ALGERNON CHARLES SWINBURNE
(1837-1909)
“Y toda su cara era miel para mi boca
y todo su cuerpo era alimento para mis ojos...”
Algernon Charles Swinburne.
LA VOZ DEL ARISTÓCRATA REVOLUCIONARIO
Swinburne es un ejemplo de aristócrata revolucionario en las ideas. Hijo de familia noble, se educó en la lectura de los poetas franceses Víctor Hugo, Baudelaire, Gautier, al propio tiempo que en la de Shelley y de Rossetti, del cual fue amigo, y, violento en sus pasiones, en sus entusiasmos y odios, escribió una clase de poesía aparatosa, musical, ruidosa, llena de arte, con más inclinación a la blasfemia, para “asustar al buen burgués” , o bien al más franco paganismo, que a tendencia alguna de las que puedan señalarse en él. Fue tan precoz que se dice a los once años de edad publicaba ya una poesía en el Frazer’s Magazine, y a los veintinueve era célebre con su tomo de poesías Poemas y baladas, que es de 1866. Verdad que este éxito fue más bien de escándalo, porque se juzgó el libro harto pecaminoso, y esto es lo que él deseaba, pero ya un año antes había demostrado su maestría en el manejo del verso con la traducción de una tragedia griega: Atalanta en Calidón. Swinburne es ante todo el poeta de la belleza y de la libertad, que canta con un esplendor culto. Las dotes naturales de Swinburne eran más líricas que dramáticas, y resplandecen con frecuencia en sus libros.
Algernon Charles Swinburne nació en Londres el 5 de abril de 1837 y falleció en la misma ciudad el 10 de abril de 1909. De origen noble, estudió en Eton y en el Baillot College de Oxford. Compañero y amigo de Dante Gabriel Rosseti, Edward Burne-Jones y William Morris, admirador y corresponsal de Charles Baudelaire, decadentista y partidario de “el arte por el arte”, su primer trabajo literario que salió a la luz pública fue un volumen que contenía los dramas La reina madre y Rosamond (1860).
Swimburne conquistó cierto reconocimiento con las tragedias en verso Atalanta en Calidón (1865) y Chasterlard (1865), pero el libro que realmente le proporcionó notoriedad fue Poemas y baladas, aparecido en 1866 y que causó un gran escándalo por su contenido erótico. La lucha de independencia nacional italiana le inspiró Odas a Mazzini ( 1856-1857), Canto de Italia (1867) y Cantos antes de levantarse el sol (1871). A esta etapa exaltada, pagana y anarquizante corresponden también Bothwell (1874), Erecteo (1876), la novela erótica Lesbia Brandon (1877) y la segunda parte de Poemas y baladas (1878). En 1789 su precaria salud le obligó a instalarse en el campo en compañía de sus amigo Watts-Dunton, y en este retiro escribió, entre otras obras, los libros de poemas: Cantos de la marea (1880), Tristán de Lyonesse (1882), poema caballeresco, y la tercera parte de Poemas y baladas (1889), carente de la intensidad de sus primeras composiciones; y las piezas dramáticas: María Estuardo (1881), Locrine (1889) y Las hermanas (1892). Durante este periodo cambió por completo su personalidad y se convirtió en el más respetable de los poetas imperiales. De particular interés resultan sus ensayos críticos sobre Charlotte Brontë, Víctor Hugo, William Blake y William Shakespeare. El poeta inglés nos dejó dicho: “El bien dijo al mal: hermano mío”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Será vano el intento de humanizar las guerras. Lo humano es evitarlas.
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Gracias
sábado, 2 de agosto de 2008
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