SEGISMUNDO MORET Y PRENDERGAST
(1838-1913):
“Que todos debemos procurar extinguir la hoguera,
pues apagado el fuego, desaparece la columna de humo
que hasta larga distancia denuncia la existencia del peligro.”
Segismundo Moret.
LA VOZ DE UN HIJO PREDILECTO DE CADIZ
Si los gobernantes de España hubieran sido verdaderos hombres de Estado, no se hubiesen escritos hace poco más de un siglo las páginas que más tarde acotarían las historias literarias bajo el rótulo de literatura del Desastre, y hubieran ido sembrando paulatinamente la idea de que era preciso llegar a la emancipación voluntaria de la isla de Cuba. Sin embargo, el gobierno de Sagasta, y singularmente Moret, eran partidarios de la paz. Ni el presidente ni el ministro querían la guerra, por evidencia de la catástrofe. Hicieron cuanto estuvo en sus manos para evitarla, hasta el momento que la presión de carlistas y militares les intimidó vergonzosamente. Faltó valor cívico, faltó entereza, faltó conciencia clara del deber.
Segismundo Moret y Prendergast nace en Cádiz, el 2 de junio de 1838. De familia de desahogada posición, a los pocos años de su nacimiento se traslada a Madrid cursando en la Corte los estudios de Bachillerato y, posteriormente, los de Derecho. Al poco de terminar sus estudios se encargó de la cátedra de Economía Política y después de la de Hacienda Pública de la Facultad de Derecho de Madrid, ambas con carácter de interinidad, hasta que en 1863 ganó por oposición esta última cátedra. Estuvo muchos años de pasante en el bufete de un abogado madrileño. Seguidamente comenzó a pronunciar discursos y a publicar artículos sobre temas económicos y rentísticos y todas las Academias, Ateneos y Círculos científicos de España le abrieron sus puertas en virtud de su especial elocuencia. Fue uno de los fundadores de la Sociedad para Reforma de los Aranceles y en su sesión inaugural se destacó notablemente. También al doctorarse en Derecho Administrativo, pronunció un notable discurso sobre “el capital y el trabajo”. Sus parientes y amigos lo presentaron para diputado y fue elegido por Almadén, provincia de Ciudad Real, en cuya legislatura figuró como independiente. Cuando se discutió el Mensaje de la Corona, Moret, que tenía veinticinco años, pronunció su primer discurso en el Congreso, bellísimo de forma, pero en el que amenazaba con la revolución. Fue muy comentado este discurso, pero seguidamente renunció a su escaño. “El más suave y armonioso de nuestros oradores”, según nos dijo Armando Palacio Valdés, quien también afirmaba de Moret que “la libertad es la musa que inspira todas sus oraciones”.
Triunfante la Revolución de 1868, salió diputado por Ciudad Real pronunciando famosos discursos en las Cortes Constituyentes, y el Ministro Rivero le llevó a la Subsecretaría de Gobernación. En 1870 obtuvo la cartera de Ultramar, y en ella formó las leyes de la Constitución para Puerto Rico, abolición de la esclavitud, comercio de cabotaje y otras. De dicho ministerio pasó al de Hacienda, en el que tramitó el famoso expediente de tabacos, que declararon ilegal los principales personajes políticos obligándole a salir del ministerio.
Nombrado embajador de Inglaterra, renunció a la caída del Gobierno, y entonces estuvo más de un año de director de una importante Casa de Banca de Londres. En las Cortes de 1872 y 1873 figuró como diputado dando su voto para el advenimiento de la República. En 1875 fundó el partido izquierdista, siendo en 1881 ministro de Gobernación en el Gabinete que presidió Posada Herrera, ingresando después en el partido fusionista, liderado por Sagasta.
A la muerte del rey Alfonso XII se encargó del ministerio de Estado y en 1890 volvió a ocupar el de Gobernación. Como ministro de Estado negoció un modus vivendi con Inglaterra y Alemania, y llevó las negociaciones con Marruecos en la primera Guerra de Melilla.
En 1895 pronunció elocuentísimos discursos en Madrid, Zaragoza (representada en Cortes por Moret) y otras provincias, trazando la historia comercial de los Estados Unidos en los últimos cinco años, y política arancelaria, siendo elegido presidente del Ateneo de Madrid (1895-1898) exponiendo en este centro el problema de Cuba; y en Zaragoza defendió la concesión de la autonomía para Cuba y Puerto Rico buscando una paz duradera. Nombrado otra vez ministro de Ultramar, concedió por decreto dicha autonomía, nombrándose un Gobierno autónomo en las Antillas Españolas. Como pensaba Castelar, no es lo mismo la autonomía para la extrema izquierda de Moret que para la extrema derecha de Germán Gamazo. Y aclara: “El señor Moret quería, dirigiéndose a Cuba, decirle, toma las autonomías y daca la paz”, y a esto replicaron Gamazo y Abarzuza, “cambiando la oferta en esta otra, daca la paz y toma las autonomías”.
Moret no fue partidario de la guerra con los Estados Unidos, continuando en el ministerio cuando se inició la guerra con dicha nación (1898) hasta que surgió la crisis política después del desastre del Cavite. En 1901 accedió a la presidencia del Senado; un año después regresó de nuevo a Gobernación. Colaboró en la creación del Instituto de Reformas Sociales, embrión del futuro Ministerio de Trabajo. Se le confió en tres ocasiones, 1905, 1906 y 1909, la formación de gobierno, pero se vio obligado a dimitir. Finalmente fue elegido presidente del Congreso en 1912, durante el Gobierno de Romanones. Segismundo Moret y Prendergast falleció en Madrid el 28 de enero de 1913.
Moret, destacado masón, poseía la Gran Cruz de Carlos III desde 1872; y perteneció a la Comisión Revisora del Código de Comercio; Vicepresidente de la Junta Consultiva de la Moneda; Vocal del Consejo Superior de Agricultura, Industria y Comercio; Presidente honorario de la Cámara de Comercio de Madrid, y Académico de número de la de Lengua y de la de Ciencias Morales y Políticas.
Visitó a Cádiz con frecuencia, haciendo el panegírico de Castelar en una Velada en el Gran Teatro con motivo de la inauguración de la estatua del gran orador gaditano y también pronunció elocuentes discursos con ocasión del Centenario de las Cortes de Cádiz y en la apertura del Primer Congreso Periodístico Español. El 16 de enero de 1907 fue nombrado por el Ayuntamiento gaditano, Hijo Predilecto. En la sala de sesiones de la Casa Consistorial existe una lápida de mármol, en que con letras de oro, dice: Segismundo Moret-Gaditano.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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La paz no se reduce a la ausencia de guerrasAviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
domingo, 3 de febrero de 2008
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