domingo, 22 de abril de 2007

MANUEL JOSÉ DE LAVARDÉN POR FRANCISCO ARIAS SOLIS

MANUEL JOSÉ DE LAVARDÉN
(1754-1808)

“Ven, sacro río, para dar impulso
al inspirado ardor: bajo tu amparo
corran, como tus aguas, nuestros versos.”
Manuel José de Lavardén.

LA VOZ DEL CANTOR DEL RIO PARANÁ


La Oda al Paraná de Lavardén es un poema de corte neoclásico donde destaca la belleza y la utilidad de este río. La Oda describe cómo una bajante del Paraná afecta a sus riberas; el hecho se realza poéticamente con diversos elementos entre los que el poeta argentino inserta la descripción verista de la naturaleza americana, aunque tocada por el gusto neoclásico, para contraponerla a los beneficios que ella puede otorgar. Aunque en los versos del rioplatense no hay ni muchas primicias ni indicios revolucionarios, su producción artística es representativa de los últimos año coloniales.

Manuel José de Lavardén nació en Buenos Aires el 9 de junio de 1754. Hijo de un funcionario español destinado a esta capital, el joven estudió en su ciudad natal y Chuquisaca (Sucre) y después vino a España para completar la carrera de Derecho. Regresó a la capital rioplatense en 1778 a raíz del fallecimiento de su padre y allí se vinculó a la actividad ganadera y gozó de la protección del virrey Vértiz.

Lavardén fue uno de los más ardientes sostenedores de la “Sociedad Patriótica, Literaria y Económica” y del periódico Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiógrafo del Río de la Plata cuya creación fue auspiciada por Francisco A. Cabello Mesa en 1801. Aunque la participación del poeta en las protestas contra las invasiones inglesas de 1806 no se ha documentado con precisión, sí se puede afirmar que posteriormente su vida transcurrió entre Buenos Aires y la Banda Oriental (Uruguay), hasta su muerte ocurrida en la Colonia del Sacramento (Uruguay) el 31 de octubre de 1809, o sea, antes de la Revolución de Mayo, cuando Buenos Aires proclamó su independencia de España.

La producción literaria de Lavardén es escasa. Su fama descansa en tres obras: la Sátira (1786), en la que con ingenio y dominio lingüístico contrapone Buenos Aires a Lima, en beneficio de su ciudad natal; el Siripo (1787), tragedia estrenada en el Teatro de la Ranchería de Buenos Aires en 1789 y de la cual hoy se conserva un acto en verso endecasílabo y cuya atribución al poeta ha sido cuestionada por la crítica; y su obra más famosa la Oda al Paraná. Según ha notado Emilio Carilla, la obra de Lavardén “ayuda, si no con abundancia con precisión, a conocer este especial momento de postrimerías” dentro de la larga época colonial. Y como dijo el poeta argentino: “Augusto Paraná, sagrado río, / primogénito ilustre del Océano, / que en el carro de nácar refulgente / tirado de caimanes, recamados / de verde y oro, vas de clima en clima, / de región en región, vertiendo franco / suave frescor y pródiga abundancia, / tan grato al portugués como al hispano”.

Francisco Arias Solise-mail: aarias@arrakis.esURL: http://www.arrakis.es/~aarias


La primera víctima de la guerra es la infancia. Aviso: Se ruega a los internautas que pongan en sus páginas el logotipo o banner de Internautas por la Paz y la Libertad que figura en la URL:http://www.arrakis.es/~aarias/internau.htm

Gracias.

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