FEDERICO BALART
(1831-1905)
“Y abatido descubro en lontananza
tus amores por único recuerdo
y la muerte por única esperanza.”
Federico Balart.
LA VOZ DE UN POETA DE ENCRUCIJADA
Balart es un poeta de encrucijada entre el romanticismo, el realismo y, en cierto modo, nebuloso aún, el modernismo. Entre sus mejores poemas se halla “Restitución” que publicó a la muerte de su esposa y que figura entre “Las cien mejores poesías líricas de la lengua castellana”, escogidos por Menéndez Pelayo, entre lo mejor de la literatura española antigua y moderna. Balart fue uno de los mayores críticos literarios de su siglo, actividad que comenzó desde muy joven.
Federico Balart nace en Pliego, provincia de Murcia, el 23 de octubre de 1831. Estudió bachillerato en el Instituto de Murcia. En 1850 se traslada a Madrid donde escribía asiduamente en la prensa. Abandona sus estudios de ingeniería y militares para dedicarse de lleno a la literatura. Como crítico literario alcanzó gran notoriedad. Sus críticas que en muchas ocasiones firmó con seudónimos –“Cualquiera”, “Nadie”, etc.-aparecieron en diversos periódicos: La Verdad, La Democracia, El Globo... En el Gil Blas publicó su artículo satírico que le ocasionó un duelo con el intendente de la Casa Real llamado Goicorrotea. Balart resultó herido en un pie y toda su vida cojeó ligeramente. Son verdaderamente notable sus artículos en Los Lunes de El Imparcial. También intervino en política y ocupó los cargos de subsecretario de Gobernación, consejero de Estado, diputado a Cortes por Granada y Senador por Castellón de la Plana. Federico Balart murió en Madrid el 11 de abril de 1905.
Su aparición como poeta fue tardía, pero el éxito y la popularidad que alcanzó con su primer libro, Dolores (1893-1894), fueron inmensos. Se trata de una colección de poemas con motivo de la muerte de su esposa Dolores Ansa. Angel Ganivet halló en ellos algo más que un puro sentimiento, y los lectores se emocionaron. Poco después de la publicación del libro, Balart fue nombrado socio del número de la Real Academia Española y director artístico del Teatro Español de Madrid.
En 1897 publicó otro volumen de poesía, Horizontes, que alcanzó menos éxito. Sus Poesías completas son póstumas (1929).
Si los poetas románticos, incluso cantando sus propios dramas personales, se evaden hacia la fantasía y el ensueño, los poetas realistas buscan lo cotidiano y las realidades inmediatas de la sociedad de su tiempo, para hacer de todo ello el motivo de su inspiración. Durante el periodo realista, la amargura y el desengaño románticos no llevan a la desesperación o al suicidio: se resuelven con una irónica y filosófica sonrisa. Para los poetas realistas, el mundo es tal como se muestra, y así hay que aceptarlo. El sentido común, el ingenio, lo epicúreo son las musas más visibles de Balart.
Restitución es un poema muy interesante porque está escrito en dodecasílabos y conserva el ritmo de la seguidilla (siete más cinco), y en pareados, con lo que ya parece próximo el alba modernista. Y junto al citado poema tiene otros igualmente destacables como Humildad, Primer lamento y Las campañas. Como hemos dicho, la voz de Balart es la de un poeta de encrucijada: “Allá vuela mi mente enamorada, / allá vuela afanosa, / buscando a la que sola y olvidada / bajo el mármol reposa”.
Francisco Arias Solís
La guerra es un mal que deshonra al género humano.
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sábado, 11 de julio de 2009
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