viernes, 29 de mayo de 2009

José Martí por Francisco Arias Solís

JOSE MARTI
(1853-1895)

“Con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar:
El arroyo de la sierra
me complace más que el mar.”
José Martí.


LA VOZ DEL LIBERTADOR DE CUBA

José Martí es una de las figuras históricas más altas, puras y profundas de las Américas. Rubén Darío con garra crítica excepcional, le hermana la genialidad a la de Domingo Faustino Sarmiento. “El genio, ha intentado aparecer dos veces en América; la primera en un hombre ilustre de esta tierra, la segunda en José Martí”, dejó escrito, en La Nación, de Buenos Aires.

José Martí nace en La Habana el 28 de enero de 1853. Los padres eran españoles, valenciano el padre, y canaria, la madre. Su hogar fue el de un niño pobre, agobiado de estrecheces.

Al llegar a la adolescencia publica el drama Abdala, transido de amor patriótico y de ansia de libertad, siendo condenado a trabajos forzados por las autoridades españolas a los dieciséis años. Quebrantada su salud, se le cambia la pena por la de relegación a la Isla de Pinos y, en 1871, por la de destierro a España.

En Madrid escribe un folleto, El presidio político en Cuba, recuerdo dramático sangrante, del castigo que acaba de sufrir en Cuba. Cursa estudios universitarios en Madrid y Zaragoza. “Para Aragón, en España, / tengo yo en mi corazón / un lugar todo Aragón...”, cantará más tarde el poeta.

De España parte Martí para México, donde desarrolla una intensa labor como conferenciante y periodista. Allí escribe para la escena y ejerce la crítica teatral. A principios de 1877 visita Cuba en rápido viaje y sale hacia Guatemala. En la tierra del quetzal trabaja sin descanso con la pluma y la palabra. Cuando se firma en Cuba la Paz de Zanjón, en 1878, vuelve Martí a su tierra. Nuevamente es condenado a destierro. Sale hacia España, pasa por París y arriba en Nueva York en 1880. En ese año visita Venezuela, donde reside durante seis meses. Al dejar la tierra de Bolivar escribe: “Déme Venezuela en qué servirle. Ella tiene en mí un hijo...”

En los últimos catorce años de su vida la ciudad de Nueva York es la residencia de Martí. Al entrar en Estados Unidos tiene decidido Martí darse en cuerpo y alma a la tarea de libertar a Cuba. En 1891, funda Martí el Partido Revolucionario Cubano. Hasta el inicio de la revolución en 1895, su vida será un viajar sin descanso. El 11 de abril de 1895 desembarca Martí en Cuba, integrándose como un soldado más de las tropas insurgentes. El 19 de mayo de 1895 una bala terminó con su vida en Dos Ríos, paraje del Oriente de Cuba.

Martí cultiva todos los géneros literarios. Entre sus bellísimos cuentos destacan La muñeca negra y Los dos ruiseñores, y entre las obras dramáticas Adúltera y Amor con amor se paga. En 1882, a los dos años de llegar a Nueva York, publica Martí su Ismaelillo; del mismo año son buena parte de sus Versos libres. En 1889 aparecen los poemas incluidos en la Edad de Oro, admirable revista que dirige y redacta para los niños hispanoamericanos, en 1891 ofrece los Versos sencillos; intenso registro autobiográfico en que alcanza la originalidad más exacta y depurada. En sus Flores del destierro, vuelca sus conflictos y presagios de revolucionario y de hombre.

José Martí como advirtió felizmente Federico de Onís no fue precursor del modernismo, sino iniciador de una obra literaria de mayor trascendencia y de más larga vida. “Los versos –decía Martí- no han de hacerse para decir que se está alegre o se está triste, sino para ser útiles al mundo”.

Sus Versos sencillos, son en muchos sentidos, una obra culminante en que se afinan y depuran todas sus virtudes poéticas. Y como dijo, el poeta cubano: “Mi verso es de un verde claro / y de un carmín encendido: / Mi verso es un ciervo herido / que busca en el monte amparo”.

Francisco Arias Solís

El futuro se gana, ganando la libertad.


XIII Festival Poético por la Paz y la Libertad en memoria de Mario Benedetti.
URL: http://www.internautasporlapaz.org

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