GABRIEL CELAYA
(1911-1991)
“¡Ay, dilo tú si puedes, Gernikako Arbola,
dilo con tu raíz, tus ramas y tus niños,
dilo si eso es posible,
di con la libertad de los vascos antiguos,
con el temblor de la fronda que cubre el país entero
y dice lo que somos, diciendo lo que fuimos!
¡Ay, si es posible, dilo!”
Gabriel Celaya.
LA VOZ DEL POETA SOCIAL
Gabriel Celaya es el verso que no cesa. Es una tenaz y larga tentativa de transformar el mundo por la poesía. Su lenguaje es deliberadamente de carácter conversacional: “Lo importante -decía Celaya- no es hablar del pueblo sino hablar con el pueblo”. Y añadía: “Démonos a los demás para ser quienes de verdad somos. Demos, al darnos, la paz y la esperanza”. Celaya asume la conciencia de las gentes anónimas que se hallan a su alrededor y habla por ella con una actitud de solidaridad y esperanzada alegría en el futuro. Es el poeta social por excelencia. Empleó un estilo directo y una temática vital y cotidiana que evolucionó hacia la denuncia social: “Maldigo la poesía concebida como un lujo cultural por los neutrales que lavándose las manos se desentienden y evaden”.
Gabriel Celaya y Juan de Leceta son dos seudónimos literarios de Rafael Múgica Celaya. El poeta nace en Hernani (Guipúzcoa), el 18 de marzo de 1911. Cursa el bachillerato en San Sebastián y la carrera de Ingeniero Industrial en Madrid. Sus años de permanencia en la Residencia de Estudiantes fueron decisivos para su formación.
En 1935 y 1936 escribe sus dos primeros libros: Marea del silencio y La soledad cerrada. Después deja de publicar durante diez años, aunque no de escribir. Según propia confesión: “Sus mejores amigos están en el exilio, y la poesía camina en una dirección contraria a la que él cree justa”. Es hecho prisionero al caer Bilbao en poder de las tropas rebeldes. En 1947, en San Sebastián, donde residió muchos años, Celaya inicia una intensa actividad poética. En la Colección Norte, de San Sebastián, fundada por él y por Amparo Gastón -unidos en la poesía como en la vida- aparecen los libros Movimientos elementales y Tranquilamente hablando, en los que se adelanta una poética de la sencillez, un verso narrativo, casi prosaico a veces, que canta el goce sensorial, el universo cotidiano de las cosas, su verdad inmediata, entregada: “Me gusta lo que toco: / me gusta lo que veo / y lo que respiro con los pulmones anchos / y lo que me duele / porque sé así que existe.”. En 1956 deja de trabajar como ingeniero y se traslada a vivir a Madrid, con Amparitxu, para dedicarse enteramente a la literatura. Viaja a Cuba en noviembre de 1967 y participa en el Congreso de la Cultura que tuvo lugar en La Habana en enero de 1968. En este mismo año viaja a Brasil para tomar parte en el acto de la inauguración del monumento erigido a García Lorca en la ciudad de San Pablo.
En 1936 obtuvo el Premio Lyceum, en 1957, el Premio de la Crítica, en 1963, en Italia, el Premio Internacional Libera Stampa y en 1968, en Italia, el Premio Internacional de Poesía Etna-Taormina. Fue traductor de Rilke, Rimbaud y Paul Eluard. En 1986 se le concedió el Premio de las Letras, y en 1987 el Nacional de Literatura. Gabriel Celaya muere en Madrid el 18 de junio de 1991. Sus cenizas fueron aventadas en Hernani y San Sebastián, según sus deseos.
Hay un libro en prosa, escasamente citado, de Gabriel Celaya, un hermosísimo libro titulado Tentativas que fue impreso en los primeros días de julio de 1936. Volviendo a leer este libro, y teniendo presente toda la obra posterior de Gabriel Celaya, Movimientos elementales, Tranquilamente hablando; Las cosas como son, Las cartas boca arriba, Cantos iberos, De claro en claro, Campos semánticos, Lo demás es silencio, Trilogía vasca, Las resistencias del diamante, El corazón en su sitio, Poesía urgente, Rapsodia euskara, Versos de otoño, Baladas y decires vascos, Lo que faltaba, Música celestial, Penúltimos poemas, Cantos y mitos, El mundo abierto..., no hay más remedio que pensar que toda esta inundación de versos, que gritan o que claman, que quieren poner “las cartas boca arriba”, que tratan de producir una agitación moral para el entendimiento del sufrir y el esperar humano, no son sino un intento de salvar el humanismo, la realidad pura del arte, la unanuniana tragedia hambre de inmortalidad. Celaya exalta una y otra vez la vida, el hecho de vivir, su suficiencia: “mas mi sangre suena: vivo, soy dichoso”. También nos dice: “-Comprendan, es fácil -me basta la vida”.
Celaya escribió también novelas, como Lázaro calla y Lo uno y lo otro; ensayos, como Exploración de la poesía, Los espacios de Chillida y Memorias inmemoriales.
La poesía de Celaya tiene el sortilegio de lo que ha sido creado entre las cosas naturales. Esta poesía del pueblo tiene ese sello de lo que debe vivir a la intemperie soportando la lluvia, el sol, la nieve, el viento. Es poesía que debe pasar de mano en mano. Poesía que ha sido golpeada, que no tiene la simetría griega de los rostros perfectos. Tiene cicatrices en su rostro alegre y amargo. Poesía verdadera sin más. Poesía que es como un grito que permanece en el aire. “Son gritos en el cielo”, nos dijo el poeta.
La evolución de Celaya hacia la estética del compromiso es muy clara y auténtica. “No seamos poetas -decía Celaya- que aúllan como perros solitarios en la noche del crimen. Carguemos con el fardo y echémonos animosamente a los caminos matinales que iluminan la esperanza. Cantemos para todos los que, aun humillados, aun martirizados, sienten la elevadora y combativa confianza propia de los plena, hermosa y tremenda y casi ferozmente vivos”. Celaya pasa a la participación, impulsando la corriente de lo que se ha dado en llamar poesía social, poesía al servicio de algo, concebida -en sus propias palabras- como una “herramienta para transformar el mundo”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
El futuro se gana, ganando la libertad. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
lunes, 30 de abril de 2007
EL ESTADO DEL MALESTAR POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
kEL ESTADO DEL MALESTAR
“Si será la última pena,
me pregunto cada vez
que una pena se me acerca
para hacerme entristecer.”
Concha Méndez.
EL FAMOSO ESTADO DEL BIENESTAR ESTA TAMBIEN EN CRISIS
En este 1º de Mayo, se nos siguen descubriendo más crisis conceptuales, se nos siguen cayendo y destruyendo las seguridades conquistadas por los trabajadores de todo el mundo. Así podemos observar, sin ningún género de duda, que el famoso Estado del Bienestar está también en crisis y, por tanto, en total revisión y en la sala de cuidados intensivos. Y esta sí que no será una crisis coyuntural, ni cíclica, como las vacas flacas y las vacas gordas de períodos económicos o, incluso, políticos. Esta crisis se vislumbra como la caída de un importante concepto, como la quiebra de un gran objetivo social que va a generar grandes inseguridades a los ciudadanos de pasadas, presentes y futuras generaciones.
La expresión Estado del Bienestar procede de la alemana Wohlfahrstaat, que fue utilizada por primera vez para definir el conjunto de seguridades sociales creadas por Bismarck a partir de 1883. Pero realmente es a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando este término toma verdaderamente protagonismo. Un término que, convertido en todo un concepto, comienza a debatirse y a estructurarse en torno a una serie de objetivos de seguridad para los ciudadanos. Un concepto que describía una situación en la que, por medio de la legislación social, la comunidad había de asumir un alto grado de responsabilidad en la promoción del bienestar económico, material, físico y psicológico del ciudadano individual.
Ahora se ha puesto en entredicho el planteamiento y desarrollo inicial del Estado del Bienestar. A España han llegado los recortes, principalmente, de las prestaciones por desempleo y de las pensiones. Se ha producido una sobrecarga del Estado -que, ya de por sí, es difícil de gestionar-, y el resultado es, una vez más, la inseguridad de los ciudadanos.
El análisis acerca de los distintos capítulos que componen los gastos de las cargas sociales básicas pone en evidencia que, en los cuatro últimos lustros, no se ha producido una expansión real de las prestaciones sociales, debido al objetivo de contener el crecimiento del gasto público, para no incurrir en un déficit y una deuda pública cada vez mayores. Esta situación ha llevado a muchos de los Estados a incluir en los recortes económicos los llamados gastos sociales.
Desde 1980, se están realizando muchos estudios sobre el futuro -ya presente- de ese otro Estado del Bienestar que nos ha tocado vivir. En él surgen, de nuevo inseguridades de difícil solución, pero tendremos que buscar la forma y los modos de reducir este riesgo real.
En este sentido, y en este 1º de Mayo, de preocupante precariedad, escalofriante siniestralidad y otras graves inseguridades, no queda más remedio que decir no al desánimo y a la pasividad, al miedo, a los intereses particulares sobre los generales y, sobre todo, a la insolidaridad. Debemos decir un sí muy fuerte al esfuerzo colectivo, al trabajo de calidad y a la solidaridad de todos, para luchar contra el Estado del Malestar. Y es que, como dice El Roto: “Si la tarta es cada vez mayor, ¿por qué las raciones cada vez son más pequeñas?”
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Si quieres la paz, trabaja por la justicia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
“Si será la última pena,
me pregunto cada vez
que una pena se me acerca
para hacerme entristecer.”
Concha Méndez.
EL FAMOSO ESTADO DEL BIENESTAR ESTA TAMBIEN EN CRISIS
En este 1º de Mayo, se nos siguen descubriendo más crisis conceptuales, se nos siguen cayendo y destruyendo las seguridades conquistadas por los trabajadores de todo el mundo. Así podemos observar, sin ningún género de duda, que el famoso Estado del Bienestar está también en crisis y, por tanto, en total revisión y en la sala de cuidados intensivos. Y esta sí que no será una crisis coyuntural, ni cíclica, como las vacas flacas y las vacas gordas de períodos económicos o, incluso, políticos. Esta crisis se vislumbra como la caída de un importante concepto, como la quiebra de un gran objetivo social que va a generar grandes inseguridades a los ciudadanos de pasadas, presentes y futuras generaciones.
La expresión Estado del Bienestar procede de la alemana Wohlfahrstaat, que fue utilizada por primera vez para definir el conjunto de seguridades sociales creadas por Bismarck a partir de 1883. Pero realmente es a partir del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando este término toma verdaderamente protagonismo. Un término que, convertido en todo un concepto, comienza a debatirse y a estructurarse en torno a una serie de objetivos de seguridad para los ciudadanos. Un concepto que describía una situación en la que, por medio de la legislación social, la comunidad había de asumir un alto grado de responsabilidad en la promoción del bienestar económico, material, físico y psicológico del ciudadano individual.
Ahora se ha puesto en entredicho el planteamiento y desarrollo inicial del Estado del Bienestar. A España han llegado los recortes, principalmente, de las prestaciones por desempleo y de las pensiones. Se ha producido una sobrecarga del Estado -que, ya de por sí, es difícil de gestionar-, y el resultado es, una vez más, la inseguridad de los ciudadanos.
El análisis acerca de los distintos capítulos que componen los gastos de las cargas sociales básicas pone en evidencia que, en los cuatro últimos lustros, no se ha producido una expansión real de las prestaciones sociales, debido al objetivo de contener el crecimiento del gasto público, para no incurrir en un déficit y una deuda pública cada vez mayores. Esta situación ha llevado a muchos de los Estados a incluir en los recortes económicos los llamados gastos sociales.
Desde 1980, se están realizando muchos estudios sobre el futuro -ya presente- de ese otro Estado del Bienestar que nos ha tocado vivir. En él surgen, de nuevo inseguridades de difícil solución, pero tendremos que buscar la forma y los modos de reducir este riesgo real.
En este sentido, y en este 1º de Mayo, de preocupante precariedad, escalofriante siniestralidad y otras graves inseguridades, no queda más remedio que decir no al desánimo y a la pasividad, al miedo, a los intereses particulares sobre los generales y, sobre todo, a la insolidaridad. Debemos decir un sí muy fuerte al esfuerzo colectivo, al trabajo de calidad y a la solidaridad de todos, para luchar contra el Estado del Malestar. Y es que, como dice El Roto: “Si la tarta es cada vez mayor, ¿por qué las raciones cada vez son más pequeñas?”
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domingo, 29 de abril de 2007
MANUEL NORBERTO PÉREZ DEL CAMINO POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
MANUEL NORBERTO PÉREZ DEL CAMINO
(1783-1842)
“Eco del sabio letrado,
decirte osaré con él:
Harás bien si no te casas,
si te casas harás bien”.
Manuel Norberto Pérez del Camino.
LA VOZ DE UN EXILIADO.
Cuando en 1813 se retiraron en derrota las tropas de Napoleón tuvieron que salir con ellas los “afrancesados”, es decir, cuántos habían sido sus colaboradores: Meléndez Valdés, Moratín, Marchena, Llorente; Lista, Hermosilla, Miñano; Maury, Pérez del Camino; y un año más tarde, al restablecerse, con el regreso de Fernando VII, el absolutismo hubieron de seguirles los liberales que como tales se habían distinguido durante los años de guerra: Toreno, Flórez Estrada, Gallardo; quienes no consiguieron salir fueron encarcelados o confinados: Quintana, Argüelles, Martínez de la Rosa, Gallego, Sánchez Barbero, Villanueva. A no menos de diez mil alcanzó el número de emigrados, entre los cuales se contaban los escritores, profesionales, funcionarios y hombres de ciencia más notables de que disponía el país, sangría terrible que basta por sí sola para explicar el marasmo cultural y la ruina literaria en que España se vio entonces sumida.
Pérez del Camino emigró a Francia cuando se retiraron los franceses, dedicándose en el exilio a la literatura. Allí publicó en 1829 su Poética y algún que otro trabajo.
Manuel Norberto Pérez del Camino nació en Burgos el 6 de junio de 1783. Cursó Filosofía en el Seminario Conciliar de San Jerónimo (Burgos) y Jurisprudencia en las universidades de Oñate, Osma, Valladolid y Alcalá, recibiendo el grado de doctor. Tenía veinte y dos años cuando se recibió de abogado de los Reales Consejos, en el supremo de Castilla, incorporándose al Colegio de Madrid.
En 1807 es nombrado agente fiscal de la sala de Alcaldes de Casa y Corte, y al año siguiente fiscal interino de la misma, cargo que desempeñó durante la primera estancia de Bonaparte en Madrid y luego se retiró a Vitoria. Al volver los franceses a la capital optó por restar en su puesto: poco después el Gobierno intruso lo confirmaba en el cargo en propiedad, al que al poco se le unía el de la Junta Criminal. Los desempeñó hasta 1812, en que se le nombra miembro de las juntas que sucedieron a los Consejos; meses más tarde le designaban Gobernador de la Sala. Manuel Norberto Pérez del Camino murió en la ciudad francesa de Cussac-Medoc, el 12 de noviembre de 1842.
Norberto Pérez del Camino acoge en sus versos todos los temas de los prerrománticos, pero posee en los momentos más felices acentos propios y motivos de inspiración preferentes y característicos, que configuran su personalidad: “Ni oiga yo tus suspiros, / ni tus quejidos tiernos: / ¡Ay!, respirar me deja, / que desfallezco y muero”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
La paz pide una oportunidad.Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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(1783-1842)
“Eco del sabio letrado,
decirte osaré con él:
Harás bien si no te casas,
si te casas harás bien”.
Manuel Norberto Pérez del Camino.
LA VOZ DE UN EXILIADO.
Cuando en 1813 se retiraron en derrota las tropas de Napoleón tuvieron que salir con ellas los “afrancesados”, es decir, cuántos habían sido sus colaboradores: Meléndez Valdés, Moratín, Marchena, Llorente; Lista, Hermosilla, Miñano; Maury, Pérez del Camino; y un año más tarde, al restablecerse, con el regreso de Fernando VII, el absolutismo hubieron de seguirles los liberales que como tales se habían distinguido durante los años de guerra: Toreno, Flórez Estrada, Gallardo; quienes no consiguieron salir fueron encarcelados o confinados: Quintana, Argüelles, Martínez de la Rosa, Gallego, Sánchez Barbero, Villanueva. A no menos de diez mil alcanzó el número de emigrados, entre los cuales se contaban los escritores, profesionales, funcionarios y hombres de ciencia más notables de que disponía el país, sangría terrible que basta por sí sola para explicar el marasmo cultural y la ruina literaria en que España se vio entonces sumida.
Pérez del Camino emigró a Francia cuando se retiraron los franceses, dedicándose en el exilio a la literatura. Allí publicó en 1829 su Poética y algún que otro trabajo.
Manuel Norberto Pérez del Camino nació en Burgos el 6 de junio de 1783. Cursó Filosofía en el Seminario Conciliar de San Jerónimo (Burgos) y Jurisprudencia en las universidades de Oñate, Osma, Valladolid y Alcalá, recibiendo el grado de doctor. Tenía veinte y dos años cuando se recibió de abogado de los Reales Consejos, en el supremo de Castilla, incorporándose al Colegio de Madrid.
En 1807 es nombrado agente fiscal de la sala de Alcaldes de Casa y Corte, y al año siguiente fiscal interino de la misma, cargo que desempeñó durante la primera estancia de Bonaparte en Madrid y luego se retiró a Vitoria. Al volver los franceses a la capital optó por restar en su puesto: poco después el Gobierno intruso lo confirmaba en el cargo en propiedad, al que al poco se le unía el de la Junta Criminal. Los desempeñó hasta 1812, en que se le nombra miembro de las juntas que sucedieron a los Consejos; meses más tarde le designaban Gobernador de la Sala. Manuel Norberto Pérez del Camino murió en la ciudad francesa de Cussac-Medoc, el 12 de noviembre de 1842.
Norberto Pérez del Camino acoge en sus versos todos los temas de los prerrománticos, pero posee en los momentos más felices acentos propios y motivos de inspiración preferentes y característicos, que configuran su personalidad: “Ni oiga yo tus suspiros, / ni tus quejidos tiernos: / ¡Ay!, respirar me deja, / que desfallezco y muero”.
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1º DE MAYO: DIA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
1º DE MAYO: DIA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES
“De los pobres campesinos
sin trabajo, jornaleros
del hambre por los caminos.”
Rafael Alberti.
LA SOCIEDAD DUAL
El sistema social se está escindiendo en dos, dando lugar a lo que habitualmente se llama una “sociedad dual” o “sociedad a dos velocidades”. La consecuencia de ello es una desintegración más rápida del tejido social. En lo más alto de la escala social hay una desenfrenada carrera para obtener uno de esos raros empleos estables y al mismo tiempo con posibilidades de promoción. Es lo que un lema publicitario completamente repugnante ha llamado “la pasión de ganar”. La sociedad se presenta bajo el modelo de la lucha sin tregua. Aquellos o aquellas que no son vencedores o ganadores se encuentran marginados de la sociedad, de la que no tienen nada que esperar y en la que no tienen razones para reconocerse. Su violencia suscita contra-violencias, desafectos, nostalgias agresivamente regresivas o reaccionarias.
Esta desintegración de una sociedad fragmentada nos remite a un problema de fondo: ¿qué debe ser una sociedad en la que el trabajo a tiempo completo de todos los ciudadanos ya no es necesaria ni económicamente útil? ¿Qué prioridades, diferentes de las económicas, deben fijarse? ¿Cómo debe organizarse para que los aumentos de productividad, la economización de tiempo de trabajo, beneficien a todo el mundo? ¿Cómo redistribuir mejor el trabajo socialmente útil, de manera que todo el mundo pueda trabajar menos y mejor recibiendo su parte de las riquezas socialmente producidas?
La tendencia dominante es dejar de lado este tipo de cuestiones y plantear el problema al revés, en los siguientes términos: ¿cómo conseguir que pese a los aumentos de productividad, la economía consuma tanto trabajo como en el pasado? ¿Cómo conseguir que las nuevas actividades remuneradas lleguen a ocupar el tiempo que, a escala social, liberan los aumentos de productividad? ¿A qué nuevos ámbitos de actividad pueden extenderse los intercambios comerciales para reemplazar, mejor o peor, los empleos eliminados de otra parte en la industria y los servicios industriales?
Todos conocemos la respuesta, una respuesta cuyo camino han mostrado Estados Unidos y Japón: el único ámbito en el que es posible, en una economía liberal, crear en el futuro un gran número de empleos es en el de los servicios a las personas. Podría no haber límite al desarrollo del empleo si se llegase a transformar en prestaciones de servicios retribuidas las actividades que hasta hoy la gente había asumido cada uno para sí mismo. Los economistas hablan a este respecto de “nuevo crecimiento más rico en empleos”, de “terciarización” de la economía y de desarrollo de una “sociedad de servicios” que toma relevo a la “sociedad industrial”.
Pero esta manera de pretender salvar la sociedad industrial provoca problemas y presenta contradicciones que merecerían ser el centro del debate público y de la reflexión política. En efecto, ¿cuáles son el contenido y el sentido de la mayoría de las actividades cuya transformación en servicios profesionalizados y monetarizados es actualmente evocada? Es fácil mostrar que su profesionalización ya no responde a la misma lógica que el desarrollo económico pasado.
En efecto, en el pasado el crecimiento económico tenía como motor fundamental la “sustitución productiva”: las tareas que desde hace siglos la gente asumía en la esfera doméstica fueron progresivamente transferidas a la industria y a las empresas de servicios, dotadas de máquinas más eficaces que aquellas de las que podía disponer un hogar. De este modo, la producción industrial y los servicios industrializados han reemplazado la auto-producción doméstica al encargarse los individuos de sí mismos.
Sin embargo, el problema que plantea el desarrollo presente es el siguiente: ¿aún es posible reinvertir en la economía el tiempo economizado gracias a la revolución microelectrónica? ¿Aseguran los nuevos empleos creados en los servicios personales de manera más eficaz, es decir mejor y más rápido, los servicios que la gente hasta ahora, se proporcionaba a sí misma?
La mayoría de los economistas ofrecen la siguiente respuesta: la automatización hace descender los precios relativos de muchos productos. Este descenso de los precios hace aumentar el poder adquisitivo y permite a la gente pagarse servicios “de proximidad”. Razonamiento impecable, pero que deja de lado un aspecto esencial: ¿de dónde procede el descenso de los precios relativos debidos a la automatización? Respuesta: procede del hecho de que las empresas automatizadas han reducido el “coste salarial”, han reducido el volumen de salarios que distribuyen. El “coste salarial” lo han reducido reduciendo sus efectivos. Aquellos que, gracias al descenso de los precios disponen de un poder adquisitivo adicional, no son, evidentemente, quienes han perdido su antiguo empleo. Sólo quienes conservan un empleo fijo, a menudo mejor cualificado, y relativamente bien pagado disponen de tal poder adquisitivo adicional. Por tanto, sólo ellos pueden pagarse los nuevos servicios comerciales en los que se considera que deben encontrar empleo millones de asalariados.
Los servicios personales se desarrollan gracias al empobrecimiento de una creciente masa de gente, empobrecimiento constatado en todos los países de la Unión Europea. La desigualdad socioeconómica entre los que prestan los servicios personales y aquellos que lo contratan se ha convertido en el motor del desarrollo del empleo. Este se funda sobre una dualización de la sociedad, sobre una especie de sudafricanización, como si el modelo colonial se asentase en el corazón de las metrópolis. Y como dijo el poeta: “¡Qué poco me va quedando / de lo poco que tenía! / Todo se me va acabando / menos la melancolía”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
No se puede ser libre más que entre libres. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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sin trabajo, jornaleros
del hambre por los caminos.”
Rafael Alberti.
LA SOCIEDAD DUAL
El sistema social se está escindiendo en dos, dando lugar a lo que habitualmente se llama una “sociedad dual” o “sociedad a dos velocidades”. La consecuencia de ello es una desintegración más rápida del tejido social. En lo más alto de la escala social hay una desenfrenada carrera para obtener uno de esos raros empleos estables y al mismo tiempo con posibilidades de promoción. Es lo que un lema publicitario completamente repugnante ha llamado “la pasión de ganar”. La sociedad se presenta bajo el modelo de la lucha sin tregua. Aquellos o aquellas que no son vencedores o ganadores se encuentran marginados de la sociedad, de la que no tienen nada que esperar y en la que no tienen razones para reconocerse. Su violencia suscita contra-violencias, desafectos, nostalgias agresivamente regresivas o reaccionarias.
Esta desintegración de una sociedad fragmentada nos remite a un problema de fondo: ¿qué debe ser una sociedad en la que el trabajo a tiempo completo de todos los ciudadanos ya no es necesaria ni económicamente útil? ¿Qué prioridades, diferentes de las económicas, deben fijarse? ¿Cómo debe organizarse para que los aumentos de productividad, la economización de tiempo de trabajo, beneficien a todo el mundo? ¿Cómo redistribuir mejor el trabajo socialmente útil, de manera que todo el mundo pueda trabajar menos y mejor recibiendo su parte de las riquezas socialmente producidas?
La tendencia dominante es dejar de lado este tipo de cuestiones y plantear el problema al revés, en los siguientes términos: ¿cómo conseguir que pese a los aumentos de productividad, la economía consuma tanto trabajo como en el pasado? ¿Cómo conseguir que las nuevas actividades remuneradas lleguen a ocupar el tiempo que, a escala social, liberan los aumentos de productividad? ¿A qué nuevos ámbitos de actividad pueden extenderse los intercambios comerciales para reemplazar, mejor o peor, los empleos eliminados de otra parte en la industria y los servicios industriales?
Todos conocemos la respuesta, una respuesta cuyo camino han mostrado Estados Unidos y Japón: el único ámbito en el que es posible, en una economía liberal, crear en el futuro un gran número de empleos es en el de los servicios a las personas. Podría no haber límite al desarrollo del empleo si se llegase a transformar en prestaciones de servicios retribuidas las actividades que hasta hoy la gente había asumido cada uno para sí mismo. Los economistas hablan a este respecto de “nuevo crecimiento más rico en empleos”, de “terciarización” de la economía y de desarrollo de una “sociedad de servicios” que toma relevo a la “sociedad industrial”.
Pero esta manera de pretender salvar la sociedad industrial provoca problemas y presenta contradicciones que merecerían ser el centro del debate público y de la reflexión política. En efecto, ¿cuáles son el contenido y el sentido de la mayoría de las actividades cuya transformación en servicios profesionalizados y monetarizados es actualmente evocada? Es fácil mostrar que su profesionalización ya no responde a la misma lógica que el desarrollo económico pasado.
En efecto, en el pasado el crecimiento económico tenía como motor fundamental la “sustitución productiva”: las tareas que desde hace siglos la gente asumía en la esfera doméstica fueron progresivamente transferidas a la industria y a las empresas de servicios, dotadas de máquinas más eficaces que aquellas de las que podía disponer un hogar. De este modo, la producción industrial y los servicios industrializados han reemplazado la auto-producción doméstica al encargarse los individuos de sí mismos.
Sin embargo, el problema que plantea el desarrollo presente es el siguiente: ¿aún es posible reinvertir en la economía el tiempo economizado gracias a la revolución microelectrónica? ¿Aseguran los nuevos empleos creados en los servicios personales de manera más eficaz, es decir mejor y más rápido, los servicios que la gente hasta ahora, se proporcionaba a sí misma?
La mayoría de los economistas ofrecen la siguiente respuesta: la automatización hace descender los precios relativos de muchos productos. Este descenso de los precios hace aumentar el poder adquisitivo y permite a la gente pagarse servicios “de proximidad”. Razonamiento impecable, pero que deja de lado un aspecto esencial: ¿de dónde procede el descenso de los precios relativos debidos a la automatización? Respuesta: procede del hecho de que las empresas automatizadas han reducido el “coste salarial”, han reducido el volumen de salarios que distribuyen. El “coste salarial” lo han reducido reduciendo sus efectivos. Aquellos que, gracias al descenso de los precios disponen de un poder adquisitivo adicional, no son, evidentemente, quienes han perdido su antiguo empleo. Sólo quienes conservan un empleo fijo, a menudo mejor cualificado, y relativamente bien pagado disponen de tal poder adquisitivo adicional. Por tanto, sólo ellos pueden pagarse los nuevos servicios comerciales en los que se considera que deben encontrar empleo millones de asalariados.
Los servicios personales se desarrollan gracias al empobrecimiento de una creciente masa de gente, empobrecimiento constatado en todos los países de la Unión Europea. La desigualdad socioeconómica entre los que prestan los servicios personales y aquellos que lo contratan se ha convertido en el motor del desarrollo del empleo. Este se funda sobre una dualización de la sociedad, sobre una especie de sudafricanización, como si el modelo colonial se asentase en el corazón de las metrópolis. Y como dijo el poeta: “¡Qué poco me va quedando / de lo poco que tenía! / Todo se me va acabando / menos la melancolía”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
No se puede ser libre más que entre libres. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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sábado, 28 de abril de 2007
FERNÁNDEZ MORENO POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
FERNÁNDEZ MORENO
(1866-1950).
“Una mujer, una mujer apenas,
la mitad de perfil, la otra de gracia.
Ya no hay princesa que canta, Darío,
ni ayer la hubo, ni la habrá mañana.”
Fernández Moreno.
LA VOZ DE LA VOCACION POETICA.
El mundo, el universo poético de Fernández Moreno no lo inventa él, no es visionario, ni telúrico, ni creacionista, él ve y canta, eso es todo. Luego resulta que también hay un pensamiento implícito y como quien no quiere la cosa, brota aquí o allá una sugestión infantil que le sirve de aprendiz de filosofía. Su poesía es menos trascendente en cierto sentido que la de Jorge Guillén, pongamos por poeta de la realidad en segundo grado, pero en ciertos grados linda con él y como él podría haber dicho que su obra era cántico y que el mundo estaba bien hecho.
Baldomero Eugenio Otto Fernández Moreno nace en Buenos Aires el 15 de noviembre de 1886. Es español de linaje por sus cuatro costados, su padre era montañés y su madre alcarreña. Cuando tenía tres años le traen al Bárcena de Cicero, a que habitase la casa construida por su padre, casa de la que nos habla Fernández Moreno en sus Memorias en prosa, y que está situada muy cerca del crucero de la carretera, donde se junta la carretera de Santander, Bilbao, con la que abandona parte de Bárcena de Cicero a Santoña. Al llegar el otoño de 1897, abandona la montaña para ir a estudiar a Madrid, donde cursa los primeros dos años de Bachillerato. Vuelve a Buenos Aires donde termina felizmente el Bachillerato. Más tarde estudia Medicina. El ejercicio de la profesión durante doce años, 1912 a 1924, supo llevarlo Fernández Moreno con dignidad y conciencia, pero con escaso convencimiento. Sólo le alertaba una idea fija, la de la vida de poeta.
La desaparición del médico da paso a la entrada del catedrático. Fácilmente consigue Fernández Moreno una cátedra de Lengua y Literatura castellana en un Colegio Nacional, equivalente a un Instituto de los nuestros. También de su segunda vida profesional nos dejará un puñado de versos. El 7 de julio de 1950, a los sesenta y tres años de edad, a los mismos años de edad que Antonio Machado, de un derrame cerebral muere el poeta Baldomero Fernández Moreno en sus Buenos Aires.
A Fernández Moreno no le abandona nunca el recuerdo de su España y de su aldea montañesa. Uno de los libros, uno de los más significativos, es el que lleva el título Aldea española destinado todo él a cantar la aldea donde pasó varios años de su vida. Otro libro poético de 1941, lleva este título paralelo Yo médico, yo catedrático. Y una de las primeras poesías famosas de Fernández Moreno es el Soneto de tus vísceras, con sus toques anatómicos y surrealistas.
Fernández Moreno practica el loperrealismo o el arte de penetrar la realidad tal como es característica de nuestro poeta Lope de Vega. Feliz el día en que Fernández Moreno se decidió a escribir en prosa. Prosa de poeta. Su nueva y paralela vocación de poeta a lo ancho, le sirvió a las mil maravillas para regalarnos varios libros con una prosa maravillosa, en la que no hay una sola palabra que no esté en su sitio y que no diga exactamente lo que tenía que decir. Una prosa que hace a Fernández Moreno, médico y catedrático, español y argentino; dos veces poeta. No en vano, decía que era: “Indiano en Trasmiera, / y gallego en la Pampa”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
La paz pide una oportunidad.Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
(1866-1950).
“Una mujer, una mujer apenas,
la mitad de perfil, la otra de gracia.
Ya no hay princesa que canta, Darío,
ni ayer la hubo, ni la habrá mañana.”
Fernández Moreno.
LA VOZ DE LA VOCACION POETICA.
El mundo, el universo poético de Fernández Moreno no lo inventa él, no es visionario, ni telúrico, ni creacionista, él ve y canta, eso es todo. Luego resulta que también hay un pensamiento implícito y como quien no quiere la cosa, brota aquí o allá una sugestión infantil que le sirve de aprendiz de filosofía. Su poesía es menos trascendente en cierto sentido que la de Jorge Guillén, pongamos por poeta de la realidad en segundo grado, pero en ciertos grados linda con él y como él podría haber dicho que su obra era cántico y que el mundo estaba bien hecho.
Baldomero Eugenio Otto Fernández Moreno nace en Buenos Aires el 15 de noviembre de 1886. Es español de linaje por sus cuatro costados, su padre era montañés y su madre alcarreña. Cuando tenía tres años le traen al Bárcena de Cicero, a que habitase la casa construida por su padre, casa de la que nos habla Fernández Moreno en sus Memorias en prosa, y que está situada muy cerca del crucero de la carretera, donde se junta la carretera de Santander, Bilbao, con la que abandona parte de Bárcena de Cicero a Santoña. Al llegar el otoño de 1897, abandona la montaña para ir a estudiar a Madrid, donde cursa los primeros dos años de Bachillerato. Vuelve a Buenos Aires donde termina felizmente el Bachillerato. Más tarde estudia Medicina. El ejercicio de la profesión durante doce años, 1912 a 1924, supo llevarlo Fernández Moreno con dignidad y conciencia, pero con escaso convencimiento. Sólo le alertaba una idea fija, la de la vida de poeta.
La desaparición del médico da paso a la entrada del catedrático. Fácilmente consigue Fernández Moreno una cátedra de Lengua y Literatura castellana en un Colegio Nacional, equivalente a un Instituto de los nuestros. También de su segunda vida profesional nos dejará un puñado de versos. El 7 de julio de 1950, a los sesenta y tres años de edad, a los mismos años de edad que Antonio Machado, de un derrame cerebral muere el poeta Baldomero Fernández Moreno en sus Buenos Aires.
A Fernández Moreno no le abandona nunca el recuerdo de su España y de su aldea montañesa. Uno de los libros, uno de los más significativos, es el que lleva el título Aldea española destinado todo él a cantar la aldea donde pasó varios años de su vida. Otro libro poético de 1941, lleva este título paralelo Yo médico, yo catedrático. Y una de las primeras poesías famosas de Fernández Moreno es el Soneto de tus vísceras, con sus toques anatómicos y surrealistas.
Fernández Moreno practica el loperrealismo o el arte de penetrar la realidad tal como es característica de nuestro poeta Lope de Vega. Feliz el día en que Fernández Moreno se decidió a escribir en prosa. Prosa de poeta. Su nueva y paralela vocación de poeta a lo ancho, le sirvió a las mil maravillas para regalarnos varios libros con una prosa maravillosa, en la que no hay una sola palabra que no esté en su sitio y que no diga exactamente lo que tenía que decir. Una prosa que hace a Fernández Moreno, médico y catedrático, español y argentino; dos veces poeta. No en vano, decía que era: “Indiano en Trasmiera, / y gallego en la Pampa”.
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Gracias.
FRANCISCO GREGORIO DE SALAS POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
FRANCISCO GREGORIO DE SALAS
(1729-1808)
“Herido de tu voz el dulce viento,
tañido el instrumento por tu mano,
jamás el valle oyó tan soberano,
delicado, armonioso y grato acento.”
Francisco Gregorio de Salas.
LA VOZ DE GRATO ACENTO
Hasta hace muy pocos años era obligado lugar común hablar del siglo XVIII como el gran desconocido de la historia española, víctima, al parecer de una desatención crítica que contrastaba con el interés que desde mucho tiempo atrás suscitaba la literatura de los siglos áureos e incluso la de la Edad Media. Mucho han cambiado, sin embargo, las cosas y hoy el lugar común puede estar, paradójicamente, en afirmar todo lo contrario, es decir, en subrayar la fuerte atención intelectual que la época ilustrada suscita en estos momentos. El siglo XVIII se ha puesto de moda en estos últimos años y no sólo en su dimensión literaria sino en el orden del pensamiento y de la cultura en general.
Una de las consecuencias de la desatención crítica a que estuvo mucho tiempo sometido el XVIII literario español ha sido la carencia de criterios de clasificación y periodización suficientemente ponderados. Aunque la expresión literatura ilustrada puede parecer difusa, designa mejor sin duda mejor que neoclasicismo, la variedad de líneas y tendencias de la época y permite partir de una categoría histórica válida desde la cual puedan trazarse clasificaciones.
Salas en su lírica ilustrada cultivó intensamente la naturaleza con un sentido muy diferente a como lo habían hecho los grandes poetas del barroco. Salas descubre con frecuencia la naturaleza a través de la ciencia y verá en ella un mundo de realidades atractivo y sugerente, en comunión con el hombre.
Francisco Gregorio de Salas nació en Jaraicejo, provincia de Cáceres, el 29 de enero de 1729. Siguió la carrera eclesiástica y residió en Madrid una gran parte de su vida, desempeñando las funciones de capellán de Santa María Magdalena de Recogidas.
Entre los títulos más relevantes de su obra se cuentan Poesías, Sueño poético, Descripción de la Anunciación de Mengs y Juicios críticos.
Leandro Fernández Moratín habla con gran afecto de sus virtudes personales y, en especial, de su modestia y sencillez. Ello es que a pesar de residir muchos años en la Corte, de sus relaciones, de la brillante situación de su hermano José, amigo de Godoy e incluso de la deferencia real, no quiso aceptar prebendas ni distinciones y sólo figuró en la Academia de San Fernando, donde leyó varios discursos y juicios críticos. Francisco Gregorio de Salas falleció en Madrid el 3 de diciembre de 1808.
Cuando en 1797, publicó reunidas sus poesías, algunas como el Observatorio Rústico, iban por la sexta edición, prueba de la popularidad de que Salas, gozaba. Y como dijo el poeta: “Suspenso el prado y a tu voz atento, / al escuchar que excede de lo humano, / convencido confiesa que es en vano / buscar otra delicia ni contento”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Paz, queramos paz.
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Gracias
(1729-1808)
“Herido de tu voz el dulce viento,
tañido el instrumento por tu mano,
jamás el valle oyó tan soberano,
delicado, armonioso y grato acento.”
Francisco Gregorio de Salas.
LA VOZ DE GRATO ACENTO
Hasta hace muy pocos años era obligado lugar común hablar del siglo XVIII como el gran desconocido de la historia española, víctima, al parecer de una desatención crítica que contrastaba con el interés que desde mucho tiempo atrás suscitaba la literatura de los siglos áureos e incluso la de la Edad Media. Mucho han cambiado, sin embargo, las cosas y hoy el lugar común puede estar, paradójicamente, en afirmar todo lo contrario, es decir, en subrayar la fuerte atención intelectual que la época ilustrada suscita en estos momentos. El siglo XVIII se ha puesto de moda en estos últimos años y no sólo en su dimensión literaria sino en el orden del pensamiento y de la cultura en general.
Una de las consecuencias de la desatención crítica a que estuvo mucho tiempo sometido el XVIII literario español ha sido la carencia de criterios de clasificación y periodización suficientemente ponderados. Aunque la expresión literatura ilustrada puede parecer difusa, designa mejor sin duda mejor que neoclasicismo, la variedad de líneas y tendencias de la época y permite partir de una categoría histórica válida desde la cual puedan trazarse clasificaciones.
Salas en su lírica ilustrada cultivó intensamente la naturaleza con un sentido muy diferente a como lo habían hecho los grandes poetas del barroco. Salas descubre con frecuencia la naturaleza a través de la ciencia y verá en ella un mundo de realidades atractivo y sugerente, en comunión con el hombre.
Francisco Gregorio de Salas nació en Jaraicejo, provincia de Cáceres, el 29 de enero de 1729. Siguió la carrera eclesiástica y residió en Madrid una gran parte de su vida, desempeñando las funciones de capellán de Santa María Magdalena de Recogidas.
Entre los títulos más relevantes de su obra se cuentan Poesías, Sueño poético, Descripción de la Anunciación de Mengs y Juicios críticos.
Leandro Fernández Moratín habla con gran afecto de sus virtudes personales y, en especial, de su modestia y sencillez. Ello es que a pesar de residir muchos años en la Corte, de sus relaciones, de la brillante situación de su hermano José, amigo de Godoy e incluso de la deferencia real, no quiso aceptar prebendas ni distinciones y sólo figuró en la Academia de San Fernando, donde leyó varios discursos y juicios críticos. Francisco Gregorio de Salas falleció en Madrid el 3 de diciembre de 1808.
Cuando en 1797, publicó reunidas sus poesías, algunas como el Observatorio Rústico, iban por la sexta edición, prueba de la popularidad de que Salas, gozaba. Y como dijo el poeta: “Suspenso el prado y a tu voz atento, / al escuchar que excede de lo humano, / convencido confiesa que es en vano / buscar otra delicia ni contento”.
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Gracias
LOS IRACUNDOS POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
LOS IRACUNDOS
“Y al fin correréis la suerte
de los que matando llegan
a dar a su vida muerte.”
Rafael Alberti.
LO TERRIBLE DE LA IRA ES LA OBNUBULACION
DEL PENSAMIENTO
Si me preguntan cuál es el espectáculo más aflictivo que el hombre proporciona de sí mismo, yo diría que el del hombre arrebatado por la ira. Ya sé que se buscan justificaciones y cada uno de nosotros, cuando la ira nos agarra del cuello, cree tener una base racional y justificadora. ¿No se llega a hablar, incluso, de una “ira santa”?
Ninguna excusa es válida. Ni siquiera la de Moisés cuando, de acuerdo con el relato bíblico, convirtió en polvo las Tablas de la Ley. Significativo episodio, por cierto. Cada vez que el furor nos arrebata, hay una Ley- y a veces “La Ley”- que desaparece.
No es la ”paciencia” la panacea contra la ira. Lo que produce la pasión iracunda, sino la “parcialidad”. He dejado de ir al fútbol -que, a veces, es un vistoso espectáculo- afligido de ver a algunos amigos míos congestionarse hasta saltárseles los ojos, empeñados en convencerme de que los once de “su” equipo eran once perfectos “gentlemen”, mientras “los otros” abrigaban tenebrosos designios homicidas. Lo terrible de la ira es la obnubilación del pensamiento.
Como en ciertas enfermedades de la visión, en las que el ojo deja de percibir determinados colores, así también el iracundo es un ciego parcial para cuanto le rodea. De esta visión mutilada surge una visión deformada de las cosas que -y esto es lo más grave- intenta imponerse a los demás.
Todo dentro de un encadenamiento en apariencia lógico, porque si el iracundo se cree en posesión de su verdad, creerá actuar de acuerdo con su conciencia, intentando imponer a los demás lo que para él es la más pura certeza. De ahí que, entre nosotros, sea tan peligroso aquel que quiere, a viva fuerza, hacernos felices.
La iracundia en los pueblos se llama la guerra. Y lo que más aflige no es el hecho mismo, el brutal enfrentamiento de los aviones, de los tanques y de las ametralladoras, sino la estremecedora velocidad con que las gentes se apresuran a “parcializarse”, a declararse, resueltamente, por uno u otro bando. A justificar la actitud de “unos” y a denostar la de los “otros”. A silenciar las crueldades de los primeros y a gritar estentóreamente la de los segundos. A “tomar partido”, es decir, a “partir” su alma de manera que sólo vea la porción que su propia iracundia le deja percibir. Lo grave de la iracundia no es sólo la guerra, sino la mutilación anímica que comporta. Y como dijo el poeta: “¿Queréis la guerra? No iremos. / Con la paz entre las manos / por arma os enterraremos. / ¡Paz al mundo! Corazones / arrebatados y unidos / de millones y millones. / Paz para toda la gente. / Se abran y cierren los ojos / del día tranquilamente”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Será vano el intento de humanizar las guerras. Lo humano es evitarlas.
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“Y al fin correréis la suerte
de los que matando llegan
a dar a su vida muerte.”
Rafael Alberti.
LO TERRIBLE DE LA IRA ES LA OBNUBULACION
DEL PENSAMIENTO
Si me preguntan cuál es el espectáculo más aflictivo que el hombre proporciona de sí mismo, yo diría que el del hombre arrebatado por la ira. Ya sé que se buscan justificaciones y cada uno de nosotros, cuando la ira nos agarra del cuello, cree tener una base racional y justificadora. ¿No se llega a hablar, incluso, de una “ira santa”?
Ninguna excusa es válida. Ni siquiera la de Moisés cuando, de acuerdo con el relato bíblico, convirtió en polvo las Tablas de la Ley. Significativo episodio, por cierto. Cada vez que el furor nos arrebata, hay una Ley- y a veces “La Ley”- que desaparece.
No es la ”paciencia” la panacea contra la ira. Lo que produce la pasión iracunda, sino la “parcialidad”. He dejado de ir al fútbol -que, a veces, es un vistoso espectáculo- afligido de ver a algunos amigos míos congestionarse hasta saltárseles los ojos, empeñados en convencerme de que los once de “su” equipo eran once perfectos “gentlemen”, mientras “los otros” abrigaban tenebrosos designios homicidas. Lo terrible de la ira es la obnubilación del pensamiento.
Como en ciertas enfermedades de la visión, en las que el ojo deja de percibir determinados colores, así también el iracundo es un ciego parcial para cuanto le rodea. De esta visión mutilada surge una visión deformada de las cosas que -y esto es lo más grave- intenta imponerse a los demás.
Todo dentro de un encadenamiento en apariencia lógico, porque si el iracundo se cree en posesión de su verdad, creerá actuar de acuerdo con su conciencia, intentando imponer a los demás lo que para él es la más pura certeza. De ahí que, entre nosotros, sea tan peligroso aquel que quiere, a viva fuerza, hacernos felices.
La iracundia en los pueblos se llama la guerra. Y lo que más aflige no es el hecho mismo, el brutal enfrentamiento de los aviones, de los tanques y de las ametralladoras, sino la estremecedora velocidad con que las gentes se apresuran a “parcializarse”, a declararse, resueltamente, por uno u otro bando. A justificar la actitud de “unos” y a denostar la de los “otros”. A silenciar las crueldades de los primeros y a gritar estentóreamente la de los segundos. A “tomar partido”, es decir, a “partir” su alma de manera que sólo vea la porción que su propia iracundia le deja percibir. Lo grave de la iracundia no es sólo la guerra, sino la mutilación anímica que comporta. Y como dijo el poeta: “¿Queréis la guerra? No iremos. / Con la paz entre las manos / por arma os enterraremos. / ¡Paz al mundo! Corazones / arrebatados y unidos / de millones y millones. / Paz para toda la gente. / Se abran y cierren los ojos / del día tranquilamente”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Será vano el intento de humanizar las guerras. Lo humano es evitarlas.
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Gracias
DOMINGO LÓPEZ TORRES POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
DOMINGO LOPEZ TORRES
(1910-1937)
“De noche ya, gritando mis ausencias,
buscaba yo en las playas las formas
que dejaban las chicas en la arena.”
Domingo López Torres.
LA VOZ BRUTALMENTE APAGADA
“¡Cómo atreverse a destacar un nombre de esta inmensa selva de nuestros muertos!”, escribía el enorme poeta Pablo Neruda. Pero es que el nombre que voy a pronunciar está tan atravesado de tantas significaciones que al pronunciarlo se pronuncian los nombres de todos los que cayeron en Canarias defendiendo la materia de sus cantos. Si la barbarie franquista hubiera buscado por todos los rincones de las Islas Canarias a quien sacrificar, como se sacrifica un símbolo, para intentar poner fin a la poesía, como si ello fuera posible, no se hubiera hallado, en nadie ni en nada como en este ser escogido. Estará muerto él, ofrecido como una azucena, bajo el mar en que sus enemigos le arrojaron, pero su voz estará por siempre viva, en la memoria de los hombres.
No sé como precisar su recuerdo, realmente del gran poeta canario Domingo López Torres tenemos muy pocos datos y la mayoría se los debemos al poeta Andrés Sánchez Robayna, pero sus poemas ya empiezan a aparecer en las antologías de la generación del 27. Una vez leído un poema de López Torres, no lo olvidaremos, ni perdonaremos nunca el asesinato de quien consideramos uno de los más altos exponentes del surrealismo español y uno de los escritores españoles más comprometido con las poéticas de las vanguardias. He querido traer ante vosotros el recuerdo del más joven de los vanguardistas canarios, del que dijo su amigo y escritor Eduardo Westerdahl, que era “la ternura de un surrealista al servicio de la revolución”.
Domingo López Torres nace en Santa Cruz de Tenerife en 1910. Sus escasos medios económicos le obligan a dejar sus estudios y tiene que trabajar desde muy joven, primero de orfebre y posteriormente en un servicio consignatario. En 1935 ya disponía de una librería-estanco, llamada “Número Cinco”, donde se celebraba una tertulia política y literaria. A los dieciséis años publica su primeros poemas en la revista Héspérides, en la que también colaboran los que serían sus compañeros de generación Eduardo Westerdahl, Pedro García Cabrera, Domingo Pérez Minik... En el verano de 1929 escribe Diario de un sol de verano , que no sería publicado hasta 1987. En 1930, fue uno de los impulsores de la revista Cartones, de la que se editó solo el primer número, al sufrir López Torres un grave accidente de barca en la bahía de Santa Cruz de Tenerife, en el que perdieron la vida, sus compañeros José Antonio Rojas y Julio Antonio de la Rosa. Colabora en el semanario Altavoz, dirigido por García Cabrera. Con Eduardo Westerdahl contribuye a la aparición de la revista Gaceta de Arte, en 1932. Revista que estuvo dirigida por Westerdahl y de la que López Torres fue un redactor muy activo. Al año siguiente, André Breton y Paul Eluard solicitan la colaboración de López Torres para una encuesta en la famosa revista francesa Minotaure.
El 4 de mayo de 1935, llegaron a Tenerife André Breton, Jacqueline Lamba y Benjamin Péret, invitados por el grupo de la Gaceta de Arte, el día 11, del mismo mes, se inaugura la Exposición Surrealista en la capital tinerfeña. Los surrealistas franceses regresan a París, el día 27, tras una larga actividad artística e intelectual. De esta experiencia nace el Nº 2 del Bulletin International de Surréalisme en el que se incluye el Manifiesto Surrealista firmado por Breton, Domingo López Torres, Agustín Espinosa, Benjamin Péret, Pedro García Cabrera, Eduardo Vesterdahl y Domingo Pérez Minik. López Torres en su artículo “André Breton y Tenerife”, publicado en la Gaceta de Arte, proponía un nuevo mapa “el de los países con una misma preocupación espiritual”. De todos los poetas canarios, López Torres es sin duda el más comprometido con el ideario bretoniano, tanto en lo propiamente poético como en las posiciones ideológicas. López Torres edita, por otra parte, la revista Indice, de la que solo se publica el primer número. López Torres se distinguía en esos momentos tanto por sus actitudes estéticas cuanto por su ideología socialista radical, expresada en diferentes artículos y –muy activamente- en la vida política de Tenerife. Fue un divulgador del socialismo, sindicalismo y surrealismo, dispuesto a “sacrificarlo todo por el éxito de nuestras ideas”.
Cuando se produce la rebelión militar de 1936 es apresado y conducido a la prisión de Fyffes , en la que escribió los poemas de su libro Lo imprevisto (inédito como tal hasta 1981). El escritor exiliado José Antonio Rial, gaditano que vivió desde su niñez en Gran Canaria y que estuvo relacionado con el grupo surrealista de Gaceta de Arte, publicó en Venezuela, en 1969, el libro La prisión de Fyffes en el que se describe con rigor el ambiente sórdido del lugar, “resultaba difícil superar la prueba de lo escatológico humano”, un “vivir en cloacas” en un recinto inadecuado para encerrar en él al elevado número de personas que allí tuvieron que enfrentarse a muy duras condiciones físicas y morales.
En febrero de 1937, Domingo López Torres fue arrojado al mar con otros compañeros enfundados en sacos. No olvidaremos ni perdonaremos tan horribles asesinatos. No podremos olvidar nunca estos crímenes, ni perdonarlos. Nunca. Y como le dijo al mar, su amigo el poeta Pedro García Cabrera “... si quieres quedarte con la verdad de sus sonrisas, / devuélveme su muerte al menos, / su muerte es mía y no te pertenece”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Te matan y después
piden perdón al cadáver.
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Gracias
(1910-1937)
“De noche ya, gritando mis ausencias,
buscaba yo en las playas las formas
que dejaban las chicas en la arena.”
Domingo López Torres.
LA VOZ BRUTALMENTE APAGADA
“¡Cómo atreverse a destacar un nombre de esta inmensa selva de nuestros muertos!”, escribía el enorme poeta Pablo Neruda. Pero es que el nombre que voy a pronunciar está tan atravesado de tantas significaciones que al pronunciarlo se pronuncian los nombres de todos los que cayeron en Canarias defendiendo la materia de sus cantos. Si la barbarie franquista hubiera buscado por todos los rincones de las Islas Canarias a quien sacrificar, como se sacrifica un símbolo, para intentar poner fin a la poesía, como si ello fuera posible, no se hubiera hallado, en nadie ni en nada como en este ser escogido. Estará muerto él, ofrecido como una azucena, bajo el mar en que sus enemigos le arrojaron, pero su voz estará por siempre viva, en la memoria de los hombres.
No sé como precisar su recuerdo, realmente del gran poeta canario Domingo López Torres tenemos muy pocos datos y la mayoría se los debemos al poeta Andrés Sánchez Robayna, pero sus poemas ya empiezan a aparecer en las antologías de la generación del 27. Una vez leído un poema de López Torres, no lo olvidaremos, ni perdonaremos nunca el asesinato de quien consideramos uno de los más altos exponentes del surrealismo español y uno de los escritores españoles más comprometido con las poéticas de las vanguardias. He querido traer ante vosotros el recuerdo del más joven de los vanguardistas canarios, del que dijo su amigo y escritor Eduardo Westerdahl, que era “la ternura de un surrealista al servicio de la revolución”.
Domingo López Torres nace en Santa Cruz de Tenerife en 1910. Sus escasos medios económicos le obligan a dejar sus estudios y tiene que trabajar desde muy joven, primero de orfebre y posteriormente en un servicio consignatario. En 1935 ya disponía de una librería-estanco, llamada “Número Cinco”, donde se celebraba una tertulia política y literaria. A los dieciséis años publica su primeros poemas en la revista Héspérides, en la que también colaboran los que serían sus compañeros de generación Eduardo Westerdahl, Pedro García Cabrera, Domingo Pérez Minik... En el verano de 1929 escribe Diario de un sol de verano , que no sería publicado hasta 1987. En 1930, fue uno de los impulsores de la revista Cartones, de la que se editó solo el primer número, al sufrir López Torres un grave accidente de barca en la bahía de Santa Cruz de Tenerife, en el que perdieron la vida, sus compañeros José Antonio Rojas y Julio Antonio de la Rosa. Colabora en el semanario Altavoz, dirigido por García Cabrera. Con Eduardo Westerdahl contribuye a la aparición de la revista Gaceta de Arte, en 1932. Revista que estuvo dirigida por Westerdahl y de la que López Torres fue un redactor muy activo. Al año siguiente, André Breton y Paul Eluard solicitan la colaboración de López Torres para una encuesta en la famosa revista francesa Minotaure.
El 4 de mayo de 1935, llegaron a Tenerife André Breton, Jacqueline Lamba y Benjamin Péret, invitados por el grupo de la Gaceta de Arte, el día 11, del mismo mes, se inaugura la Exposición Surrealista en la capital tinerfeña. Los surrealistas franceses regresan a París, el día 27, tras una larga actividad artística e intelectual. De esta experiencia nace el Nº 2 del Bulletin International de Surréalisme en el que se incluye el Manifiesto Surrealista firmado por Breton, Domingo López Torres, Agustín Espinosa, Benjamin Péret, Pedro García Cabrera, Eduardo Vesterdahl y Domingo Pérez Minik. López Torres en su artículo “André Breton y Tenerife”, publicado en la Gaceta de Arte, proponía un nuevo mapa “el de los países con una misma preocupación espiritual”. De todos los poetas canarios, López Torres es sin duda el más comprometido con el ideario bretoniano, tanto en lo propiamente poético como en las posiciones ideológicas. López Torres edita, por otra parte, la revista Indice, de la que solo se publica el primer número. López Torres se distinguía en esos momentos tanto por sus actitudes estéticas cuanto por su ideología socialista radical, expresada en diferentes artículos y –muy activamente- en la vida política de Tenerife. Fue un divulgador del socialismo, sindicalismo y surrealismo, dispuesto a “sacrificarlo todo por el éxito de nuestras ideas”.
Cuando se produce la rebelión militar de 1936 es apresado y conducido a la prisión de Fyffes , en la que escribió los poemas de su libro Lo imprevisto (inédito como tal hasta 1981). El escritor exiliado José Antonio Rial, gaditano que vivió desde su niñez en Gran Canaria y que estuvo relacionado con el grupo surrealista de Gaceta de Arte, publicó en Venezuela, en 1969, el libro La prisión de Fyffes en el que se describe con rigor el ambiente sórdido del lugar, “resultaba difícil superar la prueba de lo escatológico humano”, un “vivir en cloacas” en un recinto inadecuado para encerrar en él al elevado número de personas que allí tuvieron que enfrentarse a muy duras condiciones físicas y morales.
En febrero de 1937, Domingo López Torres fue arrojado al mar con otros compañeros enfundados en sacos. No olvidaremos ni perdonaremos tan horribles asesinatos. No podremos olvidar nunca estos crímenes, ni perdonarlos. Nunca. Y como le dijo al mar, su amigo el poeta Pedro García Cabrera “... si quieres quedarte con la verdad de sus sonrisas, / devuélveme su muerte al menos, / su muerte es mía y no te pertenece”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Te matan y después
piden perdón al cadáver.
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viernes, 27 de abril de 2007
NICOLÁS GUILLÉN POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
NICOLÁS GUILLÉN
(1902-1989)
“Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.”
Nicolás Guillén.
LA VOZ DEL CANTOR DE AMÉRICA
La poesía negra o mulata, la de signo o intencionalidad social y el neopopularismo han sido señalados como las tres direcciones vertebradoras de la poesía de Guillén; las dos primeras, fuertemente enlazadas. Poeta de cuidado equilibrio formal, su obra acusa destellos de Rubén, Lorca o Neruda; recrea y exalta la voz de un pueblo, una cultura, una sociedad y una tierra: Cuba. En Guillén se plasma, una vez más, la interpretación y la asimilación de dos culturas, la española y la negra, que se funden en el mulato antillano. Las mejores esencias de lo popular cubano están expresadas en su obra, que ha sorteado con fortuna el peligro del puro propagandismo beligerante casi siempre, que ha aportado el “poema-son” y ha recreado toda la magia de la música y el canto de su tierra.
Nicolás Guillén nace en Camagüey, el 10 de julio de 1902. Hijo del director del diario camagüeyano Las Dos Repúblicas, el poeta manifestó tempranamente su vocación literaria. A los catorce años escribe sus primeros versos. Su padre fue asesinado en 1917 por tropas del Gobierno. Guillén empieza entonces a trabajar como tipógrafo.
En 1919, concluidos los estudios secundarios, Guillén publica sus primeras composiciones. Al año siguiente viaja a La Habana e ingresa en la Escuela de Derecho, que abandona una vez terminado el primer año de carrera. Vuelve a Camagüey, donde dirige una revista literaria Lis, ingresando después en la redacción del diario El Camagüeyano. En 1930 con la publicación en el Diario de la Marina los Motivos de son, el nombre de Nicolás Guillén se impone como el de una de las figuras más importantes de la literatura cubana.
A partir de 1920 puede decirse que USA gobierna directamente la Isla, sin necesidad de intervención militar. En Cuba, la clase dominante (norteamericana y burguesía nacional), se asimilaba a la raza blanca, en tanto que los humildes y los desposeídos quedaban integrados en la raza negra. En este entorno social y cultural vive como poeta y hombre, Nicolás Guillén.
En 1931 se edita en La Habana, Sóngoro Cosongo. Poemas mulatos que confirma la excepcional calidad poética de Guillén. En 1937, el poeta emprende su primer viaje internacional de La Habana a México y luego a Canadá, de donde viaje a España, en donde asistirá al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Escrito en México, en mayo de 1937, España. Poema en cuatro angustias y una esperanza, se publicó dos veces en ese mismo año. A esta obra pertenece el conocido poema dedicado a Lorca: “Toco a la puerta de un gitano / -¿No anda por aquí Federico? / Nadie contesta, no habla nadie... / ¡Federico! ¡Federico! / La casa oscura , vacía; / humedad en las paredes, / brocal de pozo sin cubo, / jardín de lagartos verdes...”
Nicolás Guillén colaboró en la revista Hora de España. En 1947, publica en Buenos Aires, El son entero. En marzo de 1949 viaja a Nueva York como delegado cubano en la Conferencia Cultural y Científica para la Paz Mundial, en abril del mismo año asiste en París al Congreso Mundial de Partidarios de la Paz.
En 1953 inicia un nuevo periplo que es, en rigor, un largo exilio. Su actividad cultural, se refleja también, en estos años, en nuevos libros de poesía: Elegía y La paloma de vuelo popular. El triunfo definitivo de la Revolución Cubana, el 1º de enero de 1959, produce un cambio fundamental en la vida del poeta: concluye su exilio y regresa a la patria. En 1962 publica Prosa de Prisa y, al año siguiente, Poetas de amor y Tengo. En 1968 publica El Gran Zoo. Durante 1971 sufre algunos trastornos de salud, que una vez superados, no le impiden continuar su labor literaria y diplomática. Precisamente al año siguiente aparecen La rueda dentada y El diario que a diario. Nicolás Guillén muere en La Habana, el 16 de julio de 1989.
Guillén cantó y soñó a América. Su canto fue de rebeldía y esperanza. El negro, se constituyó a veces, en su poema, en el símbolo de los oprimidos del pueblo; pero ese pueblo en su conjunto es la inspiración central de su obra. Poeta nacional de Cuba, guitarrero mayor de América, ha demostrado que, “para hacer un poema, / lo importante es saber cómo se hace un poema”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
No hagamos las paces con la guerra, ni tampoco levantemos guerras con la paz.
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
(1902-1989)
“Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.”
Nicolás Guillén.
LA VOZ DEL CANTOR DE AMÉRICA
La poesía negra o mulata, la de signo o intencionalidad social y el neopopularismo han sido señalados como las tres direcciones vertebradoras de la poesía de Guillén; las dos primeras, fuertemente enlazadas. Poeta de cuidado equilibrio formal, su obra acusa destellos de Rubén, Lorca o Neruda; recrea y exalta la voz de un pueblo, una cultura, una sociedad y una tierra: Cuba. En Guillén se plasma, una vez más, la interpretación y la asimilación de dos culturas, la española y la negra, que se funden en el mulato antillano. Las mejores esencias de lo popular cubano están expresadas en su obra, que ha sorteado con fortuna el peligro del puro propagandismo beligerante casi siempre, que ha aportado el “poema-son” y ha recreado toda la magia de la música y el canto de su tierra.
Nicolás Guillén nace en Camagüey, el 10 de julio de 1902. Hijo del director del diario camagüeyano Las Dos Repúblicas, el poeta manifestó tempranamente su vocación literaria. A los catorce años escribe sus primeros versos. Su padre fue asesinado en 1917 por tropas del Gobierno. Guillén empieza entonces a trabajar como tipógrafo.
En 1919, concluidos los estudios secundarios, Guillén publica sus primeras composiciones. Al año siguiente viaja a La Habana e ingresa en la Escuela de Derecho, que abandona una vez terminado el primer año de carrera. Vuelve a Camagüey, donde dirige una revista literaria Lis, ingresando después en la redacción del diario El Camagüeyano. En 1930 con la publicación en el Diario de la Marina los Motivos de son, el nombre de Nicolás Guillén se impone como el de una de las figuras más importantes de la literatura cubana.
A partir de 1920 puede decirse que USA gobierna directamente la Isla, sin necesidad de intervención militar. En Cuba, la clase dominante (norteamericana y burguesía nacional), se asimilaba a la raza blanca, en tanto que los humildes y los desposeídos quedaban integrados en la raza negra. En este entorno social y cultural vive como poeta y hombre, Nicolás Guillén.
En 1931 se edita en La Habana, Sóngoro Cosongo. Poemas mulatos que confirma la excepcional calidad poética de Guillén. En 1937, el poeta emprende su primer viaje internacional de La Habana a México y luego a Canadá, de donde viaje a España, en donde asistirá al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Escrito en México, en mayo de 1937, España. Poema en cuatro angustias y una esperanza, se publicó dos veces en ese mismo año. A esta obra pertenece el conocido poema dedicado a Lorca: “Toco a la puerta de un gitano / -¿No anda por aquí Federico? / Nadie contesta, no habla nadie... / ¡Federico! ¡Federico! / La casa oscura , vacía; / humedad en las paredes, / brocal de pozo sin cubo, / jardín de lagartos verdes...”
Nicolás Guillén colaboró en la revista Hora de España. En 1947, publica en Buenos Aires, El son entero. En marzo de 1949 viaja a Nueva York como delegado cubano en la Conferencia Cultural y Científica para la Paz Mundial, en abril del mismo año asiste en París al Congreso Mundial de Partidarios de la Paz.
En 1953 inicia un nuevo periplo que es, en rigor, un largo exilio. Su actividad cultural, se refleja también, en estos años, en nuevos libros de poesía: Elegía y La paloma de vuelo popular. El triunfo definitivo de la Revolución Cubana, el 1º de enero de 1959, produce un cambio fundamental en la vida del poeta: concluye su exilio y regresa a la patria. En 1962 publica Prosa de Prisa y, al año siguiente, Poetas de amor y Tengo. En 1968 publica El Gran Zoo. Durante 1971 sufre algunos trastornos de salud, que una vez superados, no le impiden continuar su labor literaria y diplomática. Precisamente al año siguiente aparecen La rueda dentada y El diario que a diario. Nicolás Guillén muere en La Habana, el 16 de julio de 1989.
Guillén cantó y soñó a América. Su canto fue de rebeldía y esperanza. El negro, se constituyó a veces, en su poema, en el símbolo de los oprimidos del pueblo; pero ese pueblo en su conjunto es la inspiración central de su obra. Poeta nacional de Cuba, guitarrero mayor de América, ha demostrado que, “para hacer un poema, / lo importante es saber cómo se hace un poema”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
No hagamos las paces con la guerra, ni tampoco levantemos guerras con la paz.
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Gracias.
ANTONI GAUDÍ POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
ANTONI GAUDI
(1852-1926)
“La originalidad es la vuelta a los orígenes ”.
Antoni Gaudí.
LA VOZ DEL LIRISMO ORNAMENTAL
Gaudí fue un verdadero genio de fin de siglo y es la máxima figura de la arquitectura catalana. Con él la arquitectura se convierte en fantasía surrealista y desenfrenada. Participa del movimiento neobarroco. Su producción encaja cronológica y estilísticamente con el modernismo, pero con unas características muy personales.
Antoni Gaudí i Cornet nació en Reus el 25 de junio de 1852. Hijo de un industrial calderero, en su ambiente familiar empezó a interesarse por la construcción y el análisis de las formas espaciales, elemento que será recurrente a lo largo de su obra. Desde pequeño padeció un problema reumático que le impidió jugar con los niños de su edad. Problema que le hizo faltar a menudo a clase. Esta enfermedad le acompañó toda su vida y para ello, los médicos le recomendaron una dieta vegetariana y que paseara siempre que le fuera posible.
Estudió con los Escolapios manifestando desde pronto una profunda religiosidad y la afición por los asuntos teológicos. Se trasladó a Barcelona para estudiar arquitectura, tardó nueve años en finalizar sus estudios. Fue una alumno difícil, al que se le atragantaron varias asignaturas. Aun así, antes de su graduación, ocurrida en 1878, ya había colaborado en algunos proyectos de sus profesores.
Sus primeras obras, como la Casa Vicens, comenzada en 1883, el ábside de la Sagrada Familia o el Palacio Güell, albergan reminiscencias neogóticas en cuanto a la estructura e influencias estilísticas islámicas. Para la decoración recurre a materiales cerámicos policromados, que dan a los conjuntos gran viveza y brillantez. Al mismo tiempo, el inquieto Gaudí realizar experimentos constructivos, como el uso de arcos parabólicos, que acaban por dificultar su encasillamiento personal en ningún estilo constructivo concreto y hacen difícil definir su obra a partir de ninguna corriente conocida.
En épocas de persecución, se negaba a abandonar el uso de la lengua catalana aún a costa de pasar una noche dentro de un calabozo y cuando, después de años de censura, el sentimiento catalanista reivindica sus derechos, Gaudí seguía de cerca los eventos nacionalistas como lo muestra su ingreso en la “Associació Catalanista d’Excursions Científiques”. La participación en esta asociación le permitió aumentar su conocimiento de la histórica arquitectura catalana.
Caracterizado por sus contemporáneos como un personaje hosco y taciturno, de costumbres solitarias y poco aficionado a las apariciones en público, sin embargo estableció fuertes lazos con sus subordinados, trabajando estrechamente en la decoración de sus edificios. Embebido en su pasión principal, la arquitectura, su vida fue austera y rigurosa, poco dada a los excesos. Nunca se casó y no se le conocen amores, no hizo manifestaciones políticas, no dictaba conferencias y sólo una vez publicó un escrito, un artículo que, con el título de “La Renaixença”, apareció en 1881.Su pasión, su única pasión, era la arquitectura. Gaudí falleció en Barcelona el 10 de junio de 1926, atropellado por un tranvía.
Casi toda su obra se halla en la ciudad de Barcelona. En su templo inconcluso de la Sagrada Familia (1883) emplea, sobre un esquema gótico, arcos parabólicos y curvas de formas caprichosas con abundante decoración vegetal. Las cuatro torres de la fachada del Nacimiento son más escultura que arquitectura. De los frontones, tallados en la piedra a imitación de la nieve, emergen diversas estatuas de la vida de Jesús. Otra característica de su estilo es el deseo de movimiento, que intenta alcanzar a través de la ondulada masa de piedra, como en la casa Milá (La Pedrera) (1906-1910).
La actividad de Gaudí se extiende a la jardinería gracias al conde de Güell, que le encarga el parque que lleva su nombre (1900-1914). Esta obra causa verdadero asombro por sus volúmenes ondulados y atormentados y el empleo de fragmentos de cerámica de color integrados en la masa de hormigón. Por último, su obra más avanzada, tanto estructural como plásticamente, es la cripta de Santa Coloma de Cervelló (1898-1914), con columnas inclinadas y una interpenetración espacial interior-exterior, que le señalan como maestro incomparable del lirismo ornamental. También es obra de Gaudí el palacio episcopal de Astorga (1887-1893), en el que se mezclan religiosidad y simbolismo místico.
Otras obras de Gaudí son: villa Quijano (1883-1885. Comillas) y, en Barcelona, palacio Güell (1885-1890), colegio de Santa Teresa (1888-1890) y casa Batlló (1904-1906).
La Pedrera fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO el 2 de noviembre de 1984, junto con el Palau Güell, el Park Güell y la Cripta de la Colonia Güell.
Con el tiempo Gaudí se ha convertido en una figura puntera de la arquitectura internacional y su obra es admirada por millones de personas que contemplan sus edificios y sus construcciones. Cada vez más el interés por Gaudí, por la vida y por la persona del genio del lirismo ornamental, aumenta.” La originalidad es la vuelta a los orígenes”, repitió muchas veces Gaudí, por eso quiso utilizar la piedra original y no la elaborada, que puede ser una obra de arte, pero no obra de la naturaleza.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Donde mora la libertad, allí está mi patria. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
(1852-1926)
“La originalidad es la vuelta a los orígenes ”.
Antoni Gaudí.
LA VOZ DEL LIRISMO ORNAMENTAL
Gaudí fue un verdadero genio de fin de siglo y es la máxima figura de la arquitectura catalana. Con él la arquitectura se convierte en fantasía surrealista y desenfrenada. Participa del movimiento neobarroco. Su producción encaja cronológica y estilísticamente con el modernismo, pero con unas características muy personales.
Antoni Gaudí i Cornet nació en Reus el 25 de junio de 1852. Hijo de un industrial calderero, en su ambiente familiar empezó a interesarse por la construcción y el análisis de las formas espaciales, elemento que será recurrente a lo largo de su obra. Desde pequeño padeció un problema reumático que le impidió jugar con los niños de su edad. Problema que le hizo faltar a menudo a clase. Esta enfermedad le acompañó toda su vida y para ello, los médicos le recomendaron una dieta vegetariana y que paseara siempre que le fuera posible.
Estudió con los Escolapios manifestando desde pronto una profunda religiosidad y la afición por los asuntos teológicos. Se trasladó a Barcelona para estudiar arquitectura, tardó nueve años en finalizar sus estudios. Fue una alumno difícil, al que se le atragantaron varias asignaturas. Aun así, antes de su graduación, ocurrida en 1878, ya había colaborado en algunos proyectos de sus profesores.
Sus primeras obras, como la Casa Vicens, comenzada en 1883, el ábside de la Sagrada Familia o el Palacio Güell, albergan reminiscencias neogóticas en cuanto a la estructura e influencias estilísticas islámicas. Para la decoración recurre a materiales cerámicos policromados, que dan a los conjuntos gran viveza y brillantez. Al mismo tiempo, el inquieto Gaudí realizar experimentos constructivos, como el uso de arcos parabólicos, que acaban por dificultar su encasillamiento personal en ningún estilo constructivo concreto y hacen difícil definir su obra a partir de ninguna corriente conocida.
En épocas de persecución, se negaba a abandonar el uso de la lengua catalana aún a costa de pasar una noche dentro de un calabozo y cuando, después de años de censura, el sentimiento catalanista reivindica sus derechos, Gaudí seguía de cerca los eventos nacionalistas como lo muestra su ingreso en la “Associació Catalanista d’Excursions Científiques”. La participación en esta asociación le permitió aumentar su conocimiento de la histórica arquitectura catalana.
Caracterizado por sus contemporáneos como un personaje hosco y taciturno, de costumbres solitarias y poco aficionado a las apariciones en público, sin embargo estableció fuertes lazos con sus subordinados, trabajando estrechamente en la decoración de sus edificios. Embebido en su pasión principal, la arquitectura, su vida fue austera y rigurosa, poco dada a los excesos. Nunca se casó y no se le conocen amores, no hizo manifestaciones políticas, no dictaba conferencias y sólo una vez publicó un escrito, un artículo que, con el título de “La Renaixença”, apareció en 1881.Su pasión, su única pasión, era la arquitectura. Gaudí falleció en Barcelona el 10 de junio de 1926, atropellado por un tranvía.
Casi toda su obra se halla en la ciudad de Barcelona. En su templo inconcluso de la Sagrada Familia (1883) emplea, sobre un esquema gótico, arcos parabólicos y curvas de formas caprichosas con abundante decoración vegetal. Las cuatro torres de la fachada del Nacimiento son más escultura que arquitectura. De los frontones, tallados en la piedra a imitación de la nieve, emergen diversas estatuas de la vida de Jesús. Otra característica de su estilo es el deseo de movimiento, que intenta alcanzar a través de la ondulada masa de piedra, como en la casa Milá (La Pedrera) (1906-1910).
La actividad de Gaudí se extiende a la jardinería gracias al conde de Güell, que le encarga el parque que lleva su nombre (1900-1914). Esta obra causa verdadero asombro por sus volúmenes ondulados y atormentados y el empleo de fragmentos de cerámica de color integrados en la masa de hormigón. Por último, su obra más avanzada, tanto estructural como plásticamente, es la cripta de Santa Coloma de Cervelló (1898-1914), con columnas inclinadas y una interpenetración espacial interior-exterior, que le señalan como maestro incomparable del lirismo ornamental. También es obra de Gaudí el palacio episcopal de Astorga (1887-1893), en el que se mezclan religiosidad y simbolismo místico.
Otras obras de Gaudí son: villa Quijano (1883-1885. Comillas) y, en Barcelona, palacio Güell (1885-1890), colegio de Santa Teresa (1888-1890) y casa Batlló (1904-1906).
La Pedrera fue declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO el 2 de noviembre de 1984, junto con el Palau Güell, el Park Güell y la Cripta de la Colonia Güell.
Con el tiempo Gaudí se ha convertido en una figura puntera de la arquitectura internacional y su obra es admirada por millones de personas que contemplan sus edificios y sus construcciones. Cada vez más el interés por Gaudí, por la vida y por la persona del genio del lirismo ornamental, aumenta.” La originalidad es la vuelta a los orígenes”, repitió muchas veces Gaudí, por eso quiso utilizar la piedra original y no la elaborada, que puede ser una obra de arte, pero no obra de la naturaleza.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Donde mora la libertad, allí está mi patria. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
LEÓN FELIPE POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
LEÓN FELIPE
(1884-1968)
“Toda la luz de la tierra
la verá el hombre
por la ventana de una lágrima...”
León Felipe.
LA VOZ INDELEBLE DE LA JUSTICIA
León Felipe es en la poesía la voz indeleble de la justicia. Nadie como él ha sufrido y se ha rebelado tan desesperadamente sobre el dolor de España.
Bohemio de verdad, español de verdad, poeta en todo y por todo. León Felipe s una página importantísima de la literatura española.
León Felipe fue el hijo pródigo, “... mi éxodo es ya viejo. / En mis ropas duerme el polvo de todos los caminos / y el sudor de muchas agonías”. Walt Whitman le había llamado, desde el umbral de la muerte: “Te espero... / en algún sitio estoy esperándote...” ¿Qué viento te empujaba León Felipe, cuando le gritaste al pueblo: “De rodillas. Escuchad. / La Justicia se defiende con una lanza rota y una visera de papel”?
Nació León Felipe Camino Galicia, en Tábora, en la provincia de Zamora, en abril de 1984, pero muy pronto fue trasladado a Sequeros, en Salamanca, donde vivió siete dichosos años. Entonces nuevo traslado a Santander donde estudió el bachillerato. Comienza la carrera de Farmacia en Valladolid (1900), para continuar en Madrid. Ejerce la profesión en Santander, hasta que un día marchó hacia las tierras de levante con una compañía de cómicos. Vuelve a Santander, donde cumple una condena de tres años, para regresar de nuevo a Madrid, donde reside dos años (1918-1920), abandonado de casi todos.
En 1920 escribe Versos y oraciones de caminante. Una nueva aventura le lleva a Guinea Española, hasta, que, súbitamente a la vuelta de sus vacaciones, decide dar un salto mayor: desde Cádiz embarca hacia América.
Su estancia allí –México y, enseguida Estados Unidos- es enriquecedora en el aspecto literario. Conoce a Berta Gamboa, con la que se casa en Nueva York.
Dos veces más vuelve a España, en 1931 y en 1934. Por entonces escribe y publica Drop a star. De vuelta a América se instala en Panamá. A las pocas semanas de declararse la guerra civil española, se despide con un artículo violento “Good bye Panamá” y embarca en dirección a España. Pasa la guerra en Madrid, Valencia y Barcelona. Su primer gran poema fue Insignia, a raíz de la caída de Málaga.
Volviendo a América desde Francia, ya exiliado, compone en el barco una nueva obra El payaso de las bofetadas y pescador de caña, que lee públicamente en La Habana, antes de pasar definitivamente a México. Son los momentos literariamente hablando de El gran responsable, El hacha, Español del éxodo y del llanto, Ganarás la luz. Desde 1946 a 1948 sale de viaje por los diversos países de la América Hispana. De entonces es el texto de Poesía e hispanidad, también la Antología rota y Llamadme publicano.
Su actividad se mantiene vigorosa, a pesar de los años, pero en 1963 cae enfermo coincidiendo con la publicación de sus Obras completas. Ya a los ochenta años, publicó ¡Oh, este viejo y roto violín! que se prolonga y completa por otro libro, ya póstumo titulado Rocinante.
León Felipe, hermano de los desterrados y de los enterrados en el suelo del exilio, murió en México el 18 de septiembre de 1968.
León Felipe, honra de España, se enfrenta a la injusticia, provoca, apoda a los responsables. Su dolor se hizo poesía. Y sus lágrimas, canción. Y la canción se hizo luz en aquel reparto que propuso a los responsables: “Tuya es la hacienda / la casa / el caballo / y la pistola. / Mía es la voz antigua de la tierra / y me dejas desnudo y errante por el mundo. / Más yo te dejo mudo... ¡Mudo! / ¿Y cómo vas a recoger el trigo / y alimentar el fuego / si yo me llevo la canción?” Y es que, como dijo Jorge Guillén: “El poeta León es buen Felipe”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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(1884-1968)
“Toda la luz de la tierra
la verá el hombre
por la ventana de una lágrima...”
León Felipe.
LA VOZ INDELEBLE DE LA JUSTICIA
León Felipe es en la poesía la voz indeleble de la justicia. Nadie como él ha sufrido y se ha rebelado tan desesperadamente sobre el dolor de España.
Bohemio de verdad, español de verdad, poeta en todo y por todo. León Felipe s una página importantísima de la literatura española.
León Felipe fue el hijo pródigo, “... mi éxodo es ya viejo. / En mis ropas duerme el polvo de todos los caminos / y el sudor de muchas agonías”. Walt Whitman le había llamado, desde el umbral de la muerte: “Te espero... / en algún sitio estoy esperándote...” ¿Qué viento te empujaba León Felipe, cuando le gritaste al pueblo: “De rodillas. Escuchad. / La Justicia se defiende con una lanza rota y una visera de papel”?
Nació León Felipe Camino Galicia, en Tábora, en la provincia de Zamora, en abril de 1984, pero muy pronto fue trasladado a Sequeros, en Salamanca, donde vivió siete dichosos años. Entonces nuevo traslado a Santander donde estudió el bachillerato. Comienza la carrera de Farmacia en Valladolid (1900), para continuar en Madrid. Ejerce la profesión en Santander, hasta que un día marchó hacia las tierras de levante con una compañía de cómicos. Vuelve a Santander, donde cumple una condena de tres años, para regresar de nuevo a Madrid, donde reside dos años (1918-1920), abandonado de casi todos.
En 1920 escribe Versos y oraciones de caminante. Una nueva aventura le lleva a Guinea Española, hasta, que, súbitamente a la vuelta de sus vacaciones, decide dar un salto mayor: desde Cádiz embarca hacia América.
Su estancia allí –México y, enseguida Estados Unidos- es enriquecedora en el aspecto literario. Conoce a Berta Gamboa, con la que se casa en Nueva York.
Dos veces más vuelve a España, en 1931 y en 1934. Por entonces escribe y publica Drop a star. De vuelta a América se instala en Panamá. A las pocas semanas de declararse la guerra civil española, se despide con un artículo violento “Good bye Panamá” y embarca en dirección a España. Pasa la guerra en Madrid, Valencia y Barcelona. Su primer gran poema fue Insignia, a raíz de la caída de Málaga.
Volviendo a América desde Francia, ya exiliado, compone en el barco una nueva obra El payaso de las bofetadas y pescador de caña, que lee públicamente en La Habana, antes de pasar definitivamente a México. Son los momentos literariamente hablando de El gran responsable, El hacha, Español del éxodo y del llanto, Ganarás la luz. Desde 1946 a 1948 sale de viaje por los diversos países de la América Hispana. De entonces es el texto de Poesía e hispanidad, también la Antología rota y Llamadme publicano.
Su actividad se mantiene vigorosa, a pesar de los años, pero en 1963 cae enfermo coincidiendo con la publicación de sus Obras completas. Ya a los ochenta años, publicó ¡Oh, este viejo y roto violín! que se prolonga y completa por otro libro, ya póstumo titulado Rocinante.
León Felipe, hermano de los desterrados y de los enterrados en el suelo del exilio, murió en México el 18 de septiembre de 1968.
León Felipe, honra de España, se enfrenta a la injusticia, provoca, apoda a los responsables. Su dolor se hizo poesía. Y sus lágrimas, canción. Y la canción se hizo luz en aquel reparto que propuso a los responsables: “Tuya es la hacienda / la casa / el caballo / y la pistola. / Mía es la voz antigua de la tierra / y me dejas desnudo y errante por el mundo. / Más yo te dejo mudo... ¡Mudo! / ¿Y cómo vas a recoger el trigo / y alimentar el fuego / si yo me llevo la canción?” Y es que, como dijo Jorge Guillén: “El poeta León es buen Felipe”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Por esa libertad bella como la vida. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
FORO LIBRE: HOMENAJE A MESONERO ROMANOS
FORO LIBRE
ASOCIACION CULTURAL, ARTISTICA Y LITERARIA
Francisco Arias Solís - Presidente ~ Plaza San Severiano, 2 ~ 11007 - CADIZ
e-mail: pazylibertad@arrakis.es
URL: http://www.arrakis.es/~aarias
“Símbolo de ternura y amistad,
ellos, señora, al dirigirse a ti,
de un corazón sensible a tu bondad
la gratitud expresarán por mí”.
Mesonero Romanos.
HOMENAJE DE FORO LIBRE A MESONERO ROMANOS
El próximo lunes, día 30, a las 20.30 horas, en la cafetería-restaurante El Cantábrico (Avda. Cayetano del Toro, 21), la Asociación Cultural, Artística y Literaria FORO LIBRE celebrará un encuentro literario sobre la vida y la obra del escritor costumbrista Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882), con motivo del 125º aniversario de su muerte.
Mesonero Romanos, fue, con Serafín Estébanez y con Larra, descubridor, inventor de un género literario que se conoce, al situarse en pleno romanticismo ochocentista, por costumbrismo: género que, en formas aparentes, vino con la moda romántica directamente de París. Estébanez, Larra y Mesonero no se disputaron nunca la gloria de esta romántica invención, sino que supieron compartirla amistosamente. El “artículo de costumbres”, que entonces, advirtiendo su finísima teatralidad, denominaban sus autores “escenas” (“escenas matritenses”, “escenas de costumbres andaluzas”), tomaba, como antes y después hizo el “sainete” sus temas o motivos de lo que se decía “popular”. Es indudable que en la primera mitad del siglo XIX lo más interesante de la prosa española hay que buscarla en estos escritores costumbristas.
El escritor madrileño, que hizo popular el seudónimo de El Curioso Parlante, se pasó la vida entregado al conocimiento de su villa natal, y al cuidado de su modernización y embellecimiento. En 1836 fundó el Semanario Pintoresco, una de las revistas más difundidas de aquella época. Fue concejal del Ayuntamiento, cronista local y académico de la Real Española de la Lengua. El mismo nos narró parte de su vida en Memorias de un setentón. Sus artículos costumbristas se encuentran repartidos en tres volúmenes o series: Panorama matritense, Escenas matritenses y Tipos y caracteres.
“Es uno de nuestros pocos prosistas modernos –escribía Larra sobre Mesonero Romanos-; culto, decoroso, elegante, florido a veces, y casi siempre fluido en su estilo, castizo y puro en su lenguaje y muy a menudo picante y jovial”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Se ama la libertad como se ama y se necesita el aire, el pan y el amor. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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ASOCIACION CULTURAL, ARTISTICA Y LITERARIA
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“Símbolo de ternura y amistad,
ellos, señora, al dirigirse a ti,
de un corazón sensible a tu bondad
la gratitud expresarán por mí”.
Mesonero Romanos.
HOMENAJE DE FORO LIBRE A MESONERO ROMANOS
El próximo lunes, día 30, a las 20.30 horas, en la cafetería-restaurante El Cantábrico (Avda. Cayetano del Toro, 21), la Asociación Cultural, Artística y Literaria FORO LIBRE celebrará un encuentro literario sobre la vida y la obra del escritor costumbrista Ramón de Mesonero Romanos (1803-1882), con motivo del 125º aniversario de su muerte.
Mesonero Romanos, fue, con Serafín Estébanez y con Larra, descubridor, inventor de un género literario que se conoce, al situarse en pleno romanticismo ochocentista, por costumbrismo: género que, en formas aparentes, vino con la moda romántica directamente de París. Estébanez, Larra y Mesonero no se disputaron nunca la gloria de esta romántica invención, sino que supieron compartirla amistosamente. El “artículo de costumbres”, que entonces, advirtiendo su finísima teatralidad, denominaban sus autores “escenas” (“escenas matritenses”, “escenas de costumbres andaluzas”), tomaba, como antes y después hizo el “sainete” sus temas o motivos de lo que se decía “popular”. Es indudable que en la primera mitad del siglo XIX lo más interesante de la prosa española hay que buscarla en estos escritores costumbristas.
El escritor madrileño, que hizo popular el seudónimo de El Curioso Parlante, se pasó la vida entregado al conocimiento de su villa natal, y al cuidado de su modernización y embellecimiento. En 1836 fundó el Semanario Pintoresco, una de las revistas más difundidas de aquella época. Fue concejal del Ayuntamiento, cronista local y académico de la Real Española de la Lengua. El mismo nos narró parte de su vida en Memorias de un setentón. Sus artículos costumbristas se encuentran repartidos en tres volúmenes o series: Panorama matritense, Escenas matritenses y Tipos y caracteres.
“Es uno de nuestros pocos prosistas modernos –escribía Larra sobre Mesonero Romanos-; culto, decoroso, elegante, florido a veces, y casi siempre fluido en su estilo, castizo y puro en su lenguaje y muy a menudo picante y jovial”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Se ama la libertad como se ama y se necesita el aire, el pan y el amor. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
jueves, 26 de abril de 2007
LA MAR DE ACCIDENTES POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
28 DE ABRIL: DIA DE LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
“Ayúdame a amarrar las cruces de este andamio,
ten precaución, sujeta fuerte, no sea
que por mirar un pájaro pararse
o una muchacha hermosa en su ventana
no queden bien seguros estos postes.”
Eladio Cabañero.
LA MAR DE ACCIDENTES
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, se producen anualmente en el mundo unos 120 millones de accidentes de trabajo, que causan la muerte a casi 200.000 trabajadores, y una cifra estimada de 68 a 157 millones de nuevos casos de enfermedad debidos a exposiciones profesionales diversas.
Entre el 40 y el 50% de la población mundial está expuesta a algún tipo de riesgo en su trabajo, ya sea físico, químico, biológico, psicosocial o ergonómico.
Los especialistas han determinado alrededor de 100.000 sustancias químicas, 50 factores físicos, 200 factores biológicos y 20 condiciones ergonómicas de efectos adversos, y un número similar de sobrecargas físicas asociadas a multitud de problemas psicológicos y sociales que también pueden considerarse como riesgos profesionales capaces de provocar accidentes de trabajo, enfermedades y reacciones de estrés, y de perjudicar el bienestar de la persona.
Para estos especialistas, es particularmente preocupante el riesgo de cáncer como consecuencia de la exposición profesional. En efecto, se han relacionado de 300 a 350 factores químicos, físicos o biológicos con efectos cancerígenos en el trabajo, entre los cuales figura el benceno, el cromo, el amianto, las nitrosaminas, los rayos ultravioletas, las radiaciones ionizantes y las aflatoxinas. Los cánceres profesionales más corrientes son los que afectan al pulmón, la vejiga, la piel y los huesos.
Los factores alergenos, de los cuales existen unos 3.000 y cuyos efectos se observan frecuentemente después de exposiciones profesionales, provocan dermatosis y alergias respiratorias, en particular asma, que se registran de manera creciente en varios países industrializados.
El agotamiento y el estrés que, según la Organización Mundial de la Salud, afecta en los países industrializados a más del 30% de la población trabajadora, puede dar lugar a trastornos del sueño y depresión, y aumentar el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y, en particular, hipertensión.
En los países en vías de desarrollo, los riesgos profesionales amenazan ante todo a los trabajadores empleados en el campo y en la producción industrial primaria. Los grandes esfuerzos físicos y las intoxicaciones por plaguicidas y polvos orgánicos a menudo se ven agravados por factores relacionados con la pobreza del entorno: enfermedades infecciosas debido a las malas condiciones de higiene y saneamiento, enfermedades parasitarias crónicas, problemas de nutrición, analfabetismo.
En definitiva, la situación de riesgo grave para su salud con la que conviven gran número de trabajadores en el mundo, resulta incompatible en una sociedad del siglo XXI. Los 120 millones de accidentes de trabajo anuales con casi 200.000 muertos, las horas de trabajo perdidas y el enorme coste económico (del 10 al 15% del PNB según cálculos de la OMS), configuran una sociedad que no sólo despilfarra su principal recurso, el hombre, sino que además se muestra dramáticamente injusta. Y como dijo el poeta: “Vamos a ver si atamos este andamio / mucho mejor que aquel del accidente, / cuando murió el compadre de las barbas / -en paz, amigo mío- / que fue bueno y de Dios, que era creyente / para no ser tan pobre como era”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esWIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
URL: http://www.arrakis.es/~aarias
Cero tolerancia contra los accidentes laboralesAviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
“Ayúdame a amarrar las cruces de este andamio,
ten precaución, sujeta fuerte, no sea
que por mirar un pájaro pararse
o una muchacha hermosa en su ventana
no queden bien seguros estos postes.”
Eladio Cabañero.
LA MAR DE ACCIDENTES
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud, se producen anualmente en el mundo unos 120 millones de accidentes de trabajo, que causan la muerte a casi 200.000 trabajadores, y una cifra estimada de 68 a 157 millones de nuevos casos de enfermedad debidos a exposiciones profesionales diversas.
Entre el 40 y el 50% de la población mundial está expuesta a algún tipo de riesgo en su trabajo, ya sea físico, químico, biológico, psicosocial o ergonómico.
Los especialistas han determinado alrededor de 100.000 sustancias químicas, 50 factores físicos, 200 factores biológicos y 20 condiciones ergonómicas de efectos adversos, y un número similar de sobrecargas físicas asociadas a multitud de problemas psicológicos y sociales que también pueden considerarse como riesgos profesionales capaces de provocar accidentes de trabajo, enfermedades y reacciones de estrés, y de perjudicar el bienestar de la persona.
Para estos especialistas, es particularmente preocupante el riesgo de cáncer como consecuencia de la exposición profesional. En efecto, se han relacionado de 300 a 350 factores químicos, físicos o biológicos con efectos cancerígenos en el trabajo, entre los cuales figura el benceno, el cromo, el amianto, las nitrosaminas, los rayos ultravioletas, las radiaciones ionizantes y las aflatoxinas. Los cánceres profesionales más corrientes son los que afectan al pulmón, la vejiga, la piel y los huesos.
Los factores alergenos, de los cuales existen unos 3.000 y cuyos efectos se observan frecuentemente después de exposiciones profesionales, provocan dermatosis y alergias respiratorias, en particular asma, que se registran de manera creciente en varios países industrializados.
El agotamiento y el estrés que, según la Organización Mundial de la Salud, afecta en los países industrializados a más del 30% de la población trabajadora, puede dar lugar a trastornos del sueño y depresión, y aumentar el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y, en particular, hipertensión.
En los países en vías de desarrollo, los riesgos profesionales amenazan ante todo a los trabajadores empleados en el campo y en la producción industrial primaria. Los grandes esfuerzos físicos y las intoxicaciones por plaguicidas y polvos orgánicos a menudo se ven agravados por factores relacionados con la pobreza del entorno: enfermedades infecciosas debido a las malas condiciones de higiene y saneamiento, enfermedades parasitarias crónicas, problemas de nutrición, analfabetismo.
En definitiva, la situación de riesgo grave para su salud con la que conviven gran número de trabajadores en el mundo, resulta incompatible en una sociedad del siglo XXI. Los 120 millones de accidentes de trabajo anuales con casi 200.000 muertos, las horas de trabajo perdidas y el enorme coste económico (del 10 al 15% del PNB según cálculos de la OMS), configuran una sociedad que no sólo despilfarra su principal recurso, el hombre, sino que además se muestra dramáticamente injusta. Y como dijo el poeta: “Vamos a ver si atamos este andamio / mucho mejor que aquel del accidente, / cuando murió el compadre de las barbas / -en paz, amigo mío- / que fue bueno y de Dios, que era creyente / para no ser tan pobre como era”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esWIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
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miércoles, 25 de abril de 2007
ESTEBAN DE ARTEAGA POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
ESTEBAN DE ARTEAGA
(1747-1799)
“Cincel que el bloque muerde
la estatua modelando,
y la belleza plástica
añade a la ideal”.
Bécquer.
LA VOZ DEL GRAN TRATADISTA DE ESTETICA
“Su facilidad de frase -decía Batllori-, la elegancia y ductilidad de su castellano -muy de admirar en quien desde su misma juventud hubo de vivir en el destierro- y, sobre todo, su estilo animado y vivo, tan opuesto al de las soporíferas disertaciones del pedantesco siglo filosófico, le permiten codearse gallardamente con los finos prosistas de su tiempo”.
Esteban de Arteaga es el más importante tratadista de estética que produce el siglo XVIII español. No obstante, como ha venido sucediendo con tantos otros escritores de aquella época, ha merecido escasa atención hasta fecha, muy reciente, y su obra básica, La belleza ideal, no se había vuelto a imprimir hasta 1943. Menéndez Pelayo es el único, prácticamente, que se ocupó de Arteaga en el siglo XIX, y con juicios tan certeros en su conjunto como entusiastas.
Descendiente de una familia vasca, Esteban de Arteaga , nació en diciembre de 1747, en Moraleja de Coca, provincia de Segovia, según el mismo declaró al ingresar en el noviciado de los jesuitas de Madrid. Tras el decreto de expulsión de los jesuitas, residió en Córcega con los otros jesuitas españoles, pero dos años más tarde abandonó la Compañía con la esperanza de regresar a su país; los expulsos no obtuvieron el permiso de regreso y Arteaga hubo de vivir desterrado hasta su muerte. Nunca fue ordenado sacerdote, aunque suele llamársele Padre Arteaga, por la costumbre de hacerlo así con todos los jesuitas desterrados; en Italia se le llamaba abate. Desde 1773 a 1778 estudió en la Universidad de Bolonia filosofía, ciencias, matemáticas y teología. Allí se le despertó su afán de conocimientos enciclopédicos, tan peculiar del siglo.
Su relación con dos grandes musicólogos de la época el jesuita español Antonio Eximeno y el italiano Giambattista Marini, le permitió adquirir gran conocimiento de los temas musicales y preparar su obra, Le rivoluzioni del teatro musicale italiano. El libro tuvo gran éxito. Arteaga propugna la fusión de la poesía y música, escenificación y pantomima, en un todo armónico que conduzca a la creación de un espectáculo peculiar, síntesis de todas las bellas artes.
En 1786 se trasladó Arteaga a Roma donde vivió bajo la protección del famoso diplomático aragonés José Nicolás de Azara, a quien había dedicado su Rivoluzioni. En Roma preparó, en colaboración con otros eruditos, una edición de las obras completas de Horacio. Desde 1794 Arteaga ya no publicó ninguna obra: La ruptura entre Napoleón y el Papa Pío VI llevó al embajador Azara a intervenir como mediador, y Arteaga lo acompañó en sus gestiones y viajes. Cuando el papa fue desterrado a Valence, Azara y Arteaga salieron para París, donde el abate murió inesperadamente el 30 de octubre de 1799.
Las Investigaciones filosóficas sobre la belleza ideal considerada como objeto de las artes de imitación, más conocida por su título abreviado, La belleza ideal, constituye la obra más importante de Arteaga. El libro fue publicado en Madrid en 1789 y pasó en su tiempo casi inadvertido. Frente a la estética neoclásica que había identificado la belleza con la verdad y afirmado la primacía absoluta de la razón, Arteaga centra su interés en torno al hombre y sus sentimientos, sosteniendo que el poder de la razón no es absoluto sino que está modificado por el sentimiento y el gusto. La modernidad de muchas de las ideas de Arteaga, anticipa el yo romántico.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
No hagamos las paces con la guerra, ni tampoco levantemos guerras con la paz.
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
(1747-1799)
“Cincel que el bloque muerde
la estatua modelando,
y la belleza plástica
añade a la ideal”.
Bécquer.
LA VOZ DEL GRAN TRATADISTA DE ESTETICA
“Su facilidad de frase -decía Batllori-, la elegancia y ductilidad de su castellano -muy de admirar en quien desde su misma juventud hubo de vivir en el destierro- y, sobre todo, su estilo animado y vivo, tan opuesto al de las soporíferas disertaciones del pedantesco siglo filosófico, le permiten codearse gallardamente con los finos prosistas de su tiempo”.
Esteban de Arteaga es el más importante tratadista de estética que produce el siglo XVIII español. No obstante, como ha venido sucediendo con tantos otros escritores de aquella época, ha merecido escasa atención hasta fecha, muy reciente, y su obra básica, La belleza ideal, no se había vuelto a imprimir hasta 1943. Menéndez Pelayo es el único, prácticamente, que se ocupó de Arteaga en el siglo XIX, y con juicios tan certeros en su conjunto como entusiastas.
Descendiente de una familia vasca, Esteban de Arteaga , nació en diciembre de 1747, en Moraleja de Coca, provincia de Segovia, según el mismo declaró al ingresar en el noviciado de los jesuitas de Madrid. Tras el decreto de expulsión de los jesuitas, residió en Córcega con los otros jesuitas españoles, pero dos años más tarde abandonó la Compañía con la esperanza de regresar a su país; los expulsos no obtuvieron el permiso de regreso y Arteaga hubo de vivir desterrado hasta su muerte. Nunca fue ordenado sacerdote, aunque suele llamársele Padre Arteaga, por la costumbre de hacerlo así con todos los jesuitas desterrados; en Italia se le llamaba abate. Desde 1773 a 1778 estudió en la Universidad de Bolonia filosofía, ciencias, matemáticas y teología. Allí se le despertó su afán de conocimientos enciclopédicos, tan peculiar del siglo.
Su relación con dos grandes musicólogos de la época el jesuita español Antonio Eximeno y el italiano Giambattista Marini, le permitió adquirir gran conocimiento de los temas musicales y preparar su obra, Le rivoluzioni del teatro musicale italiano. El libro tuvo gran éxito. Arteaga propugna la fusión de la poesía y música, escenificación y pantomima, en un todo armónico que conduzca a la creación de un espectáculo peculiar, síntesis de todas las bellas artes.
En 1786 se trasladó Arteaga a Roma donde vivió bajo la protección del famoso diplomático aragonés José Nicolás de Azara, a quien había dedicado su Rivoluzioni. En Roma preparó, en colaboración con otros eruditos, una edición de las obras completas de Horacio. Desde 1794 Arteaga ya no publicó ninguna obra: La ruptura entre Napoleón y el Papa Pío VI llevó al embajador Azara a intervenir como mediador, y Arteaga lo acompañó en sus gestiones y viajes. Cuando el papa fue desterrado a Valence, Azara y Arteaga salieron para París, donde el abate murió inesperadamente el 30 de octubre de 1799.
Las Investigaciones filosóficas sobre la belleza ideal considerada como objeto de las artes de imitación, más conocida por su título abreviado, La belleza ideal, constituye la obra más importante de Arteaga. El libro fue publicado en Madrid en 1789 y pasó en su tiempo casi inadvertido. Frente a la estética neoclásica que había identificado la belleza con la verdad y afirmado la primacía absoluta de la razón, Arteaga centra su interés en torno al hombre y sus sentimientos, sosteniendo que el poder de la razón no es absoluto sino que está modificado por el sentimiento y el gusto. La modernidad de muchas de las ideas de Arteaga, anticipa el yo romántico.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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No hagamos las paces con la guerra, ni tampoco levantemos guerras con la paz.
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Gracias.
CARLOS GUIDO Y SPANO POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
CARLOS GUIDO Y SPANO
(1827-1918)
“El flamenco nadando en la laguna,
entre el verde juncal, no es más gallardo;
espira un vago resplandor de luna,
tiene una fresca palidez de nardo.”
Carlos Guido y Spano.
LA VOZ DE UN ROMANTICISMO CLASICO
El romanticismo argentino tiene un florecimiento espléndido, aunque tardío, ya bien entrada la segunda mitad del XIX. Por constituir un grupo hasta cierto punto homogéneo cronológicamente, se le suele llamar la “segunda generación romántica” y se conoce también con el nombre de “generación del ochenta”.
Los generacionistas del 80 se sienten muy clavados en la realidad y tienen una visión bastante exacta de las cosas. Por una parte sienten que algo se les va; por otra, presagian el alborear de algo grandioso que viene a sustituir, acaso con ventaja, a lo que empieza a desaparecer. Se va la tradición y llega el progreso.
Esto es lo que inspira a los poetas más destacados del grupo: Rafael Obligado, Olegario Víctor Andrade y Carlos Guido y Spano.
Guido y Spano publicó unas Hojas al viento (1871), que recogían la producción en verso de la primera mitad exacta de su larga vida. En ellas se acusaba un temperamento reposado, sereno, dotado de una voz amablemente grata. Pero su experiencia poética era muy amplia: como que va desde los primeros románticos (pudo oír a Mármol cuando joven) hasta los ultraístas, pasando por Andrade, Oyuela, Rubén y Lugones. Poco quiso aprovechar de ninguno de éstos; prefirió anclar en un romanticismo “clásico”, valga la paradoja, a fuerza de ser fino, sobrio y libre de gestos. No en balde había traducido, o retraducido, la Antología griega.
Dos volúmenes en verso, distanciados por un cuarto de siglo, recogen su no copiosa producción: las ya citadas Hojas al viento y Ecos lejanos (1891). En ambas es Guido Spano el poeta refinado y aristocrático, que escribe sin apresuramientos, por el gusto de escribir. Sólo que en el primer volumen resulta más sencillo y sentido; en el segundo, sin olvidar su elegancia y aticismo casi congénitos, más sonante, más “poeta de ocasión”. Se trata siempre de una poesía amable, con dejos de suave escepticismo, cuidadosamente elaborada, tan elaborada que muchas veces pierde en espontaneidad lo que gana en perfección.
Carlos Guido y Spano nace en Buenos Aires el 19 de enero de 1827. Hijo de un general de la guerra de la Independencia. Pasa su juventud en Río de Janeiro, donde su padre desempeña el cargo de ministro plenipotenciario. Tras diez años en Brasil pasa a Francia. Larga estadía en París, con intervención en clubes y asambleas. Regresa a Brasil al lado de los suyos. Sale del país en virtud de una orden del Gobierno brasileño. Realiza un nuevo viaje a Europa, ahora rumbo a Inglaterra. Vuelve a París otra vez. Por fin se reintegra a su patria, contrae matrimonio y es nombrado subsecretario de Relaciones Exteriores. Va a Montevideo, de aquí a Río, con un negocio en que fracasa; pierde esposa y padres, y termina por recluirse en sus libros. Aún desempeñó varios cargos, hasta que definitivamente se retira a la vida privada. Murió nonagenario en Buenos Aires el 25 de julio de 1918.
La mejor, sin duda, de las composiciones de Guido y Spano, aprendida por muchos contemporáneos de memoria es Nenia, honda elegía sobre la desaparición de un pueblo tras los horrores de la lucha: “¡Llora, llora, urataú! / En el dulce Lambaré / feliz era en mi cabaña; / vino la guerra y su saña / no ha dejado nada en pie / en el dulce Lambaré”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
El futuro se gana, ganando la libertad. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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(1827-1918)
“El flamenco nadando en la laguna,
entre el verde juncal, no es más gallardo;
espira un vago resplandor de luna,
tiene una fresca palidez de nardo.”
Carlos Guido y Spano.
LA VOZ DE UN ROMANTICISMO CLASICO
El romanticismo argentino tiene un florecimiento espléndido, aunque tardío, ya bien entrada la segunda mitad del XIX. Por constituir un grupo hasta cierto punto homogéneo cronológicamente, se le suele llamar la “segunda generación romántica” y se conoce también con el nombre de “generación del ochenta”.
Los generacionistas del 80 se sienten muy clavados en la realidad y tienen una visión bastante exacta de las cosas. Por una parte sienten que algo se les va; por otra, presagian el alborear de algo grandioso que viene a sustituir, acaso con ventaja, a lo que empieza a desaparecer. Se va la tradición y llega el progreso.
Esto es lo que inspira a los poetas más destacados del grupo: Rafael Obligado, Olegario Víctor Andrade y Carlos Guido y Spano.
Guido y Spano publicó unas Hojas al viento (1871), que recogían la producción en verso de la primera mitad exacta de su larga vida. En ellas se acusaba un temperamento reposado, sereno, dotado de una voz amablemente grata. Pero su experiencia poética era muy amplia: como que va desde los primeros románticos (pudo oír a Mármol cuando joven) hasta los ultraístas, pasando por Andrade, Oyuela, Rubén y Lugones. Poco quiso aprovechar de ninguno de éstos; prefirió anclar en un romanticismo “clásico”, valga la paradoja, a fuerza de ser fino, sobrio y libre de gestos. No en balde había traducido, o retraducido, la Antología griega.
Dos volúmenes en verso, distanciados por un cuarto de siglo, recogen su no copiosa producción: las ya citadas Hojas al viento y Ecos lejanos (1891). En ambas es Guido Spano el poeta refinado y aristocrático, que escribe sin apresuramientos, por el gusto de escribir. Sólo que en el primer volumen resulta más sencillo y sentido; en el segundo, sin olvidar su elegancia y aticismo casi congénitos, más sonante, más “poeta de ocasión”. Se trata siempre de una poesía amable, con dejos de suave escepticismo, cuidadosamente elaborada, tan elaborada que muchas veces pierde en espontaneidad lo que gana en perfección.
Carlos Guido y Spano nace en Buenos Aires el 19 de enero de 1827. Hijo de un general de la guerra de la Independencia. Pasa su juventud en Río de Janeiro, donde su padre desempeña el cargo de ministro plenipotenciario. Tras diez años en Brasil pasa a Francia. Larga estadía en París, con intervención en clubes y asambleas. Regresa a Brasil al lado de los suyos. Sale del país en virtud de una orden del Gobierno brasileño. Realiza un nuevo viaje a Europa, ahora rumbo a Inglaterra. Vuelve a París otra vez. Por fin se reintegra a su patria, contrae matrimonio y es nombrado subsecretario de Relaciones Exteriores. Va a Montevideo, de aquí a Río, con un negocio en que fracasa; pierde esposa y padres, y termina por recluirse en sus libros. Aún desempeñó varios cargos, hasta que definitivamente se retira a la vida privada. Murió nonagenario en Buenos Aires el 25 de julio de 1918.
La mejor, sin duda, de las composiciones de Guido y Spano, aprendida por muchos contemporáneos de memoria es Nenia, honda elegía sobre la desaparición de un pueblo tras los horrores de la lucha: “¡Llora, llora, urataú! / En el dulce Lambaré / feliz era en mi cabaña; / vino la guerra y su saña / no ha dejado nada en pie / en el dulce Lambaré”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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Gracias.
INTERNAUTAS POR LA PAZ Y LA LIBERTAD POR UNA APLICACIÓN ESTRICTA DE LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
INTERNAUTAS POR LA PAZ Y LA LIBERTAD
ASOCIACION INTERNACIONAL DE USUARIOS DE INTERNET
Francisco Arias Solís - Presidente / Tfno 956 / 263131
Plaza San Severiano, 2 11007 Cádiz.
e-mail: pazylibertad@arrakis.es
URL: http://www.arrakis.es/~aarias
28 DE ABRIL: DIA DE LA SEGURIDAD Y SALUD EN EL TRABAJO
INTERNAUTAS POR LA PAZ Y LA LIBERTAD
POR LA APLICACIÓN ESTRICTA DE LA LEY DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES
La Asociación Internacional de Usuarios de Internet Internautas por la Paz y la Libertad ante las escalofriantes cifras de accidentes laborales y de muertes que tienen lugar en España anualmente, exige la aplicación estricta de la Ley de Prevención de Riegos Laborales y de los Reglamentos que la desarrollan.
En España no hay problema social más persistente que el de los accidentes laborales. Los muertos y heridos en nuestro mundo laboral siguen marcando una vergonzosa diferencia con el resto de países de la Unión Europea; mientras que en España, el pasado año, la cifra de muertos por cada 100.000 trabajadores se eleva a 6,3, la media de la Unión Europea es de 4,1 muertos, lo que pone de manifiesto que la normativa de prevención de riesgos laborales en nuestro país sigue sin cumplirse.
Internautas por la Paz y la Libertad considera necesario un esfuerzo humano y financiero para asegurar que las empresas y trabajadores cumplan rigurosamente la Ley de Prevención de Riegos Laborales y los Reglamentos que la desarrollan. Dicho esfuerzo supone un coste que es preciso pagar para reducir drásticamente en nuestro país esas estremecedoras cifras de un millón de accidentes laborales y de mil muertos anuales, que configuran una sociedad que no sólo despilfarra su principal recurso, el hombre, sino que además se muestra dramáticamente injusta.
Francisco Arias Solíse-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
Si quieres la paz, trabaja por la justicia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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En España no hay problema social más persistente que el de los accidentes laborales. Los muertos y heridos en nuestro mundo laboral siguen marcando una vergonzosa diferencia con el resto de países de la Unión Europea; mientras que en España, el pasado año, la cifra de muertos por cada 100.000 trabajadores se eleva a 6,3, la media de la Unión Europea es de 4,1 muertos, lo que pone de manifiesto que la normativa de prevención de riesgos laborales en nuestro país sigue sin cumplirse.
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martes, 24 de abril de 2007
DULCE MARÍA LOYNAZ POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
DULCE MARIA LOYNAZ
(1902-1997)
“¿Quién toca el arpa de la lluvia
Mi corazón mojado se detiene a escuchar
la música del agua
Mi corazón se ha puesto a escuchar sobre una
rosa....”
Dulce María Loynaz.
LAVOZ DE LA VIOLA DEL AMOR
“Orquesta de cámara ahora -escribía Juan Ramón Jiménez- de hermanos Loynaz, leves, balbucientes en la hora dudosa (...), entre los cuales Dulce María sale de la cuerda del violín o quizá de la viola del amor”.
Dulce María es una de las voces más altas del idioma castellano. Como poetisa ha ganado, sin proponérselo, los lauros más difíciles. A sus 94 años, ella prestigia el hemisferio de las Letras, con su figura solitaria, dueña absoluta del magisterio que representa su pensamiento. Más de una vez lo ha puesto a prueba. Ejemplo de ello es Premio de Periodismo que en 1991 obtuvo en España con su ensayo El último rosario de la Reina sobre Isabel la Católica.
Dulce María Loynaz nació en La Habana, el 10 de diciembre de 1902 y falleció en la capital cubana el 27 de abril de 1997. Su historia personal es en parte la historia de la isla que la vio nacer. Dulce María representa, con su imagen, ceremoniosa y auténticamente cubana, el último miembro de una familia fundadora: la del general Enrique Loynaz del Castillo, héroe de Cuba.
Es considerada por la crítica como una de las poetisas fundamentales de la lengua castellana del siglo XX. También es autora de obras notables en el campo de la novela y el ensayo. Posiblemente ella posee el poderoso misterio de un lirismo americano, y así pudo lograr no sólo viajar a España en compañía de su esposo, Pablo Alvarez de Cañas, sino triunfar en la tierra de sus más lejanos ancestros. Dulce María ama el pueblo español, y a sus gentes de letras, con los cuales siempre mantuvo una entrañable amistad: Federico García Lorca la visitó en 1930, Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, en 1936... En las visitas que realizara a España desde 1947 hasta 1958, Dulce María fue haciendo muchos y buenos amigos, en una España a la que dedicó gran parte de su mejor literatura.
En Cuba recibió el Premio Nacional de Literatura, la Orden Félix Varela y el doctorado honoris causa en Letras por la Universidad de La Habana. Desde 1959 es la Directora de la Academia Cubana de la Lengua, y es miembro de la Real Academia Española. Dulce María ha cumplido su hora de gloria más destacada con el Premio de Literatura Miguel de Cervantes del año 1992.
La obra publicada por Dulce María Loynaz comprende varios libros de poesía: Versos, 1920-1938, Juegos de agua, Poemas sin nombre, Obra lírica, Ultimos días de una casa, Poesía escogidas y Bestiarium. Su novela Jardín, logro literario de primer orden, fue publicada en 1951; y su libro Un verano en Tenerife, editada en 1958, es una de las obras más importantes de cuantas se hayan publicado sobre las Islas Canarias.
Dulce María, con la cubanía señorial que la caracteriza, ha vivido su existencia en la atmósfera recoleta de un jardín. Ese jardín real, rodea una casa de El Vedad, el barrio de La Habana que la vio nacer, en el que ha transcurrido casi la totalidad de su vida y por el que han pasado ilustres personalidades hispanoamericanas en épocas sucesivas. Además del título de su única y lírica novela, Jardín es emblema del mundo imaginario en que se desenvuelve la obra poética de Dulce María. Una obra en la que germinan las semillas de la memoria, proliferan las flores nocturnas del sueño, se entrelazan las lianas del sentimiento y, a veces, acallando el drama apenas presentido, una mística calma se adueña de todo y se abisma en el abrazo del ser con los otros, con la naturaleza, con los objetos.
Gabriela Mistral le escribe a la poetisa cubana: “Estoy gozando el Jardín. Rara vez en mis años de vagabundaje yo puedo gozar de un jardín ajeno. Empecé y no seguí más biografías... de plantas. Esto le dice como he disfrutado de su jardín, casi tocándolo. Lo más probable es que nunca lo vea; así y todo, me sirve el imaginarlo y hasta le sonreí, como persona presente; al leer sus palabras”.
“Un poeta es alguien que siempre va más allá del mundo circundante -decía Dulce María- y más adentro en el mundo interior”. Y tal vez, por ello se quería recluir en el silencio del estanque: “Yo no quisiera ser más que un estanque / verdinegro, tranquilo, limpio y hondo. / Uno de esos estanques / que en un rincón obscuro / del silencioso bosque, / se duermen a la sombra tibia y buena / de los árboles”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Apostemos con el corazón en la mano por la paz. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
(1902-1997)
“¿Quién toca el arpa de la lluvia
Mi corazón mojado se detiene a escuchar
la música del agua
Mi corazón se ha puesto a escuchar sobre una
rosa....”
Dulce María Loynaz.
LAVOZ DE LA VIOLA DEL AMOR
“Orquesta de cámara ahora -escribía Juan Ramón Jiménez- de hermanos Loynaz, leves, balbucientes en la hora dudosa (...), entre los cuales Dulce María sale de la cuerda del violín o quizá de la viola del amor”.
Dulce María es una de las voces más altas del idioma castellano. Como poetisa ha ganado, sin proponérselo, los lauros más difíciles. A sus 94 años, ella prestigia el hemisferio de las Letras, con su figura solitaria, dueña absoluta del magisterio que representa su pensamiento. Más de una vez lo ha puesto a prueba. Ejemplo de ello es Premio de Periodismo que en 1991 obtuvo en España con su ensayo El último rosario de la Reina sobre Isabel la Católica.
Dulce María Loynaz nació en La Habana, el 10 de diciembre de 1902 y falleció en la capital cubana el 27 de abril de 1997. Su historia personal es en parte la historia de la isla que la vio nacer. Dulce María representa, con su imagen, ceremoniosa y auténticamente cubana, el último miembro de una familia fundadora: la del general Enrique Loynaz del Castillo, héroe de Cuba.
Es considerada por la crítica como una de las poetisas fundamentales de la lengua castellana del siglo XX. También es autora de obras notables en el campo de la novela y el ensayo. Posiblemente ella posee el poderoso misterio de un lirismo americano, y así pudo lograr no sólo viajar a España en compañía de su esposo, Pablo Alvarez de Cañas, sino triunfar en la tierra de sus más lejanos ancestros. Dulce María ama el pueblo español, y a sus gentes de letras, con los cuales siempre mantuvo una entrañable amistad: Federico García Lorca la visitó en 1930, Juan Ramón Jiménez y Zenobia Camprubí, en 1936... En las visitas que realizara a España desde 1947 hasta 1958, Dulce María fue haciendo muchos y buenos amigos, en una España a la que dedicó gran parte de su mejor literatura.
En Cuba recibió el Premio Nacional de Literatura, la Orden Félix Varela y el doctorado honoris causa en Letras por la Universidad de La Habana. Desde 1959 es la Directora de la Academia Cubana de la Lengua, y es miembro de la Real Academia Española. Dulce María ha cumplido su hora de gloria más destacada con el Premio de Literatura Miguel de Cervantes del año 1992.
La obra publicada por Dulce María Loynaz comprende varios libros de poesía: Versos, 1920-1938, Juegos de agua, Poemas sin nombre, Obra lírica, Ultimos días de una casa, Poesía escogidas y Bestiarium. Su novela Jardín, logro literario de primer orden, fue publicada en 1951; y su libro Un verano en Tenerife, editada en 1958, es una de las obras más importantes de cuantas se hayan publicado sobre las Islas Canarias.
Dulce María, con la cubanía señorial que la caracteriza, ha vivido su existencia en la atmósfera recoleta de un jardín. Ese jardín real, rodea una casa de El Vedad, el barrio de La Habana que la vio nacer, en el que ha transcurrido casi la totalidad de su vida y por el que han pasado ilustres personalidades hispanoamericanas en épocas sucesivas. Además del título de su única y lírica novela, Jardín es emblema del mundo imaginario en que se desenvuelve la obra poética de Dulce María. Una obra en la que germinan las semillas de la memoria, proliferan las flores nocturnas del sueño, se entrelazan las lianas del sentimiento y, a veces, acallando el drama apenas presentido, una mística calma se adueña de todo y se abisma en el abrazo del ser con los otros, con la naturaleza, con los objetos.
Gabriela Mistral le escribe a la poetisa cubana: “Estoy gozando el Jardín. Rara vez en mis años de vagabundaje yo puedo gozar de un jardín ajeno. Empecé y no seguí más biografías... de plantas. Esto le dice como he disfrutado de su jardín, casi tocándolo. Lo más probable es que nunca lo vea; así y todo, me sirve el imaginarlo y hasta le sonreí, como persona presente; al leer sus palabras”.
“Un poeta es alguien que siempre va más allá del mundo circundante -decía Dulce María- y más adentro en el mundo interior”. Y tal vez, por ello se quería recluir en el silencio del estanque: “Yo no quisiera ser más que un estanque / verdinegro, tranquilo, limpio y hondo. / Uno de esos estanques / que en un rincón obscuro / del silencioso bosque, / se duermen a la sombra tibia y buena / de los árboles”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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Gracias.
lunes, 23 de abril de 2007
FEDERICO GARCÍA LORCA POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
FEDERICO GARCIA LORCA
(1898-1936)
“Y los martillos cantaban
sobre los yunques sonámbulos,
el insomnio del jinete
y el insomnio del caballo.”
Federico García Lorca.
LA VOZ DE LA VITALIDAD POETICA
En el Romancero gitano hay hermosos, hermosísimos poemas. Y pocos serán tan completos y definitivos como “El emplazado”, lleno de misterio, de música callada y de amorosa angustia, tal una noche de verano andaluz. Al señalarle antecesores se han citado a Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, el Romancero tradicional, y al Duque de Rivas, poeta cordobés romántico, de arranque popular, autor de los célebres Romances históricos, que pueden ser el antecedente más directo del Romancero gitano.
Federico es un caso de vitalidad poética desbordante, como andaluz legítimo, todo él es expresión. Por eso al hablar de lo dramático en él, no hay necesidad de acudir a sus obras teatrales. En el Romancero gitano se siente tras las formas líricas una violenta palpitación dramática. Federico solía decir: “Yo soy ante todo poeta dramático”.
“Granada -decía Federico- me ha predispuesto a la comprensión del perseguido: el gitano, el judío, el negro”. Y es que, en Granada convivieron hasta ayer, como quien dice, árabes, moriscos, judíos y gitanos. Es esa posición tan “granadina” de Federico -comprensión al perseguido- la que tiende un tembloroso hilo de unidad desde su Poema del cante jondo y del Romancero gitano al Poeta en Nueva York. A Federico en la gran ciudad le atrae también el perseguido, el débil: “Me quedo con el niño desnudo / que pisotean los borrachos de Brooklyn”.
Con ser muchos y señeros los poetas andaluces, ninguno ha expresado ese constante dramatismo popular andaluz como Federico. Y en la obra del poeta, lo encontramos expresado igual que en el cantar del pueblo. Federico es la expresión trascendente de un pueblo, de nuestro pueblo. La inquietud social de Federico le hizo recorrer con su troupe La Barraca los caminos de España y vio en comarcas agonizantes la miseria increíble de un pueblo, que como había dicho Unamuno, no muere de hambre, porque vive de hambre, y la tragedia hizo temblar con muchos dolores su corazón del sur.
¡Federico García Lorca! Era popular como una guitarra, alegre, melancólico, profundo y claro como un niño, como el pueblo. Era un niño con unos claros ojos creadores en donde se reflejaba todo el Universo.
En el verano de 1922 se celebra en Granada un extraordinario concurso de cante jondo. Federico García Lorca y el músico gaditano Manuel de Falla prestan el inapreciable servicio de buscar, para darle nueva luz, el auténtico cante. El nombre de Federico junto con el de Falla estarán por siempre, unidos al mundo del flamenco. Promotores y revitalizadores del cante lucharon contra viento y marea para llevar a buen fin aquel Gran Concurso de Granada del año 22.
Al enjuiciar a Federico como poeta han de tenerse en cuenta varios datos. Primero: Lorca es granadino. Ser granadino significa venir al mundo con una predisposición para captar los matices más finos de la Naturaleza: estar enamorado del juego maravilloso del agua, del rumor de las fuentes, del aire delgado de la sierra, de la nieve lejana, del color, del olor denso de los claveles, de todo el pintoresquismo gitano que se respira en la ciudad del Darro. Segundo: Lorca vive entre 1898 y 1936; pero poéticamente se ha formado en los años de la primera posguerra. El “retorno a lo popular” va ganando el ánimo de los mejores; entre ellos se sitúa Lorca; que no tarda en ocupar el primer puesto.
Y aquí, en este volverse a lo popular, nos encontramos frente al Lorca más auténtico. Su mejor fuente de inspiración es, en efecto, el pueblo. Busca al pueblo, y el pueblo termina buscándole a él. Un pueblo agudo, finísimo, dotado de increíble intuición poética, que ha sabido hacer de una seguidilla o de una copla el más vivo instrumento de su sentir y de su pensar. Es éste el pueblo andaluz, que suele hablar por imágenes; imágenes siempre originales, desconcertantes, inesperadas.
El Romancero gitano apareció (1928) un año después que las Canciones y tres antes que el Poema del Cante Jondo. Sólo el bastaría para conferir un puesto de honor entre los cultivadores de este metro popular, al lado de Lope de Vega, de Quevedo y de Góngora. Nunca desde el Siglo de Oro el romance se había manejado con tanta maestría y tanto sentido de lo auténticamente popular; nunca tampoco se había llenado de tanta sustancia poética.
García Lorca ha sido calificado por unos como “criatura de creación”, queriendo significar con ello que es ante todo un creador, en el sentido que suele aplicarse tal palabra a un Goethe, un Shakespeare o un Lope de Vega; por otros ha sido calificado como “poeta intuitivo”, aludiendo sin duda a su facilidad para captar las formas poéticas de la vida; por otros, finalmente como intérprete del alma popular en una de sus más típicas expresiones: lo gitano andaluz. La poesía lorquiana es poesía que entra por los ojos, por los oídos y hasta por el tacto.
Lorca es un enamorado de la imagen poética; y un convencido de su valor. Todo su bellísimo discurso sobre Góngora es un alegato en este sentido. “La eternidad de un poema depende de la calidad y trabazón de sus imágenes”, nos dice.
Siempre pensamos que lo que ha dado origen al inmenso éxito y consagración universal de esta poesía dramática de Lorca, indudablemente favorecida por una circunstancia histórica que simbolizó en su inocente figura sacrificada la del pueblo español, ha sido su propia fuerza original-, su viva sustancia española tan profunda, tan arraigada en lo más singular y único de lo popular andaluz. Lo que presta a esta poesía dramática y teatral de Lorca su fisonomía singularísima, que, por serlo, la universaliza, es la autenticidad, la veracidad de su propio logro poético. Estas obras teatrales de Lorca -con Yerma, sus dos otras obras mayores: Boda de sangre y La casa de Bernarda Alba- tienen en nuestro teatro español tradicional un valor y un significado realmente único.
En la primavera de 1936 se oyó, creo que por última vez, en toda España desde la Radio de Madrid, la voz de Federico de García Lorca. Habló de su Granada, nos dejó dicho en palabras exactas el sentido diminuto y profundo de su ciudad querida: paraíso cerrado para muchos. Federico es el poeta contemporáneo más íntimamente y, diríamos, pudorosamente, arraigado en la gran poesía popular y tradicional española. Tal vez por eso debía morir como murió, en su Granada. Antonio Machado nos cantó su imperecedero morir de español auténtico, de andaluz, de granadino puro, el correr de su sangre, como el de sus dos ríos. “Los dos ríos de Granada, / uno llanto y otro sangre”.
Su nombre se ha quedado inmóvil para siempre como un grito. Su nombre es ya silencio. Estará muerto él, ofrecido como una azucena, como una guitarra salvaje, bajo la arena, en su Granada, pero su poesía y su memoria siempre seguirán vivas en el corazón de su pueblo. “Cuando yo me muera, / enterradme con mi guitarra / bajo la arena”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_SolÃs
Te matan y después
piden perdón al cadáver.
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL: http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm.
Gracias
(1898-1936)
“Y los martillos cantaban
sobre los yunques sonámbulos,
el insomnio del jinete
y el insomnio del caballo.”
Federico García Lorca.
LA VOZ DE LA VITALIDAD POETICA
En el Romancero gitano hay hermosos, hermosísimos poemas. Y pocos serán tan completos y definitivos como “El emplazado”, lleno de misterio, de música callada y de amorosa angustia, tal una noche de verano andaluz. Al señalarle antecesores se han citado a Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, el Romancero tradicional, y al Duque de Rivas, poeta cordobés romántico, de arranque popular, autor de los célebres Romances históricos, que pueden ser el antecedente más directo del Romancero gitano.
Federico es un caso de vitalidad poética desbordante, como andaluz legítimo, todo él es expresión. Por eso al hablar de lo dramático en él, no hay necesidad de acudir a sus obras teatrales. En el Romancero gitano se siente tras las formas líricas una violenta palpitación dramática. Federico solía decir: “Yo soy ante todo poeta dramático”.
“Granada -decía Federico- me ha predispuesto a la comprensión del perseguido: el gitano, el judío, el negro”. Y es que, en Granada convivieron hasta ayer, como quien dice, árabes, moriscos, judíos y gitanos. Es esa posición tan “granadina” de Federico -comprensión al perseguido- la que tiende un tembloroso hilo de unidad desde su Poema del cante jondo y del Romancero gitano al Poeta en Nueva York. A Federico en la gran ciudad le atrae también el perseguido, el débil: “Me quedo con el niño desnudo / que pisotean los borrachos de Brooklyn”.
Con ser muchos y señeros los poetas andaluces, ninguno ha expresado ese constante dramatismo popular andaluz como Federico. Y en la obra del poeta, lo encontramos expresado igual que en el cantar del pueblo. Federico es la expresión trascendente de un pueblo, de nuestro pueblo. La inquietud social de Federico le hizo recorrer con su troupe La Barraca los caminos de España y vio en comarcas agonizantes la miseria increíble de un pueblo, que como había dicho Unamuno, no muere de hambre, porque vive de hambre, y la tragedia hizo temblar con muchos dolores su corazón del sur.
¡Federico García Lorca! Era popular como una guitarra, alegre, melancólico, profundo y claro como un niño, como el pueblo. Era un niño con unos claros ojos creadores en donde se reflejaba todo el Universo.
En el verano de 1922 se celebra en Granada un extraordinario concurso de cante jondo. Federico García Lorca y el músico gaditano Manuel de Falla prestan el inapreciable servicio de buscar, para darle nueva luz, el auténtico cante. El nombre de Federico junto con el de Falla estarán por siempre, unidos al mundo del flamenco. Promotores y revitalizadores del cante lucharon contra viento y marea para llevar a buen fin aquel Gran Concurso de Granada del año 22.
Al enjuiciar a Federico como poeta han de tenerse en cuenta varios datos. Primero: Lorca es granadino. Ser granadino significa venir al mundo con una predisposición para captar los matices más finos de la Naturaleza: estar enamorado del juego maravilloso del agua, del rumor de las fuentes, del aire delgado de la sierra, de la nieve lejana, del color, del olor denso de los claveles, de todo el pintoresquismo gitano que se respira en la ciudad del Darro. Segundo: Lorca vive entre 1898 y 1936; pero poéticamente se ha formado en los años de la primera posguerra. El “retorno a lo popular” va ganando el ánimo de los mejores; entre ellos se sitúa Lorca; que no tarda en ocupar el primer puesto.
Y aquí, en este volverse a lo popular, nos encontramos frente al Lorca más auténtico. Su mejor fuente de inspiración es, en efecto, el pueblo. Busca al pueblo, y el pueblo termina buscándole a él. Un pueblo agudo, finísimo, dotado de increíble intuición poética, que ha sabido hacer de una seguidilla o de una copla el más vivo instrumento de su sentir y de su pensar. Es éste el pueblo andaluz, que suele hablar por imágenes; imágenes siempre originales, desconcertantes, inesperadas.
El Romancero gitano apareció (1928) un año después que las Canciones y tres antes que el Poema del Cante Jondo. Sólo el bastaría para conferir un puesto de honor entre los cultivadores de este metro popular, al lado de Lope de Vega, de Quevedo y de Góngora. Nunca desde el Siglo de Oro el romance se había manejado con tanta maestría y tanto sentido de lo auténticamente popular; nunca tampoco se había llenado de tanta sustancia poética.
García Lorca ha sido calificado por unos como “criatura de creación”, queriendo significar con ello que es ante todo un creador, en el sentido que suele aplicarse tal palabra a un Goethe, un Shakespeare o un Lope de Vega; por otros ha sido calificado como “poeta intuitivo”, aludiendo sin duda a su facilidad para captar las formas poéticas de la vida; por otros, finalmente como intérprete del alma popular en una de sus más típicas expresiones: lo gitano andaluz. La poesía lorquiana es poesía que entra por los ojos, por los oídos y hasta por el tacto.
Lorca es un enamorado de la imagen poética; y un convencido de su valor. Todo su bellísimo discurso sobre Góngora es un alegato en este sentido. “La eternidad de un poema depende de la calidad y trabazón de sus imágenes”, nos dice.
Siempre pensamos que lo que ha dado origen al inmenso éxito y consagración universal de esta poesía dramática de Lorca, indudablemente favorecida por una circunstancia histórica que simbolizó en su inocente figura sacrificada la del pueblo español, ha sido su propia fuerza original-, su viva sustancia española tan profunda, tan arraigada en lo más singular y único de lo popular andaluz. Lo que presta a esta poesía dramática y teatral de Lorca su fisonomía singularísima, que, por serlo, la universaliza, es la autenticidad, la veracidad de su propio logro poético. Estas obras teatrales de Lorca -con Yerma, sus dos otras obras mayores: Boda de sangre y La casa de Bernarda Alba- tienen en nuestro teatro español tradicional un valor y un significado realmente único.
En la primavera de 1936 se oyó, creo que por última vez, en toda España desde la Radio de Madrid, la voz de Federico de García Lorca. Habló de su Granada, nos dejó dicho en palabras exactas el sentido diminuto y profundo de su ciudad querida: paraíso cerrado para muchos. Federico es el poeta contemporáneo más íntimamente y, diríamos, pudorosamente, arraigado en la gran poesía popular y tradicional española. Tal vez por eso debía morir como murió, en su Granada. Antonio Machado nos cantó su imperecedero morir de español auténtico, de andaluz, de granadino puro, el correr de su sangre, como el de sus dos ríos. “Los dos ríos de Granada, / uno llanto y otro sangre”.
Su nombre se ha quedado inmóvil para siempre como un grito. Su nombre es ya silencio. Estará muerto él, ofrecido como una azucena, como una guitarra salvaje, bajo la arena, en su Granada, pero su poesía y su memoria siempre seguirán vivas en el corazón de su pueblo. “Cuando yo me muera, / enterradme con mi guitarra / bajo la arena”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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Te matan y después
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Gracias
domingo, 22 de abril de 2007
MANUEL JOSÉ DE LAVARDÉN POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
MANUEL JOSÉ DE LAVARDÉN
(1754-1808)
“Ven, sacro río, para dar impulso
al inspirado ardor: bajo tu amparo
corran, como tus aguas, nuestros versos.”
Manuel José de Lavardén.
LA VOZ DEL CANTOR DEL RIO PARANÁ
La Oda al Paraná de Lavardén es un poema de corte neoclásico donde destaca la belleza y la utilidad de este río. La Oda describe cómo una bajante del Paraná afecta a sus riberas; el hecho se realza poéticamente con diversos elementos entre los que el poeta argentino inserta la descripción verista de la naturaleza americana, aunque tocada por el gusto neoclásico, para contraponerla a los beneficios que ella puede otorgar. Aunque en los versos del rioplatense no hay ni muchas primicias ni indicios revolucionarios, su producción artística es representativa de los últimos año coloniales.
Manuel José de Lavardén nació en Buenos Aires el 9 de junio de 1754. Hijo de un funcionario español destinado a esta capital, el joven estudió en su ciudad natal y Chuquisaca (Sucre) y después vino a España para completar la carrera de Derecho. Regresó a la capital rioplatense en 1778 a raíz del fallecimiento de su padre y allí se vinculó a la actividad ganadera y gozó de la protección del virrey Vértiz.
Lavardén fue uno de los más ardientes sostenedores de la “Sociedad Patriótica, Literaria y Económica” y del periódico Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata cuya creación fue auspiciada por Francisco A. Cabello Mesa en 1801. Aunque la participación del poeta en las protestas contra las invasiones inglesas de 1806 no se ha documentado con precisión, sí se puede afirmar que posteriormente su vida transcurrió entre Buenos Aires y la Banda Oriental (Uruguay), hasta su muerte ocurrida en la Colonia del Sacramento (Uruguay) el 31 de octubre de 1809, o sea, antes de la Revolución de Mayo, cuando Buenos Aires proclamó su independencia de España.
La producción literaria de Lavardén es escasa. Su fama descansa en tres obras: la Sátira (1786), en la que con ingenio y dominio lingüístico contrapone Buenos Aires a Lima, en beneficio de su ciudad natal; el Siripo (1787), tragedia estrenada en el Teatro de la Ranchería de Buenos Aires en 1789 y de la cual hoy se conserva un acto en verso endecasílabo y cuya atribución al poeta ha sido cuestionada por la crítica; y su obra más famosa la Oda al Paraná. Según ha notado Emilio Carilla, la obra de Lavardén “ayuda, si no con abundancia con precisión, a conocer este especial momento de postrimerías” dentro de la larga época colonial. Y como dijo el poeta argentino: “Augusto Paraná, sagrado río, / primogénito ilustre del Océano, / que en el carro de nácar refulgente / tirado de caimanes, recamados / de verde y oro, vas de clima en clima, / de región en región, vertiendo franco / suave frescor y pródiga abundancia, / tan grato al portugués como al hispano”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
La primera víctima de la guerra es la infancia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
(1754-1808)
“Ven, sacro río, para dar impulso
al inspirado ardor: bajo tu amparo
corran, como tus aguas, nuestros versos.”
Manuel José de Lavardén.
LA VOZ DEL CANTOR DEL RIO PARANÁ
La Oda al Paraná de Lavardén es un poema de corte neoclásico donde destaca la belleza y la utilidad de este río. La Oda describe cómo una bajante del Paraná afecta a sus riberas; el hecho se realza poéticamente con diversos elementos entre los que el poeta argentino inserta la descripción verista de la naturaleza americana, aunque tocada por el gusto neoclásico, para contraponerla a los beneficios que ella puede otorgar. Aunque en los versos del rioplatense no hay ni muchas primicias ni indicios revolucionarios, su producción artística es representativa de los últimos año coloniales.
Manuel José de Lavardén nació en Buenos Aires el 9 de junio de 1754. Hijo de un funcionario español destinado a esta capital, el joven estudió en su ciudad natal y Chuquisaca (Sucre) y después vino a España para completar la carrera de Derecho. Regresó a la capital rioplatense en 1778 a raíz del fallecimiento de su padre y allí se vinculó a la actividad ganadera y gozó de la protección del virrey Vértiz.
Lavardén fue uno de los más ardientes sostenedores de la “Sociedad Patriótica, Literaria y Económica” y del periódico Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata cuya creación fue auspiciada por Francisco A. Cabello Mesa en 1801. Aunque la participación del poeta en las protestas contra las invasiones inglesas de 1806 no se ha documentado con precisión, sí se puede afirmar que posteriormente su vida transcurrió entre Buenos Aires y la Banda Oriental (Uruguay), hasta su muerte ocurrida en la Colonia del Sacramento (Uruguay) el 31 de octubre de 1809, o sea, antes de la Revolución de Mayo, cuando Buenos Aires proclamó su independencia de España.
La producción literaria de Lavardén es escasa. Su fama descansa en tres obras: la Sátira (1786), en la que con ingenio y dominio lingüístico contrapone Buenos Aires a Lima, en beneficio de su ciudad natal; el Siripo (1787), tragedia estrenada en el Teatro de la Ranchería de Buenos Aires en 1789 y de la cual hoy se conserva un acto en verso endecasílabo y cuya atribución al poeta ha sido cuestionada por la crítica; y su obra más famosa la Oda al Paraná. Según ha notado Emilio Carilla, la obra de Lavardén “ayuda, si no con abundancia con precisión, a conocer este especial momento de postrimerías” dentro de la larga época colonial. Y como dijo el poeta argentino: “Augusto Paraná, sagrado río, / primogénito ilustre del Océano, / que en el carro de nácar refulgente / tirado de caimanes, recamados / de verde y oro, vas de clima en clima, / de región en región, vertiendo franco / suave frescor y pródiga abundancia, / tan grato al portugués como al hispano”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
La primera víctima de la guerra es la infancia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
MANUEL JOSÉ DE LAVARDÁN POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
MANUEL JOSÉ DE LAVARDÉN
(1754-1808)
“Ven, sacro río, para dar impulso
al inspirado ardor: bajo tu amparo
corran, como tus aguas, nuestros versos.”
Manuel José de Lavardén.
LA VOZ DEL CANTOR DEL RIO PARANÁ
La Oda al Paraná de Lavardén es un poema de corte neoclásico donde destaca la belleza y la utilidad de este río. La Oda describe cómo una bajante del Paraná afecta a sus riberas; el hecho se realza poéticamente con diversos elementos entre los que el poeta argentino inserta la descripción verista de la naturaleza americana, aunque tocada por el gusto neoclásico, para contraponerla a los beneficios que ella puede otorgar. Aunque en los versos del rioplatense no hay ni muchas primicias ni indicios revolucionarios, su producción artística es representativa de los últimos año coloniales.
Manuel José de Lavardén nació en Buenos Aires el 9 de junio de 1754. Hijo de un funcionario español destinado a esta capital, el joven estudió en su ciudad natal y Chuquisaca (Sucre) y después vino a España para completar la carrera de Derecho. Regresó a la capital rioplatense en 1778 a raíz del fallecimiento de su padre y allí se vinculó a la actividad ganadera y gozó de la protección del virrey Vértiz.
Lavardén fue uno de los más ardientes sostenedores de la “Sociedad Patriótica, Literaria y Económica” y del periódico Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata cuya creación fue auspiciada por Francisco A. Cabello Mesa en 1801. Aunque la participación del poeta en las protestas contra las invasiones inglesas de 1806 no se ha documentado con precisión, sí se puede afirmar que posteriormente su vida transcurrió entre Buenos Aires y la Banda Oriental (Uruguay), hasta su muerte ocurrida en la Colonia del Sacramento (Uruguay) el 31 de octubre de 1809, o sea, antes de la Revolución de Mayo, cuando Buenos Aires proclamó su independencia de España.
La producción literaria de Lavardén es escasa. Su fama descansa en tres obras: la Sátira (1786), en la que con ingenio y dominio lingüístico contrapone Buenos Aires a Lima, en beneficio de su ciudad natal; el Siripo (1787), tragedia estrenada en el Teatro de la Ranchería de Buenos Aires en 1789 y de la cual hoy se conserva un acto en verso endecasílabo y cuya atribución al poeta ha sido cuestionada por la crítica; y su obra más famosa la Oda al Paraná. Según ha notado Emilio Carilla, la obra de Lavardén “ayuda, si no con abundancia con precisión, a conocer este especial momento de postrimerías” dentro de la larga época colonial. Y como dijo el poeta argentino: “Augusto Paraná, sagrado río, / primogénito ilustre del Océano, / que en el carro de nácar refulgente / tirado de caimanes, recamados / de verde y oro, vas de clima en clima, / de región en región, vertiendo franco / suave frescor y pródiga abundancia, / tan grato al portugués como al hispano”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
La primera víctima de la guerra es la infancia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
(1754-1808)
“Ven, sacro río, para dar impulso
al inspirado ardor: bajo tu amparo
corran, como tus aguas, nuestros versos.”
Manuel José de Lavardén.
LA VOZ DEL CANTOR DEL RIO PARANÁ
La Oda al Paraná de Lavardén es un poema de corte neoclásico donde destaca la belleza y la utilidad de este río. La Oda describe cómo una bajante del Paraná afecta a sus riberas; el hecho se realza poéticamente con diversos elementos entre los que el poeta argentino inserta la descripción verista de la naturaleza americana, aunque tocada por el gusto neoclásico, para contraponerla a los beneficios que ella puede otorgar. Aunque en los versos del rioplatense no hay ni muchas primicias ni indicios revolucionarios, su producción artística es representativa de los últimos año coloniales.
Manuel José de Lavardén nació en Buenos Aires el 9 de junio de 1754. Hijo de un funcionario español destinado a esta capital, el joven estudió en su ciudad natal y Chuquisaca (Sucre) y después vino a España para completar la carrera de Derecho. Regresó a la capital rioplatense en 1778 a raíz del fallecimiento de su padre y allí se vinculó a la actividad ganadera y gozó de la protección del virrey Vértiz.
Lavardén fue uno de los más ardientes sostenedores de la “Sociedad Patriótica, Literaria y Económica” y del periódico Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata cuya creación fue auspiciada por Francisco A. Cabello Mesa en 1801. Aunque la participación del poeta en las protestas contra las invasiones inglesas de 1806 no se ha documentado con precisión, sí se puede afirmar que posteriormente su vida transcurrió entre Buenos Aires y la Banda Oriental (Uruguay), hasta su muerte ocurrida en la Colonia del Sacramento (Uruguay) el 31 de octubre de 1809, o sea, antes de la Revolución de Mayo, cuando Buenos Aires proclamó su independencia de España.
La producción literaria de Lavardén es escasa. Su fama descansa en tres obras: la Sátira (1786), en la que con ingenio y dominio lingüístico contrapone Buenos Aires a Lima, en beneficio de su ciudad natal; el Siripo (1787), tragedia estrenada en el Teatro de la Ranchería de Buenos Aires en 1789 y de la cual hoy se conserva un acto en verso endecasílabo y cuya atribución al poeta ha sido cuestionada por la crítica; y su obra más famosa la Oda al Paraná. Según ha notado Emilio Carilla, la obra de Lavardén “ayuda, si no con abundancia con precisión, a conocer este especial momento de postrimerías” dentro de la larga época colonial. Y como dijo el poeta argentino: “Augusto Paraná, sagrado río, / primogénito ilustre del Océano, / que en el carro de nácar refulgente / tirado de caimanes, recamados / de verde y oro, vas de clima en clima, / de región en región, vertiendo franco / suave frescor y pródiga abundancia, / tan grato al portugués como al hispano”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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Gracias.
CONCHA ZARDOYA POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
EN EL III ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE
CONCHA ZARDOYA (1914-2004)
“Al escribir tu nombre, España mía,
el corazón enciende sus nostalgias
-¡paisajes y ciudades, cielos y gentes!-
hoguera de dolor que el llanto apaga.”
Concha Zardoya.
UNA VOZ TAN ESPAÑOLA COMO CHILENA.
El caso de Concha Zardoya es el de una irresistible vocación literaria, desde la elección de la disciplina universitaria -Filología Moderna- que mejor podría ayudarla a su cometido. Traductora de Walt Whitman, cuyas hojas de hierba agresivamente cordiales han refrescado el seco aire inmóvil de nuestra represiva moral puritana, estudiosa de la literatura norteamericana y, hasta el análisis exhaustivo -pero profundamente entrañable-, de quien tal vez fuera el más entrañable de nuestros poetas para un buen número de sus agradecidos contemporáneos, Miguel Hernández.
Concha Zardoya estuvo presente en la vida cultural española desde la publicación de su primer libro, en la colección Adonais, en 1946: Pájaros del Nuevo Mundo, presencia que le hizo rozar el premio de dicha colección en 1947 (Dominio del llanto obtuvo un accésit) y ganar el Boscán en 1955 con Debajo de la luz. Cuando dio a la imprenta su estremecedor Corral de vivos y muertos, la claridad y el dolor encontraba la proyección en una voz nueva y tremenda abrumadoramente humana y personal. “Si del dolor naciera la alegría”, se atreve a imaginar, esperanzada, con eco tan beethoveniano, como unamuniano, en un poema dedicado a Rafael Alberti.
Conmueve la intención con que Concha presenta su Corral de vivos y muertos: “con la esperanza de conquistar una dolorosa ciudadanía que algunos me niegan”. Conmueve e indigna. Concha Zardoya es tan española como la montaña cántabra que vio nacer a sus padres y abuelos. Concha vio la luz primera en Valparaíso (Chile) el 14 de noviembre de 1914. Pero era muy joven cuando se trasladó a España, residiendo en Zaragoza, Barcelona y finalmente, en Madrid. En esta ciudad estudió Filosofía y Letras, estudios que interrumpió la rebelión militar de julio de 1936 y que reanudó tardíamente, licenciándose en Filología Moderna en 1947. Ejerció múltiples actividades: costura, decoración, enseñanza primaria y media, traducciones, etc. En la guerra entre españoles perdió a su único hermano y a otros seres queridos; trabajó en Cultura Popular. En 1938 publicó dos de sus primeros poemas en Hora de España. Con el seudónimo de “Concha de Salamanca”, escribió cuentos y guiones de cine, prologó y anotó ediciones de clásicos, etc.
En 1948 se trasladó a los Estados Unidos para enseñar Literatura Española en la Universidad de Illinois, al mismo tiempo que obtenía su doctorado. España en la poesía americana fue el título de su tesis doctoral. Por entonces escribió también una Historia de la Literatura Norteamericana: 1607-1950. A partir de entonces enseñó en la Universidad de Tulane, Yale, California, Barnard-Columbia, Indiana, Massachusetts. Publica varios libros de poesías: La hermosura sencilla, Los signos, Mirar al cielo es tu condena, La casa deshabitada, Elegías, Donde el tiempo resbala, Hondo sur... Su último libro de poemas lleva por título Ronda del arco iris. Concha Zardoya fallece en Madrid el 22 de abril de 2004.
A su labor docente y a su creación lírica añade una constante colaboración crítica y ensayística en periódicos y revistas de España, América y Europa.
Concha escribe con sus ojos críticos de pintora que sabe observar, aunque su mano no tenga la destreza de quien piensa con el pincel. No es fácil describir con mayor cromatismo descubierto o vislumbrado con ojos marineros: “Islas rojas y pardas, islas blancas / en los mares de trigo y de centeno, / las pequeñas ciudades de mi España / sueñan todas -viviendo- el mismo sueño”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Si quieres la paz, trabaja por la justicia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
CONCHA ZARDOYA (1914-2004)
“Al escribir tu nombre, España mía,
el corazón enciende sus nostalgias
-¡paisajes y ciudades, cielos y gentes!-
hoguera de dolor que el llanto apaga.”
Concha Zardoya.
UNA VOZ TAN ESPAÑOLA COMO CHILENA.
El caso de Concha Zardoya es el de una irresistible vocación literaria, desde la elección de la disciplina universitaria -Filología Moderna- que mejor podría ayudarla a su cometido. Traductora de Walt Whitman, cuyas hojas de hierba agresivamente cordiales han refrescado el seco aire inmóvil de nuestra represiva moral puritana, estudiosa de la literatura norteamericana y, hasta el análisis exhaustivo -pero profundamente entrañable-, de quien tal vez fuera el más entrañable de nuestros poetas para un buen número de sus agradecidos contemporáneos, Miguel Hernández.
Concha Zardoya estuvo presente en la vida cultural española desde la publicación de su primer libro, en la colección Adonais, en 1946: Pájaros del Nuevo Mundo, presencia que le hizo rozar el premio de dicha colección en 1947 (Dominio del llanto obtuvo un accésit) y ganar el Boscán en 1955 con Debajo de la luz. Cuando dio a la imprenta su estremecedor Corral de vivos y muertos, la claridad y el dolor encontraba la proyección en una voz nueva y tremenda abrumadoramente humana y personal. “Si del dolor naciera la alegría”, se atreve a imaginar, esperanzada, con eco tan beethoveniano, como unamuniano, en un poema dedicado a Rafael Alberti.
Conmueve la intención con que Concha presenta su Corral de vivos y muertos: “con la esperanza de conquistar una dolorosa ciudadanía que algunos me niegan”. Conmueve e indigna. Concha Zardoya es tan española como la montaña cántabra que vio nacer a sus padres y abuelos. Concha vio la luz primera en Valparaíso (Chile) el 14 de noviembre de 1914. Pero era muy joven cuando se trasladó a España, residiendo en Zaragoza, Barcelona y finalmente, en Madrid. En esta ciudad estudió Filosofía y Letras, estudios que interrumpió la rebelión militar de julio de 1936 y que reanudó tardíamente, licenciándose en Filología Moderna en 1947. Ejerció múltiples actividades: costura, decoración, enseñanza primaria y media, traducciones, etc. En la guerra entre españoles perdió a su único hermano y a otros seres queridos; trabajó en Cultura Popular. En 1938 publicó dos de sus primeros poemas en Hora de España. Con el seudónimo de “Concha de Salamanca”, escribió cuentos y guiones de cine, prologó y anotó ediciones de clásicos, etc.
En 1948 se trasladó a los Estados Unidos para enseñar Literatura Española en la Universidad de Illinois, al mismo tiempo que obtenía su doctorado. España en la poesía americana fue el título de su tesis doctoral. Por entonces escribió también una Historia de la Literatura Norteamericana: 1607-1950. A partir de entonces enseñó en la Universidad de Tulane, Yale, California, Barnard-Columbia, Indiana, Massachusetts. Publica varios libros de poesías: La hermosura sencilla, Los signos, Mirar al cielo es tu condena, La casa deshabitada, Elegías, Donde el tiempo resbala, Hondo sur... Su último libro de poemas lleva por título Ronda del arco iris. Concha Zardoya fallece en Madrid el 22 de abril de 2004.
A su labor docente y a su creación lírica añade una constante colaboración crítica y ensayística en periódicos y revistas de España, América y Europa.
Concha escribe con sus ojos críticos de pintora que sabe observar, aunque su mano no tenga la destreza de quien piensa con el pincel. No es fácil describir con mayor cromatismo descubierto o vislumbrado con ojos marineros: “Islas rojas y pardas, islas blancas / en los mares de trigo y de centeno, / las pequeñas ciudades de mi España / sueñan todas -viviendo- el mismo sueño”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Si quieres la paz, trabaja por la justicia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
DÍA MUNDIAL DEL LIBRO POR FRANCISCO ARIAS SOLIS
23 DE ABRIL: DIA MUNDIAL DEL LIBRO
“... que tire lo más que fuere posible a la verdad”.
Cervantes.
LIBRO A LIBRO HACIA LA VERDAD.
El día 23 de abril mueren Miguel de Cervantes y Willian Shakespeare. El hallazgo teatral de Shakespeare, coincide también en el tiempo con el hallazgo novelesco de Cervantes. Todos estos mundos imaginativos, creados por tan excelsos poetas: Cervantes, Shakespeare, nos están diciendo, y diciéndolo a gritos que lo que sostiene el tiempo pasajero y su evocación histórica en nuestro pensamiento es la palabra humana temporalizada, la palabra humana en el tiempo: la poesía. Y así vemos, y oímos, y entendemos en Shakespeare, como en Cervantes, que la novela se teatraliza o el teatro se noveliza.
“La verdad se parece a un cuento”, leemos en Shakespeare. Porque la verdad para hacerse posible y realmente verdadera, como el cuento, necesita alimentarse de mentiras. Por eso tal vez afirmó un ruso que “el teatro es incompatible con la mentira”. El teatro shakesperiano nos parece junto al griego y al español, el mejor que ha existido; porque nos miente de verdad, musicalizándonos el tiempo con música de sangre o llanto.
¿A quien volveremos los ojos, doloridos de tanto llanto? Con sus propias palabras reveladoras vamos a pedirle a Cervantes ”un poco de luz y no de sangre”.
Todo es vida y verdad en el Quijote cervantino. Los enfurecidos personajes de Cervantes y de Shakespeare pierden la razón, la enajenan. No tienen razón porque tienen verdad. O dejan de tener razón para poder tener verdad. Hay que dejar de tener razón para empezar a tener verdad. Esto es lo que nos dicen Hamlet, el anciano Rey Lear, Don Quijote... la locura de nuestro Don Quijote, es lo que llamaríamos paradójicamente la razón de ser verdad. En definitiva un estilo: su propio estilo de verdad. ¿Pero también habrá que dejar de tener pasión para poder tener vida de verdad o verdadera vida?
Lo contrario de la verdad no es la mentira, ni en la poesía ni en el arte, ni en la vida; lo contrario de la verdad es el error -cosa racional, exclusivamente racional-. Lo contrario de la verdad es la razón, nos dirá Shakespeare. Y Cervantes, la burla. Añadiéndonos Don Quijote: “que en trances tales como la muerte no se ha de burlar el hombre con su alma”. Porque no se ha de burlar el hombre con su soledad. Y es en el trance de la muerte donde el hombre se queda solo, enteramente solo de verdad.
Si los silencios shakesperianos están llenos de música, los de Cervantes están llenos de luz. Hay una copla andaluza que dice: “De noche, en tu alcoba / ¡quién fuera la luz, / que se apaga y se queda / donde duermes tú!
Esa luz “que se apaga y se queda” en la alcoba en donde duerme -o sueña- la persona amada es una luz característicamente cervantina: una luz del alma. Luz que se nos queda en el alma cuando se nos apaga en los oídos, en los ojos, la luminosidad transparente de sus palabras.
De las veras y de las burlas del Quijote se rieron sus contemporáneos, sin entender, tal vez, todo su alcance. Y aún, en nuestro tiempo presente, que parece haber olvidado el llanto y la risa, y hasta la sonrisa, el libro de Cervantes nos hace pensar, nos da que pensar. ¿Quién se burla de veras en el Quijote, Alonso Quijano de Don Quijote o Don Quijote de Alonso Quijano? ¿Alonso Quijano es la sombra de Don Quijote porque Don Quijote es el sueño de Alonso Quijano? ¿O al revés? Al revés te lo digo para que me entiendas, se dice de España popularmente. Al revés nos lo dijo Cervantes en el Quijote para que lo entendiéramos mejor. Y es que, como dijo el poeta: “La verdad cuando es verdad / no lo parece siquiera; / porque parece mentira / una verdad verdadera”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Arias_Sol%C3%ADs
Donde mora la libertad, allí está mi patria. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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“... que tire lo más que fuere posible a la verdad”.
Cervantes.
LIBRO A LIBRO HACIA LA VERDAD.
El día 23 de abril mueren Miguel de Cervantes y Willian Shakespeare. El hallazgo teatral de Shakespeare, coincide también en el tiempo con el hallazgo novelesco de Cervantes. Todos estos mundos imaginativos, creados por tan excelsos poetas: Cervantes, Shakespeare, nos están diciendo, y diciéndolo a gritos que lo que sostiene el tiempo pasajero y su evocación histórica en nuestro pensamiento es la palabra humana temporalizada, la palabra humana en el tiempo: la poesía. Y así vemos, y oímos, y entendemos en Shakespeare, como en Cervantes, que la novela se teatraliza o el teatro se noveliza.
“La verdad se parece a un cuento”, leemos en Shakespeare. Porque la verdad para hacerse posible y realmente verdadera, como el cuento, necesita alimentarse de mentiras. Por eso tal vez afirmó un ruso que “el teatro es incompatible con la mentira”. El teatro shakesperiano nos parece junto al griego y al español, el mejor que ha existido; porque nos miente de verdad, musicalizándonos el tiempo con música de sangre o llanto.
¿A quien volveremos los ojos, doloridos de tanto llanto? Con sus propias palabras reveladoras vamos a pedirle a Cervantes ”un poco de luz y no de sangre”.
Todo es vida y verdad en el Quijote cervantino. Los enfurecidos personajes de Cervantes y de Shakespeare pierden la razón, la enajenan. No tienen razón porque tienen verdad. O dejan de tener razón para poder tener verdad. Hay que dejar de tener razón para empezar a tener verdad. Esto es lo que nos dicen Hamlet, el anciano Rey Lear, Don Quijote... la locura de nuestro Don Quijote, es lo que llamaríamos paradójicamente la razón de ser verdad. En definitiva un estilo: su propio estilo de verdad. ¿Pero también habrá que dejar de tener pasión para poder tener vida de verdad o verdadera vida?
Lo contrario de la verdad no es la mentira, ni en la poesía ni en el arte, ni en la vida; lo contrario de la verdad es el error -cosa racional, exclusivamente racional-. Lo contrario de la verdad es la razón, nos dirá Shakespeare. Y Cervantes, la burla. Añadiéndonos Don Quijote: “que en trances tales como la muerte no se ha de burlar el hombre con su alma”. Porque no se ha de burlar el hombre con su soledad. Y es en el trance de la muerte donde el hombre se queda solo, enteramente solo de verdad.
Si los silencios shakesperianos están llenos de música, los de Cervantes están llenos de luz. Hay una copla andaluza que dice: “De noche, en tu alcoba / ¡quién fuera la luz, / que se apaga y se queda / donde duermes tú!
Esa luz “que se apaga y se queda” en la alcoba en donde duerme -o sueña- la persona amada es una luz característicamente cervantina: una luz del alma. Luz que se nos queda en el alma cuando se nos apaga en los oídos, en los ojos, la luminosidad transparente de sus palabras.
De las veras y de las burlas del Quijote se rieron sus contemporáneos, sin entender, tal vez, todo su alcance. Y aún, en nuestro tiempo presente, que parece haber olvidado el llanto y la risa, y hasta la sonrisa, el libro de Cervantes nos hace pensar, nos da que pensar. ¿Quién se burla de veras en el Quijote, Alonso Quijano de Don Quijote o Don Quijote de Alonso Quijano? ¿Alonso Quijano es la sombra de Don Quijote porque Don Quijote es el sueño de Alonso Quijano? ¿O al revés? Al revés te lo digo para que me entiendas, se dice de España popularmente. Al revés nos lo dijo Cervantes en el Quijote para que lo entendiéramos mejor. Y es que, como dijo el poeta: “La verdad cuando es verdad / no lo parece siquiera; / porque parece mentira / una verdad verdadera”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
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Donde mora la libertad, allí está mi patria. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
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