BENITO ARIAS MONTANO
(1527-1598)
“Quien las graves congojas huir desea,
de que está nuestra vida siempre llena,
ame la soledad quieta, amena,
donde las ocasiones nunca vea.”
Benito Arias Montano.
LA VOZ DEL SABIO HUMANISTA
La obra fundamental de este hombre eminente es la escriturística y de interpretación bíblica en la que destacan sus comentarios a libros sagrados y varios estudios encaminados a la mejor inteligencia del texto bíblico. También tiene obras piadosas, científicas y literarias. La fundamental, sin embargo, y por la que ha pasado a la historia, es su trabajo de dirección de la Biblia Regia.
Benito Arias Montano nació en Fregenal de la Sierra, provincia de Badajoz, en 1527 y murió en Sevilla el 6 de julio de 1598. Estudió en Sevilla y en Alcalá, donde se especializó en Filosofía y Teología, así como en lenguas antiguas (griego, hebreo, caldeo, siriaco) en las que era perito. En 1560, siendo ya sacerdote, ingresó en la Orden Militar de Santiago; en 1562 acompañó a Martín Pérez de Ayala al Concilio de Trento, con gran éxito; en 1566 fue nombrado capellán real; en 1568 el rey le envió a Amberes para dirigir la nueva edición políglota de la Biblia, la que se llamaría Biblia Regia. En los años siguientes, Arias Montano tuvo que defenderse de diversas acusaciones de hebraizante y menospreciador de la Vulgata. La impresión de la Biblia Regia, hecha por Cristóbal Plantin, en ocho volúmenes, duró de 1569 a 1572; una vez concluida dicha reimpresión, Montano regresó a España, donde fue comisionado por el rey para una misión en Lisboa y, sobre todo, para la catalogación de la Biblioteca de El Escorial. Sin embargo, su predilección iba por la retirada: la mayor parte del tiempo en los últimos años de su vida lo pasó en La Peña de Aracena, un rincón de la sierra de Aracena, que convirtió en delicioso lugar de retiro.
Los trabajos de Arias Montano se centran en cuatro campos. Como traductor, vertió del hebreo al latín el Itinerario de Benjamín de Tudela. Como poeta, escribía en latín con gran facilidad: son excelentes sus Rhetoricorum libri III, Hymni et Saecula, etc.; en sus poesías castellanas imita a Fray Luis de León, como lo demuestra en la Paráfrasis del Cantar de los Cantares. De su obra como teólogo y filósofo destacan la Historia Naturae y el Liber generationis Adanm seu de historia generis humani. Por último, su labor más importante, la de exegeta bíblico, aparece en la dirección de la Biblia Políglota de Amberes y en los comentarios a los Salmos de David.
La Políglota de Amberes ha sido muy elogiada. No obstante, ya en su tiempo, creó grandes dificultades a Arias Montano, que tuvo que defenderse varias veces de insistentes acusaciones inquisitoriales.
En realidad, bajo esta cuestión de la Políglota se halla un problema central en las disputas teológicas del siglo XVI: la de cuál es el verdadero texto de la Biblia. Según los escolásticos, que eran en general, lo más reaccionarios, el texto hebreo del Viejo Testamento se había falsificado por los rabinos; de aquí que aquéllos prefiriesen la edición autorizada por la tradición católica, es decir, la Vulgata de San Jerónimo, para cuya traducción se creía que dicho santo recibió una Gracia especial. En realidad, bajo este argumento se ocultaba en España un fuerte impulso que nada tenía que ver con motivos científicos: el profundo antisemitismo de grandes sectores de la población española, que llegaba hasta el rechazo de fuentes judías en el trabajo escriturístico.
Las últimas investigaciones sobre la vida y el pensamiento de Arias Montano, han confirmado que era un hombre que pisaba sin duda el terreno de la heterodoxia. Rekers ha demostrado satisfactoriamente que Arias Montano perteneció a la secta espiritualista de la Familia Charitatis, a la que se convirtió durante su estancia en Amberes. Arias Montano entró en la secta, sin duda, por la amistad que mantuvo durante sus años en Amberes con el impresor Cristóbal Plantin, a quien durante épocas enteras veía a diario. Y respecto a la heterodoxia de la secta, tampoco parece haber dudas; se ha tratado de desvirtuar este aspecto sobre la base de la poca importancia que concedían a las prácticas religiosas exteriores, principio por el cual se adaptaban de hecho a cualquiera de éstas. Sin embargo, ello parece deberse a una táctica premeditada ante el peligro que representaba entonces expresarse abiertamente contra los principios de la religión estatal; los familistas jamás actuaron contra el poder establecido, y si es verdad que tampoco rompieron con el papa, también lo es que entre ellos ignoraban su autoridad.
“Está por escribir un estudio completo de esta forma clandestina de erasmismo –decía Rekers- que hace su aparición bajo capa de biblismo y espiritualismo y por influjo de Arias Montano en la España del finales del siglo XVI”.
Francisco Arias Solís
La guerra es un mal que deshonra al género humano.
XIII Festival Poético por la Paz y la Libertad en homaje a Benedetti.
URL: http://www.internautasporlapaz.org
Nos gustaría contar con la participación de numerosos poetas.
Gracias.
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