ALBERTO JIMÉNEZ FRAUD
(1883-1964)
“No puede afirmarse que uno de los dos sistemas
de educación, el humanista o el científico, sea más
o menos apto que el otro para lograr la formación
de una comunidad civilizada.”
Alberto Jiménez Fraud.
LA VOZ DEL DIRECTOR DE LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES
La obra de Jiménez Fraud fue la Residencia de Estudiantes, denominación sencilla y modesta bajo la cual se ocultaban múltiples y complejas actividades. Los estudiantes no recibían en la Residencia ninguna enseñanza regular, pero estaban sometidos, expuestos diríamos, a incitaciones ejemplares de muy variada índole. Desde su fundación fue el primer centro cultural de España y una de las experiencias más vivas y fecundas de creación e intercambio científico y artístico de la Europa de entreguerras.
“Fue entonces –nos cuenta el poeta malagueño Moreno Villa- cuando uno de los hombres más buenos e inteligentes que yo he tropezado, me dijo: “Vente a la Residencia de Estudiantes. Yo necesito en ella unos cuantos hombres jóvenes que, por su rectitud moral, su afición al trabajo y su entusiasmo por las cosas nobles, influyan sin reglamento ni cargos determinados en el ambiente de la casa...”
“No son muchos quienes ahora tienen presentes –decía Américo Castro- el nombre y la obra frágil y exquisita” de Alberto Jiménez Fraud, director de la Residencia de Estudiantes, desde su creación en 1910, por la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, hasta 1936.
Alberto Jiménez Fraud nace en Málaga el 4 de febrero de 1883. Discípulo del maestro de Ronda, Francisco Giner de los Ríos, viajó varias veces a Inglaterra para conocer de cerca el espíritu y la administración de sus modélicos colleges Fue invitado a dirigir en 1910 el embrión de la Residencia de Estudiantes, que fue la gran obra de su vida, y que tanta importancia había de tener en la española. Su matrimonio con Natalia Cossío selló su relación con la Institución Libre de Enseñanza e hizo inseparable para los residentes los nombres de doña Natalia y don Alberto.
Licenciado en Derecho. Ensayista, editor y traductor. Contenido en su ademán, suave en su voz y maneras, su actitud de tolerancia, elegancia espiritual y natural modestia, correspondía a la mejor tradición liberal. Liberal en la línea de Juan Valera, a quién dedicó unos preciosos ensayos (Juan Valera y la Generación de 1868), empeñó su vida en una gran obra educativa. En 1936, Jiménez Fraud marchó a Francia y posteriormente a Inglaterra donde ejerció la docencia en Cambridge y Oxford. La Historia de la Universidad española, recoge unas conferencias pronunciadas en la Universidad de Cambridge; expone en ellas los avatares de las universidades de España, dejando constancia del importante papel desempeñado por la Institución Libre de Enseñanza. “Jiménez Fraud más que historiador que no quiso ser –escribía Alberto Adell-, es ensayista que, con suma lucidez, glosa textos y sucesos”. En 1963, ya jubilado, vuelve a Madrid por poco tiempo para ir después a Ginebra como traductor de la ONU; y allí muere el 23 de abril de 1964.
Había en la Residencia de Estudiantes una buena biblioteca, clase de idiomas y algunos laboratorios de ciencia experimental, en los cuales trabajaban hombres como Severo Ochoa, Negrín, Blas Cabrera, Antonio Medinaveitia, Calandre, Sacristán y otros.
Por el salón de conferencias pasaron las más altas personalidades de la cultura española y extranjera. Alberto Jiménez logró que Bergson hablara a los residentes. Posteriormente pasaron por la Residencia, Einstein, Howard Carter, Chesterton, Paul Valery, Marie Curie, Stravinsky, Paul Claudel, De Broglie, Wells, Max Jacob, Le Corbusier, Keynes... A la Residencia fueron el Rey, Julián Besteiro, Ramón y Cajal, Manuel de Falla, Unamuno, Ors, Federico de Onís, Valle-Inclán, Manuel Machado, León Felipe, Zulueta y tantos y tantos otros.
Ha de reconocerse asimismo la labor editorial de la Residencia, pues allí aparecieron las Meditaciones del Quijote, de Ortega y Gasset en 1914, poco después los Ensayos, de Miguel de Unamuno. Y de allí salieron notables obras de Azorín, Cambó, González Hontoria, Machado, Ors, Onís, Pardo Bazán y Zulueta.
En la residencia vivieron Juan Ramón Jiménez, Federico García Lorca, Rafael Alberti, José Moreno Villa, Emilio Prados, Salvador Dalí, Luis Buñuel, Pepín Bello y otros tal vez menos notorios.
La Residencia de Estudiantes de Alberto Jiménez es un símbolo de la libertad, y su espíritu ha permanecido siempre vivo. Nadie puede negar el esfuerzo en pro de la mesura y amplitud de mente, llevado a cabo, sin descanso ni pesadumbre, por este malagueño de bien, durante veinte y seis largos años al frente de la Residencia de Estudiantes. Y como nos dijo su director: “Sólo en una atmósfera de amplia formación puede florecer la dignidad humana”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Por la convivencia frente a la crispación.
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
jueves, 21 de febrero de 2008
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