lunes, 18 de enero de 2010

Jesús Izcaray por Francisco Arias Solís


EN EL 30º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JESÚS IZCARAY
(1908-1980)

“Una noche, a mediados de noviembre, las bombas
incendiarias convirtieron el centro de la ciudad en una
ancha hoguera. Ya nos habíamos acostumbrado a vivir
sin luz. Pero aquella noche se iluminó nuestra ciudad.
Cayeron bombas incendiarias en la calle de Alcalá y otras
vías cercanas. Subían las llamas al cielo. ¡Todo Madrid
va a arder!”
Jesús Izcaray. Estampa (diciembre 1936).


LA VOZ DE UN COMBATIENTE Y ESCRITOR INFATIGABLE

El novelista bejarano Jesús Izcaray posee una obra considerable e importante, con las características propias del realismo social, y dentro de éste, en su línea extrema, la de una novela de tipo político, en defensa de la ideología comunista. Está considerado, por algunos críticos, como el más fiel representante de la novela social española.

Jesús Izcaray Cebriano nació en Béjar, Salamanca, en 1908. Hijo de madre soltera, su madre se dedicaba a vender bollos por las calles. En 1916 se trasladó a Madrid con una tía suya y, desde allí, a Burgos, en 1921. Durante su servicio militar en el Regimiento Militar León, volvió a Madrid. Comenzó a trabajar en la redacción del periódico El Imparcial. Más tarde trabajaría en la redacción de los diarios El Heraldo de Madrid, La Voz y Luz. Se afilió a la Unión General de Trabajadores y participó en varias tertulias literarias. En 1936 pasó a la redacción del diario Ahora, siendo cronista de la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco hasta el final de la misma, lo que simultaneó en las redacciones de Mundo Obrero y de la revista Estampa. En 1937 es nombrado redactor jefe de Mundo Obrero. En 1938 es subdirector de Frente Rojo. En ese año se le concedió el Premio Nacional de Literatura. En febrero de 1939 emprende el camino del exilio, cruzando los Pirineos por Portbou, y después de una corta estancia en el campo de concentración francés de Argelès-sur- Mer, en mayo, embarcó, en el mítico “Sinaia”, “repleto, -diría posteriormente Izcaray-, hasta la bodega de republicanos españoles”, hacia México. Comienza a trabajar de redactor jefe del primer periódico del exilio republicano España Popular. En 1944 regresa clandestinamente a España. En 1945, dirige el Partido Comunista de Valencia, su actividad y participación de las guerrillas en esos años fueron publicadas posteriormente en Mundo Obrero, crónicas que fueron editadas bajo el título de Las guerrillas de Levante. Fue colaborador de la revista Independencia “Revista quincenal de cultura española”, cuyo primer número fue publicado en París, en octubre de 1946. En 1949 se establece en París, regresando a España en 1976, fijando su residencia en Madrid, donde falleció el 10 de enero de 1980, a los setenta y un años de edad.

La primera novela de Izcaray La hondonada se publica en México en 1961, le siguen Noche adelante (1962), Las ruinas de la muralla (1965), en la que intenta forjar una amplia imagen de España, a través de diversos sectores y de varias generaciones, Madame García tras los cristales (1969), se centra en una mujer, Madame García, quien, en los comienzos de una edad madura y fracasada, evoca antiguos recuerdos, lo que utiliza el autor para rememorar la vida de las guerrillas, en los años del maquis, Un muchacho en la Puerta del Sol (1973) y Cuando estallaron los volcanes (1979). Sus crónicas de la guerra española se han recogido en el volumen, La guerra que yo viví. Crónicas de los frentes españoles (1936-1939) (1978). Y como dijo el escritor bejarano, al referirse a sus amigos periodistas exiliados: “Igual que Falla, todos llevábamos el reloj -el reloj interior- con el de la Puerta del Sol. ¡La Puerta del Sol!...”
Francisco Arias Solís
El bárbaro e inhumano capitalismo no es más que una forma más hipócrita, y por eso también más horrible, del feroz y brutal canibalismo. (Frase de Fermín Salvochea glosada en el libro: 102 razones para recordar a Salvochea)

Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre.

URL: http://www.internautasporlapaz.org

No hay comentarios: