lunes, 20 de julio de 2009

José Celestino Mutis por Francisco Arias Solís

JOSE CELESTINO MUTIS
(1732-1808)

“Ojalá volvieras salvo a Europa que por tus cartas
veo que regresarás, con plantas y las observaciones
que sobre ellas has hecho, más rico que el mismo Creso
con su tesoros. Ojalá en esta vida me fuera dado verte
personalmente siquiera una vez, ahora cuando tornas como del paraíso.”
De la última carta de Linneo a Mutis.

LA VOZ DE UN GADITANO JUSTO Y SABIO

Mutis nos dejó una obra de una gran dimensión científica como se ha puesto de manifiesto al publicarse en 1954 su obra Flora de la real expedición botánica del nuevo Reino de Granada. También cataloga un herbario de más de 6.000 plantas que describe minuciosamente, con láminas dibujadas en colores que se conservan en el Jardín Botánico de Madrid. Internacionalmente gozó del respeto de los más importantes científicos de su época, con muchos de los cuales mantuvo correspondencia, especialmente con Linneo, la que les permitió conocer sus respectivas investigaciones y entablar una conmovedora amistad sin haberse conocido personalmente. Para el naturalista sueco, Mutis era como su emisario en el paraíso americano.

José Celestino Bruno Mutis y Bosio nace en Cádiz el 6 de abril de 1732, en el seno de una familia burguesa dedicada al comercio del libro. Sus primeros años transcurren en el barrio del Pópulo. Realiza sus primeros estudios bajo al tutela de los jesuitas. En el año 1748 se matricula en la Universidad de Sevilla, donde estudia Filosofía y Medicina, y simultáneamente solicita el ingreso en el Real Colegio de Cirugía de Cádiz.

En marzo de 1753 toma el grado de Bachiller en Filosofía y Letras y el grado de Bachiller en Medicina en mayo del mismo año. En el Real Colegio de Cirugía amplia estudios de Teología y Botánica. En 1757 se traslada a Madrid, donde continúa sus estudios de Botánica, en el recién creado Jardín Botánico, donde contó con la ayuda del afamado botánico Miguel Barnades. También amplia sus conocimientos en Astronomía y Matemáticas.

Mutis regentó interinamente la cátedra de Anatomía del Hospital General de Madrid, durante tres años. El 28 de julio de 1760 emprende su viaje de regreso a Cádiz y comienza a escribir su Diario, documento insustituible para el conocimiento del naturalista. Inicia su fructífera correspondencia con Linneo. En septiembre de ese año, decidió partir para América como médico particular del virrey de Nueva Granada, Pedro Messía de la Cerda. El 29 de octubre de 1760 arribaron al puerto de Cartagena de Indias. Desde su llegada a América quedó fascinado por la flora y fauna colombiana, tomando apuntes de cuanto veía, descubriendo algunas plantas y propiedades curativas de muchas de ellas. Investiga las plantas para su aplicación farmacológica, de la que se puede considerar como uno de sus iniciadores. Desde Cartagena emprendieron viaje a Santa Fe. El 10 de diciembre de 1760, cerca de Cartagena, encontró la primera planta que le pareció nueva y la consagró a la memoria de Barnades con el nombre de Barnadesia.

Por el año 1761, Mutis comienza a interesarse por la potencial riqueza económica de los árboles de la quina, que como es sabido pertenecen al género Chinchona, dedicado precisamente a la condesa de Chinchón, esposa de un virrey del Perú. Mutis consideraba a la quina, como una panacea para el tratamiento de toda clase de enfermedades. Tal fue su interés, que su única obra completa conocida fue el Arcano de la Quina, una de las obras más completas que hizo en las Américas; asimismo se dedicó al análisis de los árboles de la canela.

Mutis es nombrado profesor de Matemáticas de la Real Universidad de Santa Fe de Bogota. Más tarde impartiría clases de Astronomía desde la cátedra del Colegio de San Bartolomé. Durante este periodo se declaraba seguidor de la teoría heliocéntrica de Copérnico, lo que le que le conlleva la acusación de la Inquisición, al no aceptar la Iglesia que el centro del universo no fuera la tierra, pero posteriormente Mutis fue absuelto. En 1770, Mutis ocupa la cátedra de Medicina en la capital bogotana. En 1772 fue ordenado sacerdote. Descubre una planta medicinal, a la que Linneo denominó Mutisia clematis, en honor al sabio gaditano.

En 1783, Carlos III firmó a favor de José Celestino Mutis el título y nombramiento de primer botánico y astrónomo de la Expedición Botánica de la América Septentrional. En 1784 fue nombrado miembro de la Academia de Ciencias de Estocolmo y miembro de la Real Academia de Medicina.

En 1801 recibe la visita de Humboldt. El sabio alemán definió a Mutis como “Patriarca de los Botánicos” y le dedicó su libro Plantas equinocciales. Mutis auspicia la creación de la Sociedad Patriótica del Nuevo Reino de Granada para impulsar la agricultura y la mineralogía. Al año siguiente inicia las obras del observatorio de Santa Fe de Bogotá. José Celestino Mutis fallece en dicha ciudad, el 11 de septiembre de 1808.

Su obra, sin terminar era su única herencia. Una sobria tumba en la capilla del Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario sirve hoy día de reposo para los restos de este gaditano que dejó renombre inmortal como intérprete de la naturaleza.

La obra mutisiana, más allá de los logros científicos, constituyó un magisterio intelectual que abrió el mundo de la cultura y, por tanto, de las posibilidades de liberación a numerosos discípulos. Por todo ello, consideramos que tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un gaditano tan sabio y tan justo.

Francisco Arias Solís

Si quieres la paz, trabaja por la justicia.

XIII Festival Poético por la Paz y la Libertad en memoria de Mario Benedetti.
URL: http://www.internautasporlapaz.org

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