viernes, 5 de marzo de 2010

Felipe Alaiz por Francisco Arias Solís


FELIPE ALAIZ DE PABLO
(1887-1959)

“En nuestros debates surge como apelación celeste el
culto al heroísmo. Todas nuestras victorias, sin embargo,
se han conseguido por actividad conjunta, en la que no
hizo falta el sacrificio heroico de nadie, sino la
solidaridad de todos.”
Felipe Alaiz.

LA VOZ IGNORADA POR LA HISTORIA DE LA LITERATURA ESPAÑOLA

Felipe Alaiz ha sido el escritor más relevante del movimiento libertario, redactor de El Sol, fundador de la Revista de Aragón, director de las publicaciones Aragón, Los Galeotes, Tierra y Libertad, Solidaridad Obrera, Acracia, también fue el primer director de C.N.T., órgano del Comité Nacional del M.L.E.-C.N.T. en Francia, aparecido en Toulouse tras la liberación, escritor muy leído en los años anteriores a la guerra española, autor de una gran cantidad de artículos en múltiples publicaciones y de numerosos libros, y con una importante labor como traductor, no obstante, todavía la historia de la literatura oficial de este país le sigue ignorando.

Felipe Alaiz de Pablo nació en Belver de Cinca, Huesca, el 23 mayo de 1887 y falleció en París el 8 de abril de 1959. Hijo de un capitán de infantería que participó en la guerra de Cuba, con pocos años se trasladó a Albalate de Cinca, de donde era originaria su familia. Estudió en Lérida, Huesca y Zaragoza y desde muy joven se dedicó al periodismo, colaborando en varias publicaciones aragonesas como Diario de Huesca, Heraldo de Aragón, El Ebro, El Ideal de Aragón, Tierra aragonesa, Aragón, de la que llegó a ser director y en 1919 fundó la Revista de Aragón. En las colaboraciones de esta época deja ver su admiración por Joaquín Costa y cierto aragonesismo reivindicativo. Invitado por Ortega y Gasset inicia sus colaboraciones en el diario El Sol de Madrid bajo el título “Temas aragoneses”. Poco después se entregó por completo al movimiento libertario, siendo perseguido por sus artículos por los que sufrió todo tipo de villanías, como incontables sanciones, reclusiones en distintas cárceles, etc., compromiso libertario que no llegaría a terminar más que con su muerte en el exilio. Alaiz que utilizó también los seudónimos de Calatraveño, Rodela y Clavileño, no cesó de publicar en diversas publicaciones libertarias y republicanas Solidaridad Obrera, Cultura y Acción, La Batalla, Crisol, El Luchador, España Nueva, La Revista Blanca, Tierra y Libertad, Lucha Social, La Noche, El Día Gráfico: Diario Republicano, entre otras. Participó en el célebre Congreso Nacional de la Confederación Nacional del Trabajo celebrado en diciembre de 1919 en el Teatro de la Comedia de Madrid y, en 1920, ya era miembro del Comité Regional de Cataluña de la CNT. Durante la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco fue de los anarquistas que se opuso a la participación de la CNT en el gobierno de la República, lo que explicaría su aislamiento en Lérida. Al finalizar la guerra cruzó los Pirineos y después de pasar por un campo de concentración del Midi, vivió en varias ciudades francesas del sur hasta su instalación definitiva en París. Colaboró en diversas publicaciones libertarias del exilio como Ruta y Cenit y fue director de C.N.T. En la escisión de la CNT que tuvo lugar en 1945 se alineó con los “apolíticos”.

Entre sus numerosas novelas cortas citaremos: Oro molido (1923), Elisabeth (1923), Amor mío, ven temprano (1926), El grumete (1926), El voluntario superviviente (1927), Sociología del lobo (1927), Un club de mujeres fatales (1931), María se me fuga de la novela (1932), Brujerío (1932) y El aparecido (1935). En 1924 publica Quinet, su único relato largo. Entre sus folletos, estudios y ensayos mencionaremos: El trabajo será un derecho (1922), Cardenal Soldevilla (1923), “El poeta” condenado a muerte. “Shum”, el caricaturista (1924), Cómo se aprovecha una biblioteca (1933), Cómo se hace un diario (1933), La expropiación invisible (1933), El problema de la tierra. Reforma agraria y expropiación social (1935), El deporte, función social y carácter espectacular. La salud por la autodisciplina (1936), Para que la propaganda sea eficaz (1936-1939), Iniciación para el estudio de las ciencias experimentales (1937), Por una economía solidaria entre el campo y la ciudad (1937), Arte de escribir sin arte (1938), Universidad popular (1938), Vida y muerte de Ramón Acín (1938) y V. Blasco Ibañez (1938). Es muy interesante su libro Durruti. Biografía del héroe de la Revolución de Julio (1937). En su exilio escribió diversos folletos entre los que destacan: Hacia una Federación de Autonomías Ibéricas (1945) y La zarpa de Stalin sobre Europa (1948). Póstumamente apareció su obra Tipos españoles (2 vols. 1962 y 1965, respectivamente). También hemos de mencionar su notable labor como traductor de Upton Sinclair, Dos Pasos y Wells. Y como dijo la voz ignorada por la historia de la literatura oficial de nuestro país: “No es el hombre quien ha de hablar como un libro abierto, sino el libro abierto quien debe hablar como un hombre”.

Francisco Arias Solís

“En la bandera de la Libertad
bordé el amor más grande de mi vida.”

Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre.

URL: http://www.internautasporlapaz.org

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