad.

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Gracias.

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