viernes, 20 de abril de 2007

LUCIANO FRANCISCO COMELLA POR FRANCISCO ARIAS SOLIS

LUCIANO FRANCISCO COMELLA Y VILAMITJANA
(1751-1812).

“Que nadie te ofenda, y darte
vida y libertad pretendo.”
Luciano Francisco Comella.
LA VOZ DE UN AUTOR DE TONADILLAS.

Hacia 1778 Luciano Francisco Comella se distingue como un autor de tonadillas, y en 1781 estrenó una de las producciones mayores: El puerto de Flandes, pieza en un acto; escribió luego numerosas comedias y piececillas, pero su primer gran éxito es con la Cecilia (!4 de julio de 1786), previamente estrenada en casa del marqués de Mortara, su protector, y en la que por cierto había servido como dama de la marquesa, su esposa Teresa Beyermón. Siguen, en la serie éxitos, Cecilia viuda (1787); Federico II, rey de Prusia (1788), al que siguieron otras dos partes, la Jacoba (!789), Luis XIV, El buen hijo (1790), etc. Unas 130 obras teatrales escribió Comella.

Luciano Francisco Comella y Vialmitjana nació en Vich el 13 de noviembre de 1751. Era hijo de José Comella y de Ana María Vilamitjana. El censor Santos Díez González, su implacable enemigo, afirma “que no ha seguido carrera de estudios”, sin que ningún dato lo contradiga. Trasladóse a Madrid en fecha desconocida y atendió a diversas ocupaciones, que pronto alternó con sus escritos teatrales; finalmente, cesó en aquellas y se dedicó a escribir “sin intermisión” para el teatro, según dice en una solicitud de ayuda económica suscrita en diciembre de 1789.

La popularidad, en franco desacuerdo con su situación económica, rebasó nuestras fronteras, y Moratín vio representar en Nápoles, a petición de S.M., el Federico, y, aparte ésta, otras obras de Comella fueron también aplaudidas por el público romano. El año 1792 fue nefasto para Comella; anunciado el estreno de La comedia nueva, de Moratín, nuestro autor, que se sentía retratado y escarnecido, elevó un memorial (27 de enero) para impedir la representación de la que juzgaba un “libelo difamatorio contra él, su mujer y su familia”, pero el censor estimó “que la queja de don Luciano es... ligera, y aun injuriosa a don Leandro Moratín”. Estrenóse, pues, y todos reconocieron y siguen reconociendo a Comella en el don Eleuterio. Es de observar que con muy distinto criterio se juzgaron El violeto universal y Los cuidados ajenos, donde el mismo censor tachó cuantas alusiones adivinó contra Moratín.

En agosto del citado 1792 murió Teresa Beyermón, y se le enterró de limosna; lo mismo sucedería en 1800, a la muerte de su hija Joaquina: tan precaria era la situación de Comella. Contrajo nuevo matrimonio con Josefa de Sala, siguió escribiendo incansablemente y en 1806 se trasladó a Barcelona, donde fue director de la Compañía organizada por el Ayuntamiento, estrenando por cierto y sin rencor, obras de Moratín.

Regresó a Madrid en 1808, siguiendo una más dura etapa, de vida oscura, hasta 1812; estrenó entonces La batalla de Arapiles, y el 31 de diciembre fallecía en Madrid, siendo enterrado de limosna como su primera mujer y su hija. Y como dijo el autor en su obra La esclava del Negro Ponto: “Aquí la muerte quiero esperar por consuelo”.
Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias


Por esa libertad bella como la vida. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm

Gracias.

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