lunes, 1 de marzo de 2010
Fabián Vidal por Francisco Arias Solís
FABIÁN VIDAL
(1883-1948)
“Sagasta comprendió a los españoles pero no a
España. Cánovas no supo jamás de qué madera
estaban formados sus compatriotas...”
Fabián Vidal.
LA VOZ DE UN EXCELENTE PERIODISTA GRANADINO
El escritor y excelente periodista granadino Enrique Fajardo Fernández, más conocido bajo el seudónimo de Fabián Vidal, muy renombrado por sus campañas aliadófilas durante la primera guerra mundial, redactor-jefe de La Correspondencia de España y director del popular diario madrileño La Voz, al finalizar la guerra se exilió en México, y escribió un interesantísimo artículo en el Excelsior, en el que expone la actuación militar de los exiliados españoles entre 1939 y 1945. De los 1.200 muertos que costó la oposición armada al desembarco alemán en el norte de Noruega (Narvik), al comienzo de la segunda guerra mundial, según testimonio de un importante diplomático norteamericano, 800 eran republicanos españoles. La única resistencia seria a la invasión del norte de Francia por las tropas nazis se produce en Abbeville, que quedó como una punta de lanza durante varias semanas, rodeada por los nazis. Esta punta de lanza, según los servicios de información de los aliados, fue provocada por unos 50.000 republicanos españoles que fueron condecorados en secreto por el Estado Mayor francés. La invasión alemana de una Francia temerosa y atemorizada, llevada a cabo con una moderna caballería mecanizada, motorizada y blindada, produjo el espanto y la retirada enloquecida de los soldados franceses. Los antitanquistas republicanos enseñaron en la práctica como detener el avance de los tanques alemanes, que ya habían sido experimentados en nuestro país durante la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco.
Enrique Fajardo Fernández nació en Granada el 7 de febrero de 1883 y se suicidó en México en 1948. Sin estudios universitarios, desde muy joven desarrolla su labor periodística en los semanarios republicanos granadinos Avante y El Radical, del que sería director a los veinte años de edad, y en el diario Noticiero Granadino. En 1904 se traslada a Madrid y colabora en La Correspondencia de España, donde toma fama como periodista, sin cesar sus colaboraciones con la prensa granadina. Formó parte de la Asociación de la Prensa de Madrid. En 1912 dedicó varios artículos a la revolución en México, en los que aseguraba que se trataba de una insurrección agraria que duraría mucho tiempo. Emiliano Zapata que sabía de aquellos artículos le escribió, pero la carta le llegó cuando Zapata ya había sido asesinado. En su misiva, el líder de la revolución le decía: “Al fin hay un español que está al corriente de lo que aquí sucede. Tiene usted razón”. Con motivo de la primera guerra mundial, en 1916 marchó al frente francés como corresponsal de guerra de La Correspondencia de España. Sus crónicas de guerra, por las que obtuvo la Legión de Honor francesa, fueron recogidas en un volumen con el título Crónicas de la gran guerra, publicado en 1919. El 24 de noviembre de 1918 se celebró en el Hotel Palace de Madrid un “banquete en honor del ilustre crítico de guerra de La Correspondencia de España, D. Enrique Fajardo, que ha popularizado el seudónimo de Fabián Vidal”. En 1919 era redactor de El Sol y desde 1920 hasta 1936 fue director del diario vespertino La Voz, que llegó a competir en tirada con los diarios madrileños más difundidos como ABC o Heraldo de Madrid. El 26 de mayo de 1931, con motivo del centenario de la muerte de Mariana Pineda, publica en El defensor de Granada el famoso artículo: “La República y el centenario. Ya somos dignos de Mariana Pineda”, en el que queda patente su entusiasmo por la recién nacida República. “Yo no hubiera venido jamás a Granada -escribía Fabián Vidal-, en tiempos del viejo régimen, para unas fiestas oficiales en honor y memoria de Mariana Pineda, porque hubiera sido no sólo una mentira, sino un sarcasmo y una profanación. Pero ya España es otra. La noche negra de la dictadura vio disipadas sus tinieblas. Luce una aurora. El porvenir parece claro y diáfano. Y los españoles y los granadinos podemos ir ante la estatua de la sacrificada con el pecho franco y los ojos brillantes. Y es que por primera vez, desde hace un siglo, somos dignos de Marianita, la inmortal”. En las elecciones de 1931 a Cortes Constituyentes de la Segunda República Española fue elegido diputado, por la provincia de Granada, en la lista del Partido Republicano Autónomo. Al finalizar la guerra fue denunciado por haber sido director de La Voz y fue condenado por el Tribunal de Responsabilidades Políticas a nueves años de extrañamiento. Se tuvo que exiliar en México donde terminó suicidándose.
Se conserva una novela de Fabián Vidal En el aire, que apareció publicada en la colección Los Contemporáneos en 1924. En Barcelona se publicó su libro El ejército de la Monarquía y el ejército de la República. Y volvamos a su Granada, a la conmemoración del centenario de la muerte de la heroína de la libertad, a su artículo de El Defensor de Granada, en el que el excelente periodista nos dijo: “Y por fin, el pueblo y el Gobierno de España, que hoy son una misma cosa, se unen para rendir homenaje a Mariana Pineda el homenaje popular y oficial que su sacrificio heroico merecía”.
Francisco Arias Solís
“En la bandera de la Libertad
bordé el amor más grande de mi vida.”
Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre.
URL: http://www.internautasporlapaz.org
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