EDUARDO MARQUINA
(1879-1846)
“Tuvo un amor, hizo un poema
y murió pobre; lo demás
no hace al caso; en su vida no hay más
que sufrimiento y diadema.”
Eduardo Marquina.
LA VOZ DE UN MAESTRO DEL IDIOMA
“Poeta -decía Marquina- es el hombre que tiene el don de idear y expresar lo que los demás presienten y no saben decir”. Y añadía: “En el primer momento -el de la inspiración- el poeta es un poco adivino”, “vate” se le ha llamado. En el segundo momento -el de la expresión- el poeta es, por instinto, a la manera del pueblo, inventor, maestro del idioma”.
Eduardo Marquina nace en Barcelona el 21 de enero de 1879. Estudia en el Colegio de los Jesuitas. Más tarde en la Universidad estudia Derecho y Filosofía y Letras. Pero huérfano de padre y madre, desde lo dieciséis años, abandona los estudios y se dedica a la literatura y al periodismo. Su primer libro Jesús y el Diablo, se publica precisamente en 1898. Escribe en La Publicidad. Llega a Madrid con su nuevo libro Odas. Conoce a Juan Valera, Menéndez Pelayo, Galdós, Echegaray, Benavente, Pío Baroja, Maeztu, Ramón Pérez de Ayala, Ortega y Gasset, Amadeo Vives, etc. “En paseos y excursiones de algunos días por la sierra -escribía Marquina- pude relacionarme con elementos de la Institución Libre de Enseñanza y tuve la dicha de conocer a Francisco Giner y hablar con él dos o tres veces”.
A los veinticuatro años se casa en Barcelona. Hacia el año 1906 se instala definitivamente en Madrid. Llega a ser redactor-jefe en España Nueva y sigue escribiendo para el teatro obras que no llegaba a estrenar. Publica libros de poesía: Eglogas, Las vendimias y Elegías.
Todos los años pasa una gran parte del invierno en París, y algunos meses del verano en Cadaqués. Visita el norte de Italia, Londres, Berlín, Bruselas y Varsovia.
El estreno de la obra Las Hijas del Cid en el Español, por María Guerrero, en 1908, fue su primer gran éxito en el teatro. A partir de esta obra, el teatro es su principal actividad.
En 1916, se embarca en Cádiz con destino a América para dar conferencias y asistir a los estrenos de sus obras. Recorre Uruguay, Argentina, Perú, Panamá, Venezuela, Puerto Rico y Cuba. Regresa en 1917 desembarcando en Vigo. El estreno de Ebora y después El pavo real tuvieron muy buena crítica y fueron muy bien acogida por el público. En 1931 fue elegido Académico de la Lengua. Viaja por Yugoslavia, Hungría, Austria, Checoslovaquia, Dinamarca y Holanda. Eduardo Marquina muere en Nueva York el 21 de noviembre de 1946.
Otras obras de teatro importantes son: Doña María la Brava, En Flandes se ha puesto el sol, La morisca, Una noche en Venecia, La cometa, la fuente y el río, La vida es más, Sin horca ni cuchillo. Entre sus novelas destacan: Las dos vidas, El destino cruel y Alma de mujer.
“Las obras de poesía -decía Marquina- son fruto de phatos emocional que embebe y agita el alma del poeta, poniéndole en trance de superación de sí mismo, inserto en la onda de la energía universal que hace a los árboles florecer, rodar a los astros, querer a los corazones. Un nexo inefable de convivencia se establece entre el poeta, la naturaleza y la humanidad.” Y como cantaba el poeta catalán: “Porque nunca maldigas / de la piadosa tierra, / y el buscar no te canse y el sufrir te consuele, / que encuentres violetas, / un montón de olorosas violetas!”
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Por esa libertad bella como la vida. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
miércoles, 2 de mayo de 2007
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