viernes, 23 de abril de 2010
La leve voz de tu carta - Francisco Arias Solís
LA LEVE VOZ DE TU CARTA
“Allá va mi carta cálida
paloma forjada al fuego,
con las dos alas plegadas
y la dirección en medio.”
Miguel Hernández.
PARA SENTIR LA PRIMAVERA EN TU RECUERDO
El río está blanco bajo la luna y negro en la sombra. ¿Y tú estarás durmiendo? ¿Sueñas? ¿De qué color son tus sueños? Ya han pasado casi seis meses desde que dimos aquel paseo por la orilla del mar. Sigo pensando en ti, sueño con tu rostro, con tu sonrisa, con tu voz violenta y dulce al mismo tiempo.
Todo lo que se puede contar tiene un término. De hecho, no existe más infinito que el cielo, a causa de sus estrellas; y el mar, por sus gotas de agua. Todo lo demás es pequeño. Por eso cuando te hablo de mi amor por ti, siempre lo he de comparar con el cielo o con el mar. ¡No tengas miedo de que te olvide! Sabes muy bien que no se olvida a una mujer como tú.
Dices, en tu carta, que me analizo demasiado. Pero a mí me parece que no me conozco lo suficiente. Jamás te he mentido; te amé instintivamente; y no es que me propusiera gustarte: todo sucedió porque tenía que suceder.
¡Anda, ríete! Hoy estoy alegre, no sé por qué. Pero no me digas que es el dinero lo que me ha impedido ser feliz, que si hubiera encontrado un trabajo me encontraría mejor. ¡Como si bastara tener un trabajo para ser feliz en este mundo! Todo eso ya me lo han dicho un montón de personas, así que no quiero oírlo de tus labios: los estropea, no están hechos para eso. No creas que soy un perezoso y que paso mis días mirando al techo; soy por naturaleza activo y laborioso. Escribo mucho y leo más, mucho más.
Al recordar todo lo que disfruté a tu lado paseando por la orilla del mar hago como los árabes que un día al año se vuelven hacia Granada y lloran por la bella tierra que perdieron. ¿Acaso no nos agarramos siempre a nuestro pasado por muy reciente que sea? En nuestro apetito de vida, rumiamos las sensaciones de otros tiempos, soñamos con las que nos depara el porvenir.
El amor –igual que todo lo demás- no es sino una manera de ver y sentir. ¿Qué quieres que yo le haga? Amo a mi manera. Pero te amo, no lo dudes. Me reprendes por todo lo que escribo, por todas mis ideas, hasta por aquellas que nada tienen que ver con nosotros dos. Pero di lo que quieras, me gusta tu escritura. Escribe cualquier cosa. Quiero que me lo cuentes todo, ¿entiendes?, todo y que me des muchos detalles. Necesito la leve voz de tu carta.
Hace frío , casi todos los árboles de esta tierra están desnudos; mi pensamiento friolero huye y vuela hacia ti para sentir la primavera en tu recuerdo. Me parece que el amor debe ser más fuerte que todo, que la ausencia, que la desgracia y que el olvido.
Quisiera verte feliz. Cuando camino silencioso durante horas enteras por la arena de la playa y oyendo romperse las conchas bajo mis pies y el ruido acompasado del mar, suele venir tu imagen a mi mente, me sigue y me acompaña; veo tu rostro de nuevo, me pregunto que estarás haciendo, o pensando, o soñando... Y luego, de ti mi pensamiento retorna hacia mí y me pongo más triste, más sombrío, me emociono... y añado para mi interior: tal vez ella acaba de releer aquellos versos que tanto le gustaron: “Me han dicho que hay una flor, / de todas la más humilde: / flor que quisiera yo darte, / flor llamada no me olvides”.
Francisco Arias Solís
A la calle contra el olvido y contra el juicio a Garzón.
DEMÓCRATAS CON EL JUEZ BALTASAR GARZÓN
Asociación por una justicia democrática y una judicatura digna.
Internautas por la Paz y la Libertad y Foro Libre.
URL: http://www.internautasporlapaz.org
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