FORO LIBRE
ASOCIACION CULTURAL, ARTISTICA Y LITERARIA (Fundada en 1992)
Francisco Arias Solís - Presidente ~ Plaza San Severiano, 2 ~ 11007 - CADIZ
e-mail: pazylibertad@arrakis.es
URL: http://www.arrakis.es/~aarias
“Lo difícil es ganar miles,
los millones se amontonan sin trabajo.”
Gógol.
HOMENAJE DE FORO LIBRE A GÓGOL
El próximo lunes, día 27, a las 20.00 horas, en la cafetería-restaurante El Cantábrico (Avda. Cayetano del Toro, 21 - Cádiz), la Asociación Cultural, Artística y Literaria FORO LIBRE celebrará un encuentro literario sobre la vida y la obra del poeta del escritor ruso Nicolái Vasílievich Gógol (1809-1852), con motivo de su bicentenario.
Si Puchkin y Lermentov fijaron la prosa artística rusa, otro gran autor acabó de enriquecerla, sentando en ella las bases del futuro realismo: Nicolái Vasílievich Gógol, que pertenece a la gloriosa generación del 1830, la de tipo romántico. Gógol se presentó siempre no sólo como un admirador, sino como un discípulo de Puchkin al cual solía consultar cuanto escribía y de quien confesaba haber recibido la idea primordial o el asunto de algunas de sus obras. Las principales que escribió son las Veladas en una granja cerca de Dikanka; Mirgorod, Arabescos, El inspector (comedia), El capote, y la que deseó que fuera su obra maestra y más que una novela es una especie de poema épico en prosa o una trilogía que quedó sin terminar: Las almas muertas. De las tres partes de que había de constar sólo una quedó terminada, la primera, a pesar de trabajar en el conjunto durante varios años.
Nicolái Vasílievich Gógol nace en Soróchintsi, Poltava, el 1 de abril de 1809. Fracasado en sus comienzos, Pushkin le ayudó a publicar sus Veladas en una granja cerca de Dikanka (1831-1832), ocho relatos inspirados en los románticos alemanes y en el folklore ucraniano, en los que se mezclan lo real y lo fantástico. Gógol llega a ser profesor de Historia de Rusia en las Universidades de Kiev y de San Petersburgo. En 1836 publica El inspector, las dotes del humorista que había en Gógol se condensan con fortuna y producen una de las comedias rusas más celebradas y reídas por el público. La pintura de los caracteres estaba hecha en tal forma y con tales visos de veracidad que, mientras el público y la corte se reían, los aludidos se volvieron furiosos contra el autor, haciéndole imposible la vida hasta el punto de decidirle a emigrar. Uno de los países que visitó primeramente fue España, donde estudió sobre el terreno y con verdadero amor aquel libro inmortal de Don Quijote, que ya conocía y admiraba desde largo tiempo. Pero no fue aquí donde fijó su residencia, sino en Roma, desde la cual decía él que podía escribir mejor que nunca acerca de Rusia, porque al verla lejos, le parecía que su visión se le aclaraba y más hondamente sentía su tierra. Murió en Moscú, el 4 de marzo de 1852, en uno de los ataques, no muy claramente explicados, que padecía y que le inutilizaron por completo para la alta producción semidantesca a que aspiraba. Él mismo quemó gran parte de lo que había escrito para terminar Almas muertas, que quedaron incompletas, y murió voluntariamente pobre, olvidado por unos y odiados por otros, cuando no contaba más que cuarenta y tres años. A Turguenev le costó el ser desterrado el haberle calificado de grande hombre en una carta. Y, sin embargo, no había dicho más que la verdad. En las obras de aquel escritor tan injustamente rechazado por su público, o rodeado de un silencio hostil, estaba la semilla de la literatura rusa del futuro. Leyéndole se ocurre pronto el expresivo y conciso comentario que le puso Puchkin a la lectura que él le hizo de Almas muertas: “¡Qué triste es nuestra Rusia!”
Francisco Arias Solís
No hagamos las paces con la guerra, ni tampoco levantemos guerras con la paz.
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:
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Gracias.
jueves, 26 de marzo de 2009
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