EN EL CINCUENTENARIO DE LA MUERTE DE
CARLES RIBA (1893-1959)
“¡Qué enfurecidas
oigo correr las aguas
de nuestro amor,
si a ti voy por el débil
puente de una caricia!”
Carles Ribe.
LA VOZ DE LA POESIA PURA CATALANA
El poeta barcelonés en lengua catalana Carles Riba, fue, además, un profundo humanista, profesor y crítico, que tradujo al catalán obras de Plutarco, Homero, Virgilio, Sófocles, Esquilo y Jenofonte. Este interés por el mundo clásico influye en su obra poética, de perfecto acabado y estilística incomparable, características que le identifican con el “noucentisme”, movimiento en el que sobresale como uno de sus más significativos representantes junto a Josep Carner. Por otra parte, la obsesión por la forma y la depuración lingüística, que dotan a su poesía de deshumanización y hermetismo, le conectan estrechamente con la “poesía pura”, amplio movimiento europeo en que se inscriben Juan Ramón Jiménez y Valéry.
Carles Riba sólo escribió en su exilio en Francia (1939-1943) sus trascendentales Eligies de Bierville, obra de la que apareció una edición clandestina en Barcelona en 1943, pero con fecha de 1942 y pie de imprenta de Buenos Aires. Nos encontramos ante un libro único en la poesía catalana. Como Solón o Teognis, Riba ensaya la “elegía política”. La soledad y el recuerdo de la patria lejana llevaron al poeta a hacer un balance riguroso de sí mismo, de lo que había acaecido y de lo que era Cataluña. “En la emigración, en efecto -escribe Riba, en el prólogo a la segunda edición-, y dentro del sentimiento del exilio, tomaron forma estas elegías”. La tragedia colectiva, el pensamiento de la muerte, el futuro, se conjuran en el pensamiento de Carles Riba, que vive, simultáneamente y con una vehemencia melancólica, una experiencia triple: religiosa, humanística y patriótica. Algunos críticos afirman que la elegía IX es un canto a la libertad, comparable a la mejor poesía civil que jamás se haya escrito y han descubierto en las elegías ribianas uno de los libros capitales de la poesía catalana del siglo XX.
Carles Riba i Bracons nació en Barcelona el 23 de septiembre de 1893y falleció en la misma ciudad el 12 de julio de 1959. Estudió Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Barcelona. Amplió estudios en Munich, con Karl Vossler, y en París. En 1916 contrajo matrimonio con la poetisa Clementina Arderiu. Fue profesor de la Escuela de Bibliotecología, dirigió la sección griega de la Fundación Bernat Metge y colaboró en la sección de lexicología del Institut d'Estudies Catalans. Fue colaborador de Pompeu Fabra en la elaboración del Diccionario general de la lengua catalana (1932). De 1939 a 1943 se vio obligado a exiliarse a Montpellier (Francia). Perteneció al comité de redacción de la prestigiosa Revista de Catalunya del exilio en Francia y publicó algunos poemas en la revista Germanor, portavoz del Centre Catalá de Santiago de Chile. Riba también tradujo al catalán obras de Hölderlin, Poe, Kafka, Kavafis, Gogol y Rilke.
Con Primer libro de estancias (1919), Segundo libro de estancias (1930) y Tres suites (1937), Riba hace presente la “poesía pura” en la literatura catalana. En el exilio escribe su hermoso poema Elegías de Bierville, su obra más representativa. Otras obras destacadas son los poemarios Salvaje corazón (1952) y Esbozo de tres oratorios (1957) y los libros de cuentos Las aventuras de Perot Marrasqui (1917), El ingenuo amor (1924) y Seis Juanes (1928), además de los textos sobre literatura Los márgenes (1927), Para comprender (1937) y Más los poemas (1957). Y como dijo el poeta catalán: “Toda la vida / veré como te alzaste / desde ti misma / nuda y nueva como el alba / y veraz como un sueño”.
Francisco Arias Solís
La libertad no la tienen los que no tienen su sed.
Portal de Internautas por la Paz y la Libertad y de Foro Libre.
URL: http://www.internautasporlapaz.org
miércoles, 5 de agosto de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario