sábado, 23 de enero de 2010
Clemente Cimorra por Francisco Arias Solís
CLEMENTE CIMORRA
(1900-1958)
“Él sabía todo lo que iba a ocurrir con los militares
traidores, desde que empezaron a no saludarle
y perseguirle muchos de sus compañeros.
Se lo dijo a todo el mundo, y cuando la cosa
no tenía remedio, se puso a defender a España,
a su independencia y a su justicia”.
Clemente Cimorra.
LA VOZ DEL HOMBRE DEL CLAVEL ROJO
Al periodista, novelista, ensayista, biógrafo y traductor Clemente Cimorra sus amigos le llamaban el hombre del clavel. Siempre aparecía con su clavel rojo en la solapa. Tampoco dejó su cante “jondo” ni en las noches de guerra. En su exilio argentino, siendo periodista de Crítica, el diario más popular de Buenos Aires, una florista, todas las mañanas, le tenía preparado su clavel.
Clemente Cimorra nace en Oviedo el 29 de mayo de 1900 y fallece en Buenos Aires en 1958. Periodista y militante de Partido Comunista de España, es redactor de Mundo Obrero, y pertenece a la Alianza de Intelectuales Antifascistas para la Defensa de la Cultura. En colaboración con su hermano Eusebio, escribe el drama Acusación (1932), sobre la situación del proletariado en Cataluña. En julio de 1937 su cuento Cante y silencio en Sierra Morena, obtuvo el primer premio del concurso de cuentos de guerra organizado por el diario Heraldo de Madrid, uno de los de mayor circulación de España. Sus crónicas periodísticas de guerra fueron recopiladas en dos volúmenes: España en las trincheras y Héroes del Pirineo español. En el primer volumen, correspondiente a las crónicas de los primeros meses de la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco, denuncia la invasión sufrida por España por tropas alemanas e italianas y exalta el espíritu de sacrificio y de lucha de los defensores de la libertad. En el segundo, relata la resistencia del pueblo español y su voluntad de lucha, así como, la retirada de la 43ª División a territorio francés, criticando con dureza el comportamiento de las democracias occidentales.
Clemente Cimorra llega a Buenos Aires a bordo del vapor francés “Massilia”, que había partido de Pellice (Francia) el 18 de octubre de 1939, con destino a Santiago de Chile y que arriba al puerto de Buenos Aires, sin permiso de desembarco, el domingo 5 de noviembre, consiguiéndose que un numeroso grupo de intelectuales españoles de los que trasladaba pudiera desembarcar en Buenos Aires. En la ciudad porteña se exilia de modo definitivo. Fue colaborador de Pensamiento Español, revista del exilio aparecida en 1942. También pertenece al Centro Republicano Español de Buenos Aires. Con su ensayo La obra asturianista de Jovellanos, participa en el Homenaje a Jovellanos del Centro Asturiano de Buenos Aires en el bicentenario de su nacimiento, junto con otros destacados intelectuales del exilio, Francisco Ayala, Ángel Ossorio y Gallardo, Claudio Sánchez Albornoz, entre otros.
La obra de Cimorra es en su mayor parte denuncia social y testimonio de la guerra y del exilio. En su exilio publica algunas novelas de inspiración realista, El bloqueo del hombre. Novela del drama de España (1940), Gente sin suelo. Novela del éxodo civil (1942), La simiente. Novela de los hijos de la guerra (1942), en la que aborda la tragedia sufrida por Europa, Dock: el medallón de los tritones (1943), en la que nos muestra las grandes urbes marítimas, Cuatro en la piel de toro (1952), novela en la que rememora a Valle-Inclán y El caballista (1957), en la que el protagonista es un pícaro clásico. Como ensayista sus obras más destacadas son El cante jondo. Origen y realidad folklórica (1943), España en sí (1941), Los gitanos (1944), Cervantes (1944), Historia de la tauromaquia. Cronicón español (1945), Historia del periodismo (1946), Quevedo (1946) y Galdós (1947). Escribe también una obra de literatura histórica Los capitanes de Rojas; descubrimiento y entrada al Norte Argentino (1945) y una biografía novelada Godoy en la España de los majos (1946). En 1940 publica la biografía Vida y naufragios de Cabeza de Vaca, dos años más tarde, Los hombres del drama: Timoshenko y, en 1946, Rockefeller y su tiempo y Ricardo Corazón de León. En 1942 publica la traducción La Francia de hoy. De Laval a Laval, de Alexandre Nesviginsky, y, en 1945, Carne viva; el drama de Francia bajo la metralla y la ocupación alemana, de Georges Duhamel.
Clemente Cimorra, como tantos otros, luchó por la legalidad democrática y por la defensa de la libertad. Y como nos dijo el escritor ovetense: “Eran los mejores hijos de España”.
Francisco Arias Solís
Hay que trabajar con fe y energía, con entusiasmo y firmeza, con constancia y valor, hasta conseguir que el pueblo despierte... (Frase de Fermín Salvochea glosada en el libro: 102 razones para recordar a Salvochea).
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1 comentario:
Señor Francisco Arias, le escribe Sergio E. Sartorio de Buenos Aires, Argentina. Es un placer conocerle, como así también haber leído esta tan interesante semblanza de Clemente Cimorra, muy agradecido. En este momento estoy ocupado en una investigación sobre la actividad flamenca en mi país, colaborando con la Universidad de Sevilla, pero también recopilando información para mi programa radiofónico: "Clavijas de Madera".
He dado con unos datos que tal vez les resulte de interés. Por un lado contarle que Cimorra colaboró también con la revista "Arte Español", que llevaba por subtítulo: "Canciones y Estampaas de la Madre Patria", donde escribía sobre cante y baile flamenco, (estamos hablando de mediados de los cincuenta). Y por otro que en uno de sus números se encuentra la necrológica donde se detalla la fecha exacta de su deceso: 1° de septiembre de 1957.
Cito textualmente:
Clemente Cimorra
su fallecimiento
El 1° de Septiembre falleció el escritor y periodista Clemente Cimorra
Pero más que el periodista sagaz y que el escritor avezado, desaparece el amigo leal, sincero, que escondía bajo su perpetua seriedad, un corazón de niño.
Desde su Asturias natal llegó a estas tierras de América y, paseandero incansable de la españolísima Avenida de Mayo, supo conquistarse amigos verdaderos.
Escritor de fuste, acababa de poner término a "El Caballista", la novela que no verá aparecer. ARTE ESPAÑOL tuvo la fortuna de contarlo como asiduo colaborador y desde sus páginas le da el postrer adiós de periodista y camarada.
Septiembre de 1957.
Adolfo C. Martínez.
Revista Arte Español, Año IV, N°25, Oct. - Nov. de 1957.
Un cordial saludo desde Argentina, Sergio E. Sartorio.
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