NICOLÁS GUILLÉN
(1902-1989)
“Para hacer esta muralla,
tráiganme todas las manos:
los negros, sus manos negras,
los blancos, sus blancas manos.”
Nicolás Guillén.
LA VOZ DEL CANTOR DE AMÉRICA
La poesía negra o mulata, la de signo o intencionalidad social y el neopopularismo han sido señalados como las tres direcciones vertebradoras de la poesía de Guillén; las dos primeras, fuertemente enlazadas. Poeta de cuidado equilibrio formal, su obra acusa destellos de Rubén, Lorca o Neruda; recrea y exalta la voz de un pueblo, una cultura, una sociedad y una tierra: Cuba. En Guillén se plasma, una vez más, la interpretación y la asimilación de dos culturas, la española y la negra, que se funden en el mulato antillano. Las mejores esencias de lo popular cubano están expresadas en su obra, que ha sorteado con fortuna el peligro del puro propagandismo beligerante casi siempre, que ha aportado el “poema-son” y ha recreado toda la magia de la música y el canto de su tierra.
Nicolás Guillén nace en Camagüey, el 10 de julio de 1902. Hijo del director del diario camagüeyano Las Dos Repúblicas, el poeta manifestó tempranamente su vocación literaria. A los catorce años escribe sus primeros versos. Su padre fue asesinado en 1917 por tropas del Gobierno. Guillén empieza entonces a trabajar como tipógrafo.
En 1919, concluidos los estudios secundarios, Guillén publica sus primeras composiciones. Al año siguiente viaja a La Habana e ingresa en la Escuela de Derecho, que abandona una vez terminado el primer año de carrera. Vuelve a Camagüey, donde dirige una revista literaria Lis, ingresando después en la redacción del diario El Camagüeyano. En 1930 con la publicación en el Diario de la Marina los Motivos de son, el nombre de Nicolás Guillén se impone como el de una de las figuras más importantes de la literatura cubana.
A partir de 1920 puede decirse que USA gobierna directamente la Isla, sin necesidad de intervención militar. En Cuba, la clase dominante (norteamericana y burguesía nacional), se asimilaba a la raza blanca, en tanto que los humildes y los desposeídos quedaban integrados en la raza negra. En este entorno social y cultural vive como poeta y hombre, Nicolás Guillén.
En 1931 se edita en La Habana, Sóngoro Cosongo. Poemas mulatos que confirma la excepcional calidad poética de Guillén. En 1937, el poeta emprende su primer viaje internacional de La Habana a México y luego a Canadá, de donde viaje a España, en donde asistirá al II Congreso Internacional de Escritores para la Defensa de la Cultura. Escrito en México, en mayo de 1937, España. Poema en cuatro angustias y una esperanza, se publicó dos veces en ese mismo año. A esta obra pertenece el conocido poema dedicado a Lorca: “Toco a la puerta de un gitano / -¿No anda por aquí Federico? / Nadie contesta, no habla nadie... / ¡Federico! ¡Federico! / La casa oscura , vacía; / humedad en las paredes, / brocal de pozo sin cubo, / jardín de lagartos verdes...”
Nicolás Guillén colaboró en la revista Hora de España. En 1947, publica en Buenos Aires, El son entero. En marzo de 1949 viaja a Nueva York como delegado cubano en la Conferencia Cultural y Científica para la Paz Mundial, en abril del mismo año asiste en París al Congreso Mundial de Partidarios de la Paz.
En 1953 inicia un nuevo periplo que es, en rigor, un largo exilio. Su actividad cultural, se refleja también, en estos años, en nuevos libros de poesía: Elegía y La paloma de vuelo popular. El triunfo definitivo de la Revolución Cubana, el 1º de enero de 1959, produce un cambio fundamental en la vida del poeta: concluye su exilio y regresa a la patria. En 1962 publica Prosa de Prisa y, al año siguiente, Poetas de amor y Tengo. En 1968 publica El Gran Zoo. Durante 1971 sufre algunos trastornos de salud, que una vez superados, no le impiden continuar su labor literaria y diplomática. Precisamente al año siguiente aparecen La rueda dentada y El diario que a diario. Nicolás Guillén muere en La Habana, el 16 de julio de 1989.
Guillén cantó y soñó a América. Su canto fue de rebeldía y esperanza. El negro, se constituyó a veces, en su poema, en el símbolo de los oprimidos del pueblo; pero ese pueblo en su conjunto es la inspiración central de su obra. Poeta nacional de Cuba, guitarrero mayor de América, ha demostrado que, “para hacer un poema, / lo importante es saber cómo se hace un poema”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias
No hagamos las paces con la guerra, ni tampoco levantemos guerras con la paz.
Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm
Gracias.
viernes, 27 de abril de 2007
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